La promesa de una “lluvia de inversiones” que se expresó en reiteradas oportunidades durante la presidencia de Mauricio Macri se redujo a un escaso ingreso de divisas que representó menos de la décima parte del endeudamiento tomado por el Estado a lo largo de los cuatro años de la gestión, según un estudio de la Fundación Libertad y Progreso.

La entidad sostuvo que el Gobierno del presidente Alberto Fernández “aún no ha dado señales” de implementar un plan económico con las reformas que permitan cambiar el panorama e incentivar la afluencia de inversiones y le advirtió que para ello “no alcanza con la restructuración de la deuda”.

La Inversión Extranjera Directa (IED) entre 2016 y 2019 fue de USD 9.770 millones, a un promedio de USD 2.442,5 por año, muy lejos del 20% del PBI que los economistas consideran un nivel aceptable para una economía emergente.

En los cuatro años de administración macrista, el ingreso total de dólares fue de USD 135.816 millones y dentro de ese monto la mayor parte correspondió a la deuda del sector público nacional y provincial, que alcanzó a USD 103.389 millones si se computan los desembolsos acordados con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En consecuencia, la IED representó el 9,4% de los dólares ingresados por endeudamiento.

El economista jefe de LyP, Iván Cachanosky, reconoció que en el magro desempeño de la IED pudo haber influido el mal contexto internacional, pero atribuyó la razón principal a “una cuestión endógena”, que a su jucio fue la “falta de reformas estructurales” que generó la desconfianza de los inversores externos sobre la segunda mitad del mandato presidencial.

“El mundo le creyó a Macri los primeros dos años, por eso nos podíamos endeudar, pero en marzo de 2018 cambia el contexto internacional. Ahí fue cuando los inversores comenzaron a analizar qué hacer con su dinero y con la suba de la tasa de la FED resolvieron irse a Estados Unidos, mucho más cuando se dieron cuenta de que, después de dos años de promesas, la Argentina no estaba haciendo los deberes”, planteó Cachanosky a Infobae.

En ese sentido destacó el resultado negativo de la Inversión de portafolio en 2018 y 2019: “Ahí es cuando se observa el cambio de tendencia, no solo en la IED sino en la timba financiera”, acotó.

Al respecto, calificó de “muy tímido” el intento de reforma previsional llevado a cabo en diciembre de 2018 y que recientemente fue suspendido por la ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, además de criticar que la reducción del déficit primario se concretó “en la segunda mitad y porque el FMI los obligó”.

“Por el contrario, en los primeros dos años subió. Y esa señal para el inversor fue mala”, señaló al explicar las razones por la que los inversores le bajaron el pulgar a la gestión de Macri.

La información del LyP, en base a datos del Banco Central, difiere de la expuesta por la anterior gestión de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI) que indicó que al 30 de junio de 2019 había 186 proyectos presentados por un total de USD 26.196 millones, monto que si bien no discrimina entre inversión local y extranjera supera ampliamente al señalado por la Fundación.

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