El empresario Lázaro Báez se encuentra internado en el Hospital de Clínicas por una arritmia y es sometido a una serie de chequeos que pueden durar entre 24 y 72 horas. La internación se produjo el mismo día que el tribunal que lo juzga por presunto lavado de dinero tiene que resolver si extiende o no su detención en la cárcel de Ezeiza.
Episodio cardíaco
La defensa de Báez había presentado ayer un escrito en la justicia federal de lomas de Zamora en el que informó sobre un episodio cardíaco que había sufrido en la cárcel. El juez federal Federico Villena le pidió al Cuerpo Médico Forense que mande un cardiólogo pero informó que no tenía una disposición. El magistrado hizo el mismo pedido al Hospital de Clínicas que envió un cardiólogo de guardia y revisó a Báez.
Traslado
El profesional concluyó que Báez había tenido un episodio cardiaco la noche anterior pero no ameritaba una internación urgente pero sí la realización de estudios médicos. Por eso, esta mañana el empresario fue trasladado de la cárcel de Ezeiza al hospital de Clínicas.
Los controles comenzaron por la mañana y pueden extenderse de 24 a 72 horas según los resultados de cada uno de ellos. Báez ya había estado internado en la clínica privada Los Arcos en abril de 2017 cuando sufrió una arritmia en la cárcel. Desde entonces toma medicación.
Prisión preventiva
El empresario está preso desde el 6 de abril de 20106, cuando fue apresado en el aeropuerto de San Fernando en la casua por lavado de dinero en la que actualmente está siendo juzgado por el Tribunal Oral Federal 4 junto a su hijo Martín, el contador Daniel Pérez Gadín, el abogado Jorge Chueco, el arrepentido Leonardo Fariña y el financista Federico Elaskar, entre otros.
La prisión preventiva de Báez vence hoy que era el plazo que estableció el Tribunal cuando se la prorrogó en abril de este año.