En un escrito presentado hoy, recusaron al magistrado de la “ruta del dinero K” por direccionar la investigación, con el presunto objetivo de beneficiar a Cristina y Máximo Kirchner. Qué rol juega la implosión de la familia Báez y la división entre los hijos

El 5 de abril de este año, cuando faltaban pocos minutos para las seis de la tarde, el Lear Jet matrícula LV-BPL aterrizó en el aeropuerto de San Fernando. A bordo venía Lázaro Báez, quien apenas bajó de la aeronave quedó detenido por disposición del juez federal Sebastián Casanello acusado por lavado de dinero. El magistrado había ordenado la captura nacional e internacional del empresario K porque –según argumentó- existía peligro de fuga.

Ese hecho hizo detonar una situación que estaba latente en el círculo más íntimo del amigo de Néstor Kirchner. El encarcelamiento del jefe del clan Báez generó una implosión en el grupo familiar. De un lado quedaron Lázaro y Martín mientras que del otro están Leandro y Luciana, los otros hijos del empresario.

Desde hacía un par de años, Lázaro y su esposa Norma estaban separados aunque seguían guardando algunas formas y viviendo bajo el mismo techo. Los hijos descubrieron que su padre mantenía una relación amorosa paralela. Como fruto de ese romance, Lázaro Báez tendría un hijo pequeño, de 3 años. Conforme se iba desarrollando el proceso judicial, Leandro y Luciana Báez se fueron convenciendo de que su padre había sido entregado para salvar a quienes serían los verdaderos beneficiarios del dinero sucio obtenido de la obra pública.

La defensa de Leandro Báez acaba de presentar un escrito para interponer la recusación del juez Sebastián Casanello. Según pudo conocer Infobae, en ese texto señala que desde el inicio de la causa, en el año 2013, ha existido un claro direccionamiento del proceso por parte de Casanello, quien estuvo a cargo de la investigación desde el inicio. Dice Leandro Báez en el escrito que durante el período 2013-2015 no se realizaron las medidas necesarias que podrían haber resguardado gran cantidad de pruebas para el esclarecimiento de los hechos investigados. Tampoco existió ninguna citación, más allá de que el juez contaba casi con las mismas pruebas –salvo el video en el que se los ve contando plata- que luego dieron lugar a las distintas citaciones y al procesamiento de Báez. Al respecto –manifiesta Leandro Báez- “no debe perderse de vista que incluso con anterioridad al video que, según el juez, habría dado pie a una serie de citaciones y procesamientos, existió otro video periodístico en el cual se observa a distintas personas retirando cajas con documentación pero, en ese momento, el Sr. Juez nada hizo al respecto”. Hay que recordar que esto fue antes de las elecciones presidenciales del año pasado.

Luego de ese período –según la presentación hecha esta mañana- existe un claro redireccionamiento del proceso hacia la familia Báez y una clara intención de desligar a quienes eran funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner.

Leandro Báez acusa a Casanello de utilizar para el procesamiento de su padre y su hermano fragmentos de la declaración de Leonardo Fariña pero no tiene en cuenta otros que apuntarían a quien estaba ejerciendo el Poder Ejecutivo de la Nación en ese momento, es decir, Cristina Kirchner.

Destaca además, que a lo largo de la investigación se ha hablado incontables veces de “sobreprecios de obra pública” y de “adelantos financieros” y sin embargo los funcionarios que los aprobaban y que hacían los pagos no fueron citados y ni siquiera investigados por Casanello.

Asimismo afirma que existe una gran cantidad de pruebas en la causa por un supuesto delito que sería de imposible cumplimiento sin la participación de una gran cantidad de entes estatales que hasta ahora el juez no ha investigado.

En ese sentido, menciona que el único que ha sido citado para prestar declaración indagatoria es Ricardo Echegaray pero el juez no profundizó la investigación hacia la responsabilidad que pudo haber tenido el ex titular de la AFIP.

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