Lo acusaron de robarle una pipa para fumar marihuana. Drogados, iniciaron una golpiza brutal que terminó con su vida.

Delvin Mendoza Chaparro no sabía que a los 20 años su vida terminaría de la peor forma. Y menos que todo el mundo podría verla en vivo por Snapchat. Pero además de su brutal muerte, también pudo observarse cómo fue sometido a una humillación y una tortura inhumana previo a su deceso en Milwaukee, Wisconsin.

“Esto es lo que sucede cuando robas… la jodiste por completo, bastardo. Nunca más vengas y robes”, se escucha a uno de los agresores decirle al joven de 20 años, mientras otro lo sujeta contra el piso y lo fuerza a comer arena de gatos, donde están depositadas sus heces. También es orinado. Ése es el primero de los videos.

Devin Katzfey, Branden Katzfey y Sarah Zakzesky -todos de entre 19 y 20 años- lo acusaron de haberles robado una pipa para fumar marihuana.

En la segunda grabación, puede verse el cuerpo de Mendoza Chaparro tendido frente a una puerta, ensangrentado e inmóvil. “Eso es lo que ocurre cuando tratas de robar”, le grita el hombre que realiza el envío por Snapchat desde el teléfono móvil de la víctima.

Su cuerpo fue hallado un día después, entre cubos de basura, por un vecino que observó el rostro golpeado del joven. Los hermanos Katzfey y Zakzesky fueron acusados por el crimen de Mendoza Chaparro.

Al parecer, todos estaban drogándose en el apartamento de la mujer, quien dijo haber estado inconsciente. Al despertar, declaró Zakzesky, tuvo sexo con Branden Katzfey, mientras Mendoza Chaparro dormía en la sala. Quedó dormida nuevamente. Al rato, el otro hermano intentó despertarla gritándole que Delvin estaba robando los utensilios para fumar marihuana. Lo arrastraron de los pies hasta la cocina y comenzó la brutal golpiza.

Tras dejarlo inconsciente, Zakzesky pidió que se lo llevaran de su apartamento. Les pidió a los hermanos Katzfey que lo trasladaran de urgencia a un hospital, pero no le hicieron caso. En cambio lo tiraron en un callejón, entre los cubos de basura. La temperatura era tan baja que cualquiera podría morir congelado. Y Mendoza Chaparro no estaba en condiciones de moverse.

“Fue horrible. Me mostraron su foto y ni siquiera pude ir a la morgue a identificarlo”, contó Iris Chaparro, la madre del joven, con quien iba a pasar la primera Navidad desde hacía cinco años. Vivían en estados diferentes y no tenían contacto desde entonces.

Fuente: Infobae

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