Es popularmente conocido como El Sol de México, pero nació en San Juan de Puerto Rico hace exactamente 50 años. Tardó en admitirlo: su padre, el temible Luisito Rey, tenía una estrategia, la idea de que era mejor presentarlo a la sociedad como la gran promesa musical en tierras aztecas (antes había falsificado una documentación para intentar hacerlo pasar como estadounidense, pero no tuvo éxito).
Los engaños y las manipulaciones parecen haber marcado el pulso de los primeros años de la vida de Luis Miguel. Luego llegaría, quizá, uno de sus mayores dolores: la misteriosa desaparición de su madre, Marcela Basteri, cuando él ya triunfaba en los escenarios del mundo como un artista adolescente.
Sin embargo, sus cinco décadas de vida también tuvieron, y siguen teniendo, un costado luminoso: el talento para elegir grandes canciones e interpretarlas de manera magistral, los grandes éxitos, los fanáticos que se multiplican por todo el mundo, las presentaciones multitudinarias, los amores imborrables y las recaudaciones millonarias lo llevan hoy a celebrar, en medio del hermetismo que lo caracteriza y una actualidad marcada por la discreción y el misterio.
LOS PRIMEROS ENGAÑOS
Tal como se pudo ver en Luis Miguel la serie, la exitosa ficción creada por Netflix con el aval del propio artista, dos de los personajes centrales en la vida del cantante fueron sus padres: el cantante español Luis Gallego Sánchez, más conocido como Luisito Rey, y la ciudadana ítalo-argentina Marcela Basteri.
Tal como ocurriría tiempo después con su primogénito, Luisito Rey fue un niño prodigio, que se destacó por su talento musical desde pequeño. Sin embargo, llevado por los excesos, nunca logró gran repercusión ni pudo organizar seriamente su carrera.
“Sus reuniones sociales, donde no faltaba la paella del mayor de los Gallego y el canto de Luis, abrieron puertas en noches eternas donde el alcohol y las drogas daban paso a continuos amaneceres, incluso en algunos casos a composiciones, porque él decía que la embriaguez lo inspiraba”, escribió el periodista Javier León Herrera, autor de Luis Miguel. La historia (Aguilar, 2018), una de las biografías más completas del cantante.
Hacia mediados de los años ‘60 los hermanos de Luisito Rey quisieron impulsarlo, sentían que tenía potencial artístico. En medio de negociaciones, intentos fallidos y su hit Frente a una copa de vino, que le dio algo de visibilidad, emprendió giras por Latinoamérica y realizó algunas presentaciones en vivo. Por unas deudas que tenía decidió salir de su país con un pasaporte fraguado y agregarle una “s” a su apellido: así pasó a llamarse Luis Miguel Gallegos.
Fue en este período cuando conoció a Marcela Basteri en Mar del Plata, Argentina, e iniciaron un romance apasionado. Como hizo toda su vida, el padre de Luis Miguel apeló a uno de sus mecanismos habituales: la falsificación. Es que, cuando se consolidó la relación, Luisito presentó en sociedad a su compañera como “una célebre actriz italiana” y hasta llegó a inventar en una entrevista una boda entre ellos que nunca sucedió.
“La hizo su compañera, y puesto que ella nada tenía que ver con el medio artístico, inventó una historia. Le hizo creer a la opinión pública argentina que Marcela era lo que no era. Ella, cegada por la pasión, aún con la oposición de su padre, dejó todo y siguió los pasos del cantautor, una decisión que marcaría su trágico destino, iniciado con el encuentro casual de un español y una italiana en una ciudad costeña argentina”, detalló en su libro el biógrafo del intérprete de La incondicional.
PRIMERA INFANCIA
Sin que la carrera de Luisito Rey despegara, la pareja inició un largo recorrido. Por un supuesto proyecto artístico recalaron primero en México y luego en Puerto Rico. Fue allí que nació el primogénito.
“Marcela Basteri rompió aguas en su casa a las 5 de la tarde del sábado 18 de abril después de dos días de contracciones. Los astros estaban bajo el signo de Aries”, reconstruye el biógrafo del cantante, y agrega: “Luis Miguel nació exactamente a las 11.30 PM del sábado 18 de abril (…). Accedí a la habitación 315, en la que vino al mundo el intérprete de Suave, donde además hay una placa conmemorativa de tal evento”.
Según escribió el periodista que más conoce la vida de Luis Miguel, el cantante festejó su cumpleaños en una fecha errónea: “Tuve acceso al expediente médico (…) donde se recoge el dato de la hora exacta del natalicio, las 23.30, es decir, Luis Miguel como bien dije ha celebrado toda su vida su cumpleaños en el día equivocado, él nació el 18 y no el 19 de abril”.
Con ese dato se cayó años después, y luego de una gran polémica mediática, uno de los embustes más escandalosos de Luisito Rey, que llegó a asegurar que su hijo mayor había nacido en Veracruz y, por lo tanto, que era de origen mexicano.
En los años ‘70 la familia inició una etapa plagada de viajes: primero vivieron en México y luego estuvieron en España, donde Luis Miguel llegó a cursar algún tiempo sus estudios primarios.
Entre viajes, fiestas y veladas bohemias interminables, tal como se puede ver en la ficción de Netflix, que ya desde el primer episodio refleja esa atmósfera, la primera infancia de Luis Miguel no fue nada sencilla.
“Resulta fácil imaginarse cómo pudieron influir en el crecimiento del niño las constantes fiestas que se organizaban en las diferentes casas por las que fue peregrinando desde su mismo nacimiento y el pesado ambiente en el que se crió, donde había alcohol, drogas y promiscuidad. No debe extrañar por tanto su precocidad en tantas cosas que irán aconteciendo según vayan pasando los años. Hasta que cumplió la mayoría de edad Luis Miguel no fue dueño de su propio destino”, afirma León Herrera en su obra.
Mientras las deudas y los problemas económicos se multiplicaban, Luis Miguel iba, sin embargo, dando muestras de su talento. Es que el pequeño Micky, como lo llamaban en la intimidad, sorprendía a todos por su voz dulce, su cara angelical y su gran locuacidad.
En una de las escenas más logradas de la serie se puede ver bien que no pasó mucho tiempo hasta que Luisito Rey detectó que su hijo mayor podría convertirse en una suerte de salvavidas para él y toda la familia.
Luis Miguel debutó con apenas 10 años arriba de un escenario de Ciudad Juárez, cuando cantó acompañando a su padre, que se presentaba en cabaret. La interpretación fue de tal impacto que comenzaron a llegarle cada vez más propuestas artísticas.
Desde entonces, su carrera adquirió un ritmo frenético: llegó a la televisión mexicana, a cantar en la boda de Paulina López Portillo, la hija del entonces presidente mexicano, y a firmar 1982 firmó un contrato millonario con EMI que lo llevaría a grabar dos discos de gran repercusión: Un sol y Directo al corazón.
Con las finanzas familiares encaminadas, llegó el segundo de los hijos de Basteri y Rey: Alejandro, más conocido como Alex.
Los expertos en la vida del artista coinciden en señalar que por esos tiempos vivían días de alegría plena.
“Hay que destacar que en este inicio de su carrera Luis Miguel estuvo muy cerca de la felicidad completa. Hubo momentos en los que el mundo creyó ver un sueño hecho realidad, el de una familia feliz y unida y un niño soñador que cumplía su sueño de ser cantante y al que en su fuero interno le satisfacía arreglar todas las penurias de su gente”, reveló el biógrafo del artista. De esta época es, por ejemplo, un viaje que realiza la familia a Disney y que fue cubierto ampliamente por las revistas del momento.
Pero aquella ilusión llegaría a su fin. Mientras su carrera seguía en ascenso –ahora era convocado a participar de festivales internacionales como el de San Remo, en Italia, hasta el célebre escenario de Viña del Mar, en Chile–, la pareja de Marcela y Luisito se derrumbaba. Los motivos: la personalidad autoritaria del padre del cantante, su vida de excesos y las continuas infidelidades.
DERRUMBE FAMILIAR Y ÉXITO ROTUNDO
En esta etapa Basteri quedó embarazada de su tercer hijo, Sergio, quien nació tras un parto muy complicado. Fueron días tan dolorosos que la mujer decidió huir con el bebé y pidió asilo a su familia, que vivía en Italia.
Desesperado, Luisito Rey empezó a buscar a su esposa, quien guardaba muchos secretos de su vida y de sus desmanejos. Quería recuperarla, que volviera a vivir con él y con sus hijos mayores.
Tal como se vio en los capítulos finales de la serie, que podría tener una segunda temporada cuando la industria reanude sus proyectos suspendidos por la pandemia del coronavirus, en 1986 Luisito le pidió a Marcela que se encontraran en España para hablar.
Hasta donde se pudo reconstruir, la mujer viajó con su hijo menor a cuestas. Incluso sus familiares italianos recibieron llamadas telefónicas de ella, en las que aseguraba que estaba en Madrid, con la familia de su esposo.
