El ministro recorre por lo menos una provincia por semana. Qué conversa con los intendentes y cuáles serán sus prioridades. Su designación y los errores de los que dice que aprendió.
Sobre las paredes del despacho del ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible están los mismos cuadros que Juan Cabandié tenía en su oficina como diputado nacional. Hay un primer plano de Néstor Kirchner en blanco y negro. Una foto de Cristina Fernández con su hijo Ciro Néstor a upa, mejilla contra mejilla. Y una fotografía en la que Cabandié está agachado en cuclillas junto a la ex Presidenta, que en la misma posición mira con él a través de una pequeña ventana casi al ras del suelo en el altillo de la ex ESMA, donde el funcionario nació tras el secuestro de su madre durante la última dictadura. No hay foto oficial del Presidente con la banda y el bastón, como es habitual. No la hay todavía en ningún despacho. En su reemplazo Cabandié eligió una del 10 de diciembre en la que está abrazado con Alberