Por Julio Denis* para Diario Cuarto Poder | La cuarentena, en Medicina, es un término para describir el aislamiento de personas o animales durante un período de tiempo no específico como método para evitar o limitar el riesgo de que se extienda una enfermedad.
El origen del término
La palabra cuarentena proviene de Quaranta giorni en italiano, que a su vez proviene de la palabra quadraginta en latín y que traduce como cuatro veces diez, con origen religioso y que se empezó a usar con sentido médico.
El término médico designa el aislamiento de 40 días que se le hacía a las personas sospechosas de portar la peste bubónica durante la pandemia de peste negra en Venecia en el siglo XIV.
Hoy el mundo está sumido en una de las crisis sanitaria y económica más importantes debido a la pandemia del coronavirus, también conocido como covid-19. Más de 200 mil personas murieron y la mitad de la población mundial está en aislamiento preventivo.
Una decisión difícil en Argentina
La decisión de aislar a la sociedad para evitar la propagación masiva de la enfermedad por parte del Presidente Alberto Fernández fue muy acertada y el paquete de medidas periféricas tomadas buscaron aplanar la curva de la enfermedad.
También se contempló bajar la tasa de mortalidad y asistir a los sectores más necesitados. La voluntad política de buscar el beneficio de los habitantes es evidente, pero esta situación seguramente provocará una caída mayor de la economía nacional.
Para los chinos, lugar de donde provino la enfermedad, crisis significa oportunidad y esta en la sabiduría de nuestros líderes y en las acciones de cada uno transformar este clima desfavorable en la oportunidad de ponernos de pie de una vez por todas.
Debemos celebrar la vida y no dejar que el sacrificio de quienes salen día a día para poder garantizar la salud, la provisión de alimentos y nuestra seguridad no sea en vano.
Consecuencias económicas
El aumento en los niveles de desempleo debido a la pérdida de puestos de trabajo en empresas quebradas es una de las grandes preocupaciones, así también como la pérdida de ingresos en los trabajadores no informales de actividades no exceptuadas.
Para ellos el Estado nacional tiene previsto para el trimestre abril-junio un paquete de asistencia económica que alcanzará el 5,6% del PBI, y un monto estimado entre gasto fiscal y facilidades financieras de unos 1,7 billones de pesos.
La actualización de cifras también destaca que si se incorpora al análisis el alcance del sistema de seguridad social, se debería sumar el 0,7% del PIB que actualmente dedica la Argentina por mes por ese concepto, y que en el conjunto del trimestre abril-junio, significaría un total de 7,7% del producto.
Programas puntuales
En el primer grupo de las medidas de coyuntura ya anunciadas por el Gobierno se contemplan programas puntuales como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), la Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) o bonos extraordinarios, que tienen hasta ahora una frecuencia mensual e insume cerca de $350 mil millones, lo que equivale a casi 1,2% del PIB.
El segundo paquete de medidas está vinculado a la financiación de créditos productivos orientados a empresas y sectores afectados por la emergencia, mediante aportes del Tesoro que se destinan para financiar líneas de créditos a tasas subsidiadas o programas de garantías.
El gobierno nacional también tendrá que analizar medidas para bajar tasas de intereses en tarjetas de créditos y créditos para algunos sectores quizás un poco olvidados, los cuales ante la pandemia se han visto reducidos sus ingresos.
Consecuencias sociales
Que el aislamiento social iba a causar consecuencias psicológicas era previsible. Pero que sea en un número significativo de argentinos y que el mayor impacto se enfoque en los jóvenes es llamativo.
Es lo que reveló una encuesta realizada por el Instituto de Neurociencia Cognitiva y Traslacional (Conicet/Ineco/Universidad Favaloro) a más de 10 mil personas. El trabajo concluyó que alrededor de un tercio de los encuestados atravesaba un estado depresivo o ansioso “significativo”.
Además, según los expertos, se estima que al ir extendiéndose la cuarentena también irá en aumento la cantidad de personas con esta sintomatología. Y ya advierten por una “epidemia” de casos de estrés postraumático.
Posibles depresiones
“Por medio de cuestionarios online hicimos una batería de preguntas a 10.053 personas, de todo el país, de entre 18 y 84 años, que contestaron al final de la primera semana de aislamiento. Y comprobamos que un 33% expresaba alguna condición compatible con una posible depresión”, resumió el psiquiatra Marcelo Cetkovich, director médico de Ineco y uno de las autores del estudio. Y el experto agregó que se sabe que los efectos psicológicos de la pandemia son acumulativos.
“Percibimos un claro aumento de situaciones de distrés, que tiene que ver con hacinamiento y con incertidumbre. Las dos emociones que hoy dominan son el miedo y la tristeza. Y eso lleva a sintomatologías de depresión, que se genera por la pérdida de “cosas”, desde amigos a situaciones de trabajo”, explicó el psiquiatra Pablo Gagliesi, especializado en terapias cognitivo-conductuales.
Los jóvenes muy afectados por el aislamiento
Por otra parte, en un segundo estudio, esta vez realizado en una muestra de 66 jóvenes de 18 a 26 años de la ciudad de Malargue (Mendoza) se encontró que este grupo es el que más sufre las consecuencias mentales del aislamiento.
En ese sentido, midiendo parámetros de depresión, más del 50% de esa población presentó criterios para diagnóstico. Y analizando la gravedad de la sintomatología, cerca de la mitad de los encuestados manifestó síntomas depresivos de niveles de “moderados” a “severos”.
También a profesionales de la salud y recuperados
“Afectará a profesionales de la salud y también a quienes hayan superado la enfermedad o a quienes hayan perdido un familiar, debido a que son muertes muy particulares, sin asistencia familiar y sin poder hacer el duelo”. Y agregó que “de aquellos que hayan pasado por terapia intensiva, tal vez hasta el 50% desarrolle patologías de estrés postraumático”.
Es más que seguro que la peor pandemia de la que se tenga memoria dejará sus huellas en más de un aspecto y también seguramente cuando el tiempo haya pasado nuestros hijos les contarán a sus hijos y nietos que alguna vez estuvieron en casa durante bastante tiempo para sobrevivir a una terrible enfermedad que provocó cientos de miles de víctimas fatales.
Lo que quiero decir es que la humanidad seguirá adelante y es responsabilidad de todos no perder la memoria de ello y no cometer los mismos errores. El mundo nunca más será el mismo y esperemos que los buenos hábitos de higiene y ese espíritu solidario sea la bandera de las nuevas generaciones.
*Analista político