La Asamblea Legislativa y el Consejo Ejecutivo de las islas trabajan además en la elaboración de una lista de personas no gratas.

Lejos de calmarse las aguas, desde las islas Malvinas los consejeros afirman que imponer o no visas a los argentinos es “una cuestión del gobierno” local.

La idea que barajan los isleños fue publicada por Clarín a principios de semana, luego de que el consejero Mike Summers señalara que se trata de un asunto que sí está bajo consideración. Y agregó que la Asamblea Legislativa y el Consejo Ejecutivo trabaja en otro asunto complejo: el de elaborar una lista de “personas no gratas”, que sin embargo no apuntó específicamente para argentinos

Tras la publicación de un articulo de Clarín la canciller Susana Malcorra fue consultada en en una entrevista televisiva sobre el tema. “Eso no es una decisión local del gobierno de las Islas Malvinas, sino del Reino Unido”, dijo, Y en el marco de la notable mejora de las relaciones entre Buenos y Londres al asumir Mauricio Macri el poder -aunque en el conflicto del Atlántico Sur sí no hay cambios-, la ministra apuntó: “Dudo seriamente de que el Reino Unido esté pensando en esto. Lo estamos siguiendo de cerca, no le daría a la cuestión una máxima preocupación”.

Summers apareció hoy diciendo que el régimen de visas de las islas era diferente al del Reino Unido. y aunque reconoció que cualquier cambio debería ser consultado con Londres, no especificó en qué plano las islas son autónomas para decidir un régimen de visas a los argentinos, ya que expertos consultados aquí dijeron que se requeriría de un acuerdo de Argentina y Gran Bretaña. Las relaciones exteriores de Malvinas s al igual que la Defensa las maneja el Reino Unido. Clarín consultó al Foreign Office sobre esta cuestión pero no responderán hasta después de las elecciones del 8 de junio.

Este debate es inédito en las Malvinas es inédito, si se tiene en cuenta que hace dieciocho años los gobiernos de Carlos Menem y Tony Blair firmaron un acuerdo de comunicaciones que permitió el reingreso a las Malvinas del pasaporte argentino, prohibido tras la derrota de las fuerzas nacionales en la guerra de 1982. Hasta 1999 los argentinos podían entrar al archipiélago sólo con pasaporte de otra nacionalidad.

Pero ahora, como escribió el Penguin News, los isleños debaten castigar a los argentinos. Están molestos con el despliegue de banderas y otros símbolos nacionales cuando viajan al archipiélago. Por los general, lo hacen en los campos de batalla que visitan, y sobre todo en el cementerio de Darwin. Luego publican las fotos en las redes sociales, lo que irrita a los isleños, que permiten todo tipo de banderas en Malvinas, peo no las del continente. De hecho, Darwin fue construido sobre la base de que no podía haber ninguna inscripción argentina. Cuando los argentinos dejan recuerdos, los suelen destruir.

En Malvinas además están molestos porque entre Londres y Buenos Aires no se avanza con el plan de establecer un vuelo extra al que ya tienen desde Chile a Malvinas los sábados con una escala mensual en Rio Gallegos. Quieren que sea desde Brasil o Chile también y aceptan que pase por el continente una vez al mes. Este plan se estableció en septiembre pasado a través de un comunicado con Londres, pero causó criticas en Argentina, tanto en la oposición y como en algunos miembros de Cambiemos. Entonces no prosperó. Los isleños necesitan más comunicación con Sudamérica la que tienen actualmente es insuficientes.

La canciller Malcorra reconoció esta semana. “Nosotros intentamos generar medidas de confianza mutua y eso lleva tiempo. De hecho no hemos avanzado mucho en las medidas de confianza, así que tendremos que ir viendo en qué momento se dan, si se dan y ver cómo eso genera reciprocidad”, agregó.

Fuente: Clarín

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