“Después de eso se esfumó. La tierra se la tragó. Desde entonces, más o menos a principios de septiembre de 1986 no hay una sola señal de vida de la mamá de Luis Miguel”, revela el biógrafo de Luis Miguel. Por entonces Marcela tenía 39 años y se encontraba muy deteriorada físicamente.
En paralelo, Luis Miguel brillaba en cada presentación pero empezaba a darse cuenta de que su padre, que a la vez era su manager, se manejaba de una manera extraña. El joven necesitaba independizarse.
Una vez que llegó a la mayoría de edad decidió emprender su camino alejado de su progenitor, que no vio con buenos ojos su decisión y se enfureció.
Fue en esos tiempos cuando apareció en su vida el empresario argentino Hugo López, un hombre que con el tiempo se convertiría en su protector, su confidente y su salvador. O en un “segundo padre”, según señalaron distintos allegados que conocieron a ambos.
La carrera de Luis Miguel, de la mano de López, fue pura cosecha de éxitos. Al argentino le atribuyen, entre otros grandes hitos, la selección de temas para el disco Busca una mujer, de 1988, que marcaría un volantazo en la trayectoria del artista (la placa, entre otras memorables canciones, tiene los hits Un hombre busca una mujer, Fría como el viento y La incondicional). A instancias de López, además, el cantante llevó adelante un cambio de estilo musical y físico que lo llevó a aumentar todavía más su popularidad.
En 1989, aunque el tema se mantuvo oculto y recién en 2007 el artista la reconocería oficialmente, nació en el Hospital Español de la Ciudad de México Michelle, la hija mayor del cantante, fruto de su romance con la modelo Stephanie Salas.
La década del ‘90, quizá la más rutilante en términos artísticos y de exposición para el Sol de México, traería más éxito.
En 1990 tuvo lugar otro suceso de la mano de López, el disco 20 años, que llegó a vender 600 mil copias en su primera semana de distribución. El empresario argentino también cumplió un rol de contención: tal como se pudo observar en los últimos episodios de Luis Miguel, la serie, López lo ayudó cuando el cantante cayó en excesos y algunos escándalos en su vida amorosa.
De esos años son memorables las giras, que lo llevarían a conquistar Latinoamérica y Estados Unidos, además de algunos países de Europa, además de los célebres discos Romance, Aries y Segundo romance, entre otros.
Para entonces, algunas de las mentiras de Luisito Rey afloraron públicamente. Entre otras, la nacionalidad de su hijo, que finalmente por una gestión del gobierno mexicano le dio la ciudadanía al cantante.
Luisito Rey murió en España, en 1992, víctima de un deterioro de su salud provocado por la constante ingesta de alcohol y cocaína. Según la familia Basteri, el hombre se llevó a la tumba el secreto de la desaparición de la madre de Luis Miguel. En distintas entrevistas aseguraron que habría urdido algún tipo de plan para hacerla desaparecer. La serie de Netflix, aunque no da detalles y lo muestra de manera elusiva, pareciera avalar esto.
El nuevo siglo encontró a Luis Miguel con más éxito y otra novedad en su vida: en 2005 los paparazzi lo registraron de la mano de la modelo mexicana Aracely Arámbula, con quien inició una historia de amor y tuvo dos hijos: Miguel, que nació en 2007, y Daniel, que llegó al mundo el 18 de diciembre de 2008. Pero después de casi cinco años la pareja llegó a su fin.
Desde entonces, al cantante le atribuyeron distintos romances e historias de todo tipo. Siempre hermético, prefirió recluirse, incluso llegó a pasar varios años sin presentarse en público. Los últimos tiempos también llegaron con algunos problemas vinculados a su salud.
“Sus períodos depresivos, la lucha de El Sol contra su propio ocaso, son una constante en su vida. Refugiarse en fármacos es un recurso que su propio cuerpo no ha podido disimular a pesar de llevar el asunto en la discreción más absoluta”, señala la biografía del artista.
A partir de la enorme difusión que tuvo Luis Miguel, la serie, la carrera del artista pareció recobrar un nuevo impulso entre 2018 y 2019. Incluso llegó a cantar en vivo y emprendió una gira que lo llevó a varios países, incluida la Argentina.
Siempre misterioso, en los últimos días posteó en su cuenta de Instagram un pedido escrito a sus seguidores para que cumplan con la recomendación de las autoridades sanitarias del distanciamiento social con el hashtag #QuedateEn Casa.
La publicación tiene más de dos mil comentarios, con varios fanáticos reclamando que aparezca en vivo por las redes sociales y que muestre cómo vive sus días de cuarentena obligatoria.
Los 50 años encuentran a Luis Miguel, una vez más, enigmático y acompañado por el cariño de su público.