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El ataque a un árbitro en el predio Las Cañas de Yerba Buena habría sido por encargo, creen los investigadores. Antes del ataque a tiros, Oscar Pérez habría recibido amenazas por parte de familiares de la ex mujer con la que había decidido finalizar su relación.

El hecho ocurrió el sábado a la tarde. Dos jóvenes detuvieron la moto en la que se desplazaban cerca del predio. Uno de ellos, se arrimó a la tela y le hizo seña al árbitro que estaba descansando en el entretiempo de uno de los partidos que se disputaban en Las Cañas. El referí se acercó y escuchó que le preguntaban: “¿Vos sos Oscar Pérez?”. Respondió que sí, y al ver que el desconocido tenía un arma de fuego, se dio la vuelta y comenzó a caminar con paso acelerado. Segundos después, los testigos escucharon dos disparos y observaron a la víctima tirada en el suelo y al atacante escapando.

Con el correr de las horas, los investigadores comenzaron a descartar hipótesis. La primera, que se trató de un hecho de inseguridad. Después, por una venganza por alguna cuestión deportiva y, mucho menos, un mensaje de tipo mafioso por una deuda impaga. Y surgió otra, mucho más preocupante. Se habría tratado de un ataque por encargo. Alguien podría haberles pagado a estas personas para que acabaran con su vida.

El motivos más fuerte

Según la investigación, todo fue por una cuestión sentimental. Pérez desde hace varios años convivía con una mujer en el barrio Policial III, de Tafí Viejo. Pero meses atrás decidió poner punto final a la relación. A partir de ese momento comenzó a recibir todo tipo de presiones para que volviera con ella. La mujer, de acuerdo a la versión que dieron a conocer varios testigos, habría sufrido una severa crisis que la llevó a una profunda depresión.

herido

Según los investigadores, por esa razón, los hijos de la mujer intentaron a toda costa convencer al árbitro para que volvieran a estar juntos. Él no aceptó y la situación comenzó a agravarse. Los jóvenes -son hermanos- después le ofrecieron dinero para que regresara con su madre. Como rechazó el ofrecimiento, empezaron a amenazar de muerte. En la última comunicación, le habrían anunciado que enviarían a alguien para matarlo si es que no regresaba con la mujer.

“No sabemos bien qué pasó. Sólo le dijimos a la Policía que mi papá estaba muy preocupado por lo que le estaba pasando”, explicó Facundo Pérez, hijo de la víctima. “Nosotros estábamos al tanto de lo que le estaba pasando. Hasta vimos los mensajes que estaba recibiendo amenazas por parte de esa gente”, remarcó.

Con todos estos indicios, el fiscal Pedro Gallo solicitó que se allanara el domicilio de los sospechosos. Personal de la Brigada de Yerba Buena, al mando de los comisarios Raúl Sanagua, Daniel Cuellar y Jorge Dib, se presentó en la casa, que cuenta con rejas y cámaras de seguridad. Los policías secuestraron dos celulares: uno es de la ex pareja de la víctima y el otro, de uno de sus dos hijos. También los notificaron a los tres que tenían totalmente prohibido acercarse o mantener cualquier tipo de contacto con la víctima durante los próximos seis meses.

Uno de los jóvenes sospechados es efectivo de la Fuerza Aérea y está destinado en el sur del país. Todos son parientes de un ex policía que fue condenado por el crimen del juez de Menores Héctor Agustín Aráoz y de un efectivo de la Policía Federal que quedó detenido por su supuesta vinculación en un secuestro narco.

“Mi papá recibió el disparo en la zona lumbar. Por el momento, no puede mover ni tiene sensibilidad en las piernas. Pero debemos esperar para tener el diagnóstico definitivo de los médicos”, dijo Facundo Pérez, uno de los seis hijos del árbitro, que se desempeñaba como responsable de seguridad del Sanatorio Parque, donde ahora se encuentra internado.

 

 

 

fuente: contexto

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