Belén Arena, de 25 años, denunció en un grupo de Facebook que fue echada de La Biela, reconocido bar de Recoleta, por acariciarse con su novia. A raíz de esto, organizó un “tortazo” para protestar frente al lugar el 5 de septiembre a las 20.
En el evento, está la descripción de la joven sobre lo sucedido: “Soy Belén Arena, tengo 25 años y soy bailarina, performer, directora, escritora y docente. Ayer me encontraba tomando un café con la persona con la que estoy, acariciándole la cara y el hombro mientras ella lloraba por una situación personal, cuando se acerca violenta e impunemente un mozo del lugar a decirnos que ‘nos tranquilicemos’ y que era inapropiado lo que estábamos haciendo”.
Y continuó: “Le pregunté qué era lo inapropiado y me dijo que me calme. Le pregunté si era porque somos dos mujeres y me dijo que hable con el encargado. Me acerqué a hablar con este señor a decirle que me estaban discriminando por lesbiana. Me dice que lo que hacíamos no era apropiado para el lugar. Le pregunté qué era exactamente lo que hacíamos, que lo verbalice y le pregunté si era consciente que vivimos en un país con ley de matrimonio igualitario, y le pregunté por qué no le decía nada a la pareja heterosexual que chapaba en la mesa de al lado. Me contestó ‘sos una ridícula'”
La fachada de La Biela, en Recoleta La fachada de La Biela, en Recoleta
Luego detalló el momento en que las sacaron: “Entre tres mozos me echaron del bar, y fuimos a hacer la denuncia. Nadie saltó a decir nada en ese bar. Me sentí aplastada por la voz de la mayoría heteronórmica”.
Concluyó con la convocatoria: “Por este motivo CONVOCO UN BESAZO MULTITUDINARIO Y HOMOSEXUAL PARA QUE SEAMOS MAYORÍA Y LA ACTUALIDAD Y LA HISTORIA TENGAN ALGÚN SENTIDO PARA TODXS. LUNES 5 DE SEPTIEMBRE A LAS 20HS TORTAZO PÚBLICO EN LA BIELA!!!!!!!!”
José, encargado de La Biela, explicó su versión: “Nadie echó a nadie. Era una situación obscena, de abrazarse y besarse. Entonces le pedí al mozo que le dijera que respetaran el lugar”.
“La mujer me increpó, me dijo que iba a llamar a la policía. Había un oficial acá y hablaron afuera. La pareja de ella se quedó adentro, pagó la cuenta y se fue”, aseguró. Y sentenció: “Nadie las echó. Es más, ella me increpó a mi”.