Esta madrugada, un joven de 18 años, oriundo de la ciudad de Buenos Aires, falleció tras ser atacado por una patota de 11 amigos a la salida del boliche Le Brique, en Villa Gesell. La víctima, identificada como Fernando Báez Sosa, había ido a bailar junto a sus amigos, junto a quienes habría protagonizado una pelea con el otro grupo dentro de la discoteca.
Según se pudo reconstruir, pasadas las 4.30 de la madrugada, la seguridad del boliche aplicó el protocolo nocturno y expulsó al grupo del joven que luego moriría. 20 minutos más tarde, volvieron a encontrarse fuera del lugar, en la intersección de la Avenida 3 y calle 102, en donde Báez Sosa terminó siendo golpeado por varias personas al mismo tiempo.
Tras producirse esta situación, los transeúntes dieron rápido aviso al 911 y un ambulancia del SAME lo trasladó al hospital Arturo Illia para ser asistido. El joven ingresó a las 5:14 con traumatismo de cráneo y pérdida de conocimiento. Pero más allá de las tareas de reanimación que le practicaron los médicos, falleció a las 6 de la mañana.
Horas más tarde, los agresores -oriundos de Zárate- fueron identificados como:
Matías Franco Benicelli (20)
Ayrton Michael Viollaz (20)
Máximo Thomsen (20)
Luciano Pertossi (18)
Lucas Pertossi (18)
Alejo Milanesi (20)
Enzo Comelli (19)
Juan Pedro Guarino (19)
Ciro Pertossi (19)
Blas Cinalli (18)
Pablo Ventura (21)
Ventura fue el último aprehendido. La policía lo localizó en la ciudad de Zárate a donde se había fugado con la ayuda de su padre.
Los jóvenes estaban alojados en un chalet de dos plantas situado sobre la calle 202, en la entrada al Bosque Pinar, cuando fueron interceptados por personal policial.
En el video se puede observarse el desenlace del enfrentamiento, donde aparece Báez Sosa tendido en el suelo, y con el torso desnudo, y uno de los agresores le pega una patada en la cabeza. La causa quedó a cargo de la UFID 8 Madariaga, del fiscal Walter Mercuri, quien ordenó allanamientos para dar con los agresores.
A través de sus perfiles en las redes sociales, se constató que sus relaciones se generaron a partir de la escuela o el rugby, deporte que la mayoría practica en el Arsenal Rugby Club de Zárate. La Policía comprobó que muchos de ellos tenían lesiones en las manos e incluso se secuestraron prendas con manchas de sangre.
Las cámaras de seguridad de la ciudad permitieron perseguir el rastro del grupo, quienes tras la golpiza regresaron a la casa que alquilaban a menos de tres cuadras del boliche.
“Estábamos sentados en un bar que queda pegado a un boliche tomando algo y salen unos pibes del boliche peleando. Le pegan entre varios hasta que lo agarran en el piso a patadas (le patearon hasta la cabeza). Yo justo me había ido al baño y cuando salí el pibe estaba desmayado, sin remera y a nada de ahogarse en sangre. Me cruzo para saber cómo estaba y aparentemente estaba desmayado”, relató Camila Heit, una testigo privilegiada de lo ocurrido, en su cuenta de Twitter.
“Los amigos lo quisieron levantar y les pedimos que no lo muevan. Llamamos a la ambulancia, llegan policías y bomberos mucho antes. Para cuando llega la ambulancia el pibe estaba sin pulso y hacía varios minutos que le hacían rcp intentando reanimarlo”, precisó la joven, quien se lamentó que un chico que fue hasta Gesell a pasar sus vacaciones haya encontrado la muerte de ese manera.