El presidente Alberto Fernández desató la polémica al anunciar el cierre de las escuelas durante 14 días en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) pese a la resistencia del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y de los padres de alumnos. Y en Tucumán surgió una movida similar: gremios de maestros apoyan al mandatario nacional contra las clases presenciales.
La intención del Presidente es disminuir la circulación de personas para tratar de contener la escalada de casos de la segunda ola de coronavirus, pero está demostrado que en las escuelas no está el foco de contagio. Igual, los maestros, no quieren dictar clases presenciales y se agarran del anuncio presidencial para insistir con el cierre de escuelas en la provincia.
No hay contagios en las aulas
Previo al anuncio presidencial, el Consejo Federal de Educación había defendido las clases presenciales y había sugerido que el cierre de los establecimientos tendría que ser la última restricción en ponerse en vigencia.
Durante la jornada de ayer, varias provincias decidieron no adherir a los dispuesto por Alberto Fernández, entre ellas Tucumán que, hasta el momento, sostiene la educación presencial y evalúa como avanza la situación epidemiológica para decidir si se aplican cambios.
Gremios reacios a las clases
Pero los gremios docentes (ATEP, APEM y AMET) reclaman la suspensión inmediata de las clases presenciales.
David Toledo, solicitó al gobernador a tomar una medida extraordinaria, preventiva, a fin de evitar que se vea amenazada la salud y la vida de las personas. “En Tucumán esperamos que el Gobernador adopte las medidas preventivas de suspender las clases desde el lunes hasta el 30”, remarcó.
Además Toledo advirtió “en la provincia hay muchos docentes taxi, que por su carga horaria recorren la geografía de la provincia para ir a distintas escuelas. No hay sector con más dinamismo que el de la educación, con miles de niños, jóvenes y docentes que se trasladan por el transporte público de pasajeros, donde también pueden contagiarse”, explicó.