Se registraron más diagnósticos de la infección aunque la cantidad no es alta como en años anteriores. Cuál es la situación de los sublinajes de Ómicron que ganan terreno en el mundo.
El COVID-19 sigue siendo hoy una amenaza para la salud de la población en todo el mundo, según advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En la Argentina, los casos de personas con el diagnóstico de COVID han aumentado en el último mes, aunque no son valores tan altos como los que había durante las olas de 2021 y 2022.
Se registró una suba de más del 150 % en los casos confirmados registrados semanalmente si se compara la segunda semana de julio con la segunda de agosto, según el boletín epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación.
Los casos, en realidad, podrían ser muchos más de los notificados porque no todas las personas tienen síntomas y no todos los afectados hoy se testean.
Fuerte suba de casos de COVID
Durante 2023, los casos confirmados con la infección por el coronavirus descendieron a comienzos del año. Se mantuvieron por debajo de los 1.000 casos semanales entre febrero y la primera semana de agosto. Pero en la semana del 14 al 20 de agosto fueron 1450 casos semanales.
En la semana del 17 al 23 de julio se registraron 77 casos diarios de COVID en promedio. En cambio, en la semana del 14 al 20 de agosto se detectaron ese número subió a 207, una suba de más del 150%, según dijo a Infobae el doctor Jorge Aliaga, de la Universidad Nacional de Hurlingham, que analiza los datos oficiales.
El coronavirus vuelve a ser el patógeno predominante
Durante julio el porcentaje de positividad se mantiene por encima del 10% y en ascenso, especificaron los epidemiólogos de la cartera de Salud. En la primera semana de agosto superó el 16%. El porcentaje de positividad se calcula con el número de casos confirmados y el número de test realizados.
La suba de casos del COVID hizo que el coronavirus volviera a ser el patógeno predominante por sobre otros virus respiratorios que se monitorean, como el virus de la gripe y el virus sincicial respiratorio (que causa la bronquiolitis).
El aumento podría estar relacionado con la introducción de sublinajes de la variante del coronavirus Ómicron que antes no circulaban en el país.
Hoy circula exclusivamente la variante Ómicron. Desde su detección ha variado la predominancia de sus sublinajes. Entre abril y julio se identificó el sublinaje XBB* en 220 de 228 muestras analizadas, BQ.1* en 2, BA.5 en 1 muestra y BA.4 en otra muestra.
Eris y Pirola, los nuevos sublinajes de Ómicron
Actualmente, la OMS está monitoreando 3 sublinajes de Ómicron como de “interés” y tiene otras siete bajo seguimiento. Recientemente, se identificaron 5 casos aislados del sublinaje de interés EG.5 (se conoce como Eris) en la Argentina Cuatro de ellos eran pacientes con residencia en la provincia de Córdoba y uno en Ciudad de Buenos Aires. Los casos fueron detectados a través de la vigilancia genómica a través de la Red Federal de Genómica y Bioinformática.
El 17 de agosto la OMS designó un nuevo sublinaje BA.2.86 -que se conoce popularmente como Pirola– que llamó debido a que presenta más de 30 de mutaciones genéticas en la proteína de la Espiga del virus.
Tras el aumento de casos de COVID, el Ministerio de Salud de la Nación instó a fortalecer la vigilancia epidemiológica del coronavirus y de otros virus respiratorios en casos hospitalizados y en las Unidades de Monitoreo Ambulatorio que se encuentran en todas las jurisdicciones del país.
También volvió a llamar la atención sobre la importancia de estar con las vacunas contra el COVID al día. Todas las personas a partir de los 6 meses de edad deben contar con al menos el esquema primario completo y un refuerzo aplicado en los últimos 6 meses. El intervalo mínimo entre refuerzos y entre el esquema primario y la dosis de refuerzo es de 4 meses.
La aplicación de las dosis de refuerzos se estratifica según el grado de riesgo de tener enfermedad grave. Se considera que tienen riesgo alto de COVID-19 grave, todas las personas de 50 años o mayores y personas gestantes, todas las personas con inmunocompromiso a partir de los 6 meses de vida. En esos casos, se deben aplicar una dosis de refuerzo a los seis meses desde la última dosis aplicada y continuar con la misma periodicidad.
En tanto, tienen riesgo intermedio las personas menores de 50 años con comorbilidades no inmunosupresoras (enfermedades crónicas, obesidad), personal de salud y personal estratégico. Deben recibir dosis de refuerzo a los 6 meses desde la última dosis aplicada y luego continuar con periodicidad anual.
Las personas entre 6 meses y 49 años inclusive sin comorbilidades se consideran en riesgo bajo. Deben aplicarse una dosis de refuerzo a los 12 meses desde la última dosis aplicada y continuar con periodicidad anual.
Cómo cuidarse del COVID-19
Además de aplicarse las vacunas, es importante tomar también las siguientes medidas de prevención:
– Mantener la ventilación adecuada de los ambientes
– Lavarse frecuente y adecuadamente las manos con agua y jabón
– Cubrir la boca y la nariz al toser o estornudar, lavarse las manos inmediatamente
– Descartar los pañuelos de papel inmediatamente después de usarlos
– No compartir artículos personales como vasos, cubiertos y utensilios
– Las personas enfermas deberán permanecer en su casa y evitar actividades laborales, educativas o la concurrencia a lugares públicos hasta que hayan transcurrido al menos 24 horas de la desaparición de la fiebre.