“Salgan todos de la comisaría, está tomada”, dijo Luis D’Elía. Era la noche del 26 de junio de 2004 y D’Elía, entonces diputado de la provincia de Buenos Aires ,y otras 40 personas ingresaban a la comisaría 24 del barrio de la Boca. Reclamaban la detención de un hombre que había matado a Martín “Oso” Cisneros, un militante de su agrupación.
Este miércoles a las 9:30, 13 años después, comenzará el juicio oral y público en los tribunales de Comodoro Py contra el dirigente social y otras dos personas por ese hecho. D’Elía está acusado de ocho delitos: lesiones leves, daño agravado por tratarse de bienes de uso público, atentado a la autoridad calificado, daño simple, privación ilegítima de la libertad coactiva y agravada, instigación a cometer delitos, amenazas con el objeto de obtener una concesión de parte de los poderes públicos y robo agravado.
En caso de ser condenado, D’Elía podría recibir una pena de cárcel efectiva.
En el mismo juicio, el dirigente kirchnerista también será juzgado por intimidación pública por una marcha que en marzo de 2008 realizó al Obelisco y la Plaza de Mayo para oponerse a las manifestaciones contra el gobierno de Cristina Kirchner por la resolución 125 sobre retenciones al campo.
El juicio estará a cargo del Tribunal Oral Federal 6, integrado por los jueces José Panelo, José Martínez Sobrino y Herminio Canero. La fiscal será Gabriela Baigún y está previsto que declaren cerca de 70 testigos, informaron a Infobae fuentes judiciales.
La noche de 24 de junio de 2004, D’Elía y otros manifestantes llegaron hasta la vivienda de Olavarría 284 donde vivía Cisneros, militante de la Federación Tierra y Vivienda y dirigente del comedor “Los Pibes”, y quien el día anterior había sido asesinado. “A estos hijos de puta hay que matarlos a todos, vamos a romper todos los patrulleros”, les dijo D´Elia a los policías que custodian el lugar, según la declaración de los oficiales. En el lugar fueron agredidos policías y uno de ellos declaró que D´Elia arrojó una piedra contra el parabrisas de uno de los móviles, según reconstruyó la investigación judicial que estuvo a cargo del juez federal Sergio Torres y del fallecido fiscal Luis Comparatore.
Los manifestantes señalaban que desde la comisaría, a cargo de Cayetano Greco, protegían al autor del crimen, Juan Carlos “Colchones” Duarte, quien luego fue condenado a 15 años de prisión.
“Vamos a la comisaría y la vamos a prender fuego”, dijo D’Elía antes de dirigirse a la comisaría 24, ubicada a cinco cuadras, en la calle Pinzón 456, a donde manifestantes ingresaron al lugar a las 12 de la noche.
Según la declaración de policías y de personas que estaban haciendo trámites en la seccional–que declararon como testigos en la causa–, los manifestantes obligaron a salir a los oficiales y comenzaron a hacer destrozos en el lugar. Bloquearon la entrada con una máquina de café, escritorios y bancos para que nadie pudiese ingresar.
Patricia Godetti estaba embarazada y se encontraba en el lugar con su marido y su hijo. “Salgan todos de la comisaría, está tomada”, declaró la mujer que dijo D’Elía cuando ingresó y que arrojó una computadora al piso. Una de las acusaciones contra el dirigente es la privación ilegítima de la libertad de esas personas a quienes dejaron salir dos horas después.
“La comisaría está tomada, los vamos a matar, vamos a prender fuego todo”, declaró por su parte un oficial que dijo D´Elía al ingresar al lugar.
Los manifestantes entregaron la comisaría ocho horas después cuando se ordenó la detención del acusado del crimen de Cisneros. La investigación judicial determinó que fueron destruidos cuadros, un equipo de música, escritorios, sillas, computadoras, teléfonos, base de comunicaciones, entre otros elementos. Además, fueron robados sobres con 570 mil pesos, un chaleco de la fuerza, municiones de calibre 9 mm., sellados policiales, libros contables, oficios y citaciones judiciales.
“Cabe destacar que D’Elía, en todo momento conservó el raciocinio suficiente para luego de agredir al personal policial, diseñar la estrategia de concurrir a la Comisaría, tomando por sorpresa a los efectivos de esa seccional, dirigiendo en todo momento a las personas que lo acompañaban. Incluso dentro de la dependencia mantuvo negociaciones con diversos funcionarios y hasta se permitió controlar la confección del acta de entrega de la dependencia supervisando los cacheos”, sostuvo el fiscal Camparatore cuando pidió la elevación a juicio del caso el 11 de diciembre de 2012.
D´Elía declaró en la causa y negó las acusaciones. Dijo que la comisaría no fue tomada sino que el personal policial recibió la orden de abandonar la dependencia ante la llegada de los manifestantes y que la demora en abandonar el lugar no fue por su liderazgo sino una decisión de sus compañeros y por temor una represalia.
También sostuvo que los manifestantes no provocaron ningún daño y que así quedó registrado en el acta de entrega de la seccional, aunque el fiscal señaló que el escrito daba cuenta de que los manifestantes se retiraron del lugar sin llevarse nada. “Yo la sensación que tengo es que la policía rompió cosas deliberadamente para culparnos a nosotros”, declaró. Sobre la privación ilegal de la libertad de la mujer embarazada y su familia sostuvo que no fueron retenidos y que no salieron de la comisaría por temor.
“La ocupación de la seccional tuvo lugar en forma violenta, operando mayormente agresiones físicas contra sus efectivos”, sostuvo el fiscal en su dictamen.
Junto con D’Elía también serán juzgados Ángel Borello y Luis Bordón, otros dos manifestantes que participaron de los hechos.
El juicio empezará el miércoles con la lectura de la acusación. Luego las partes podrán hacer planteos y los acusados tendrán la posibilidad de declarar, algo a lo que no están obligados y que pueden hacer en cualquier momento del juicio todas las veces que quieran.
El tribunal tiene fijadas otras cuatro audiencias hasta el ocho de mayo. Está prevista la declaración de 70 testigos, entre ellos el fiscal José María Campagnoli que cuando ocurrieron los hechos era funcionario del Ministerio de Justicia durante el gobierno de Néstor Kirchner y que estuvo esa noche en el lugar. Inclusive, Campagnoli fue imputado y citado a indagatoria por incumplir una orden judicial de desalojar la comisaría. Luego fue desvinculado del hecho.
Segunda acusación
En el juicio oral, D’Elía afrontará una segunda acusación. Es por el delito de intimidación pública por haber encabezado una marcha a Plaza de Mayo en la que tuvo “el deliberado propósito de generar un clima de violencia que intimidara a los manifestantes a fin de lograr que se retiren de la zona”, según la acusación del fiscal federal Gerardo Pollicita.
El hecho ocurrió el 25 de marzo de 2008 cuando D´Elia encabezó una manifestación contra quienes protestaban por la aplicación de la resolución 125. Esa noche, el dirigente golpeó de una trompada al ruralista Alejandro Gahan -lo que quedó registrado en imágenes de televisión– y fue condenado a cuatro días de prisión en suspenso.
D’Elía dijo que se manifestó porque quería defender al gobierno de Cristina Kirchner de lo que entendió que era un intento de golpe de estado.
Para el fiscal, la actitud de D’Elía y la gente que lo acompañaba “tuvo entidad suficiente como para quebrar la tranquilidad en que se venía desarrollando la manifestación iniciada en la Plaza de Mayo de esta Ciudad, así como también para infundir un estado de temor generalizado entre las personas que se encontraban allí, cuya magnitud fue tal que la mayoría de éstas se retiró repentinamente del lugar a fin de evitar agresiones”.
Fuente: Infobae