Las exportaciones pagarán retenciones adicionales de $4 y $3 por dólar. Buscan captar $68.000 millones este año y $280.000 millones en 2019.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, presentó hoy las medidas con las que el Gobierno busca cerrar la brecha fiscal y llegar al déficit cero en 2019, en un intento por convencer al FMI y a los mercados de que el plan económico sigue siendo viable.
El plan con el que Dujovne volvió a ocupar el centro de la escena después de un fin de semana cargado de rumores acerca de su renuncia, incluye establecer retenciones hasta 2020 para todas las exportaciones argentinas y recortar gastos en subsidios al sector privado y en obra pública.
El ministro anunció seis medidas para reducir el rojo fiscal.
A partir de mañana, cuando el decreto se publique en el Boletín Oficial, pagarán retenciones todas las exportaciones de bienes, mientras que las de servicios empezarán a tributar a partir de enero próximo. Pagarán $4 y $# por dólar, respectivamente.
Para atenuar el impacto sobre el campo, se acelerará el cronograma de rebaja de las retenciones originales. Desde mañana el poroto y los subproductos tributarán 18%, más $4 por dólar.
Se ajustará el gasto público para llegar al déficit 0 en 2019 y a un superávit de 1% en 2020.
Los gastos de capital, asociados mayoritariamente a la obra pública, tendrán una baja del 0,7% como porcentaje del PBI el año próximo.
Los subsidios al sector privado caerán 0,5% del PBI. Para reducir el gasto, la Nación les transferirá a las provincias los gastos en transporte.
Renegociarán el acuerdo con el FMI para que en 2019 lleguen más desembolsos de los previstos originalmente para alejar el fantasma de que Argentina tendría problemas para pagar sus deudas.
Para las retenciones, esta vez se diseñó un esquema con un valor fijo y en pesos. Los productos primarios -que cuentan con poco valor agregado- y los servicios pagarán $4 por cada dólar que exporten. Y el resto de los rubros abonará $3 por dólar. En los dos casos ese valor es fijo y no está atado a lo que ocurra con la cotización de la divisa. Es decir que si el dólar sigue subiendo, el pago de retenciones se irá licuando.
“Es una suma fija para que el impacto vaya disminuyendo con el tiempo”, justificaron desde el Palacio de Hacienda.
Estas retenciones estarán vigentes hasta diciembre de 2020. Algunos pagarán $4 por dólar y otros $3 porque los productos manufacturados suelen tener un componente importado y por la suba del dólar esto acota la rentabilidad de los fabricantes. En cambio, tanto en los primarios como en los servicios ese componente importado es casi inexistente lo que, a los ojos del Gobierno, los habilita a pagar más.
Además, el Gobierno adelantó el cronograma de reducción de las alícuotas a las exportaciones de soja. Hoy, para el poroto de soja, la alícuota está en 25,5% y baja medio punto porcentual hasta llegar a 18% en diciembre de 2019. Ese cronograma cambió y la soja y sus subproductos empezarán a tributar 18% desde mañana. A ese 18% se le debe agregar los $4 por dólar lo que, a valores actuales, representa un 10% adicional. Así, la retención sobre el poroto de soja pasará del actual 25,5% a 28%.
En lo que resta de este año, las nuevas retenciones le generarán ingresos al fisco por $68.000 millones. Para el año próximo serán $280.000 millones, en el supuesto de que el dólar se mantenga en los niveles actuales.
La otra pata con la que se buscará equilibrar las cuentas fiscales es el ajuste. De la reducción del déficit prevista, el equivalente a 1.3% del PBI se logrará a través de mayores ingresos mientras que otros 1,4% obedecerá a una baja del gasto. Con un alza del 0,3% del PBI solo el rubros “prestaciones sociales” aumentará su participación en el producto el año próximo. Luego habrá bajas en gastos de capital (0,7%), subsidios (0,5%) y rubros varios en torno al 0,2%.
Con la baja del déficit, el objetivo es ahorrar US$6.000 millones en 2019 y US$5.200 millones en 2020.
Para justificar el ajuste con el que buscará llevar a que las cuentas públicas a déficit 0 en 2019 y a 1% de superávit en 2020, Dujovne reconoció que el Gobierno “cometió errores”. “En nuestro afán de balancear todos los objetivos dejamos descubierto el flanco fiscal tal vez en demasía”.
Estos errores obligan a Dujovne a renegociar el acuerdo con el FMI. Ahora el plan es acelerar los desembolsos de fondos previstos originalmente para 2019, 2020 y 2021 a “una fecha más próxima”. El objetivo de esto es darle certeza a los mercados -que huyen de los bonos argentinos- de que no hay chance de caer en default. Según Dujovne, si el FMI accede a este trato “se despejará cualquier tipo de duda”. Los desembolsos previstos en el acuerdo original para esos años suman US$29.000 millones, pero Dujovne no precisó cuánto le pedirán al FMI para cerrar el frente financiero de 2019. “Lo vamos a discutir con ellos”, dijo el funcionario que esta noche parte hacia Washington.
En medio de los rumores que corrían antes de la presentación de las medidas se filtró un power point que contenía los anuncios de retenciones más otros que finalmente no se hicieron, como el congelamiento de la rebaja de aportes patronales. Allí también se establecía una pauta de inflación de 42% para este año con una caída del PBI de 2,5%.
En la conferencia, el ministro dijo que esas proyecciones eran “documentos de trabajo” que habían estado analizando, pero no los confirmó ni los desmintió, Y señaló que “la recesión de este año será mayor”. Hasta la semana pasada, Dujovne hablaba de una caída de la actividad del 1% en 2018 y de una recuperación en el año próximo. Hoy dijo que el crecimiento de 2019 “será menor al esperado”. Y se negó a a dar pronósticos sobre lo que ocurrirá con la inflación. “Lo estamos revisando”.
fuente: clarín