Los dirigentes delinean el futuro del fútbol argentino mientras sus clubes sufren las consecuencias económicas de la pandemia. En dos temporadas habría tabla general para ver quiénes bajan y los ascensos no se modificarán en ningún momento. Así, se vienen campeonatos de 26 (2021) y 28 equipos (2022).
Hubo reunión de mesa chica, pensando en grande. La Superliga está en alerta total ante la pandemia y sabe que debe ganar tiempo para adelantarse a una crisis que no podría ser gambeteada ni por el propio Maradona. Así, algunos dirigentes con línea abierta con la Casa Rosada fueron tirando los primeros palotes pensando un futuro incierto. Pero algo hay que hacer y se están generando ideas. Lo más saliente que surgió en esta primera teleconferencia es descartar los promedios definitivamente y suspender los descensos por dos años: a partir de 2022 se abrazarían a una tabla general para determinar quién pierde la categoría.
¿Todo esto ya está firmado y sellado? Para nada. Entre mañana y pasado habrá otro cónclave al que se sumarían todas las voces de la Primera División para ir encaminando el barco. Este primer borrador fue pensando para beneficio de todos, ante una economía herida de muerte que las instituciones tendrán que reanimar en el mediano plazo para no caer en quiebra. No hay que pensar que unos pocos dirigentes tramaron hipótesis por beneficio personal. Acá está en juego el fútbol argentino en su conjunto y el trabajo de muchas personas. De hecho, cualquier idea formal que se defina deberá ser aprobada por la Asamblea que el Comité Ejecutivo de la AFA tiene planeada para el 19 de mayo, que tampoco se sabe si podrá realizarse.
Hoy el panorama es desolador. Si bien la TV se comprometió a pagar unos meses más, los clubes están perdiendo ingresos día a día: dejan de abonar cada vez más socios, los sponsor se van cayendo y obviamente es imposible soñar con alguna venta en dólares o euros. Encima, lo que parecía ser beneficioso por la posible extensión automática de contratos de los jugadores, hoy podría ser un peligroso búmeran. Por eso, el proyecto que salió de esta última reunión sostiene eliminar descensos por dos temporadas, la actual y la de 2021. Eso permitiría a los equipos rearmarse de otra manera, con mucho piberío que no pondría en riesgo la permanencia en la Máxima e incluso sin verse obligados a pagar salarios elevados o sumar futbolistas de emergencia para mantener el sueño de permanecer, como le pasó a Gimnasia a principios de año.
Es decir, la base del proyecto que se comenzará a estudiar en conjunto la semana que viene tiene raíces más económicas que deportivas. “Necesitamos dos años para recuperar financieramente a los clubes después de este desastre que estamos atravesando. Esta nueva idea tiene un consenso generalizado”, le dijo un directivo que participó en la teleconferencia a Olé.
Suponiendo que el fútbol pudiera retornar en septiembre, se ajustarían de ese mes a diciembre la disputa de las diez fechas que quedan de la etapa inicial de la Copa Superliga y las definiciones posteriores. Sin descensos, se pelearía por ese título y por el ingreso a las copas. Y como desde la Primera Nacional sí subirían los dos clubes que estaban previstos en la Liga Profesional 2021 serían 26 participantes. En el segundo semestre de este año, también se le haría espacio a la Copa Argentina.
Ya en el 2021, el torneo se ajustaría a los pedidos de la Conmebol en cuanto al calendario: febrero a diciembre (Argentina es el único de América que sigue a la europea). Lo que no se sabe es si serán dos torneos cortos o una temporada larga: obviamente seguirán la Copa Superliga (o como la denominen) y la Argentina. Además,para fines de 2021 habrá otros dos ascensos de la PN, por lo que en el 2022 serían 28 equipos.
De todas maneras, a mediados de 2021 está previsto comenzar a trabajar con la implementación de los descensos en la temporada siguiente. Y como ya se dijo, se harían por tabla general y no por promedios. De esta manera, a finales de 2022 si bajarían equipos a la Segunda, aunque no se sabe cuántos. Así, la Primera División entraría en el formato que ya utiliza el Ascenso y que promovió Chiqui Tapia hace un tiempo: erradicar los promedios.
“Para mí se vienen dos años sin descensos. Y con suerte creo que se puede volver a entrenar en junio”, blanqueó Nicolás Russo, presidente de Lanús, en La Red. Con este esquema que ya es mucho más que un borrador, los dirigentes esperan recuperar a sus instituciones de la debacle económica que les está causando el Covid-19.
Y cuando retorne la actividad aún tienen un punto pendiente: renegociar el contrato por los derechos de televisión, tanto nacionales como internacionales. De todos modos, el avance o el control de la pandemia será lo que determine el futuro.
fuente: olé