La concurrencia de fuerte aceleración del proceso inflacionario desde agosto de 2018 hasta marzo de 2019, con la concentración en los primeros meses del año de los aumentos de tarifas y la fuerte suba de las tasas de interés, determinó que por noveno mes consecutivo la Encuesta de Ventas en Shoppings y Supermercados del Indec arrojara tasas de caída del consumo de las familias a ritmo de 2 dígitos al año.
En shoppings el monto total de ventas fue en marzo de $7.207,9 millones, un 16,6% inferior al de igual mes de 2018 en cantidades.
Mientras que en el del conjunto de las cadenas de supermercados el monto total facturado subió nominalmente a $51.119 millones, pero cuando se le quita el efecto de la suba promedio de los precios de los productos vendidos el Indec estimó una disminución de 14,5% en comparación con un año antes.
Un claro reflejo del limitado margen de gasto del promedio de las familias fue el nivel medio de los tickets por operación, apenas $657, aumentó 13 puntos porcentuales menos que la tasa de inflación del período que ascendió a 54,7 por ciento.
Además, esa limitación determinó una disminución aún mayor de la concurrencia del público a las cadenas de autoservicios mayoristas, habida cuenta de que el monto real de ventas se contrajo 16%, a un promedio de $3.887 por operación.
Alta participación de las compras con efectivo
De los $51.119 millones que facturaron en marzo el conjunto de 101 grandes cadenas de supermercados en sus 2.952 bocas de ventas relevadas por el Indec, las operaciones con el uso de efectivo representaron el 34,7% del total, un claro indicador del predominio de las compras por impulso.
Entre el resto de los instrumentos de pagos se destacó el predominio de las tarjetas de crédito, con 35,1% del total; mientras que el uso del débito de cuenta bancaria representó el 26,9% del total.
El 3,3% restante respondió al uso de tickets promocionales de descuento entregados generalmente por las propias cadenas comerciales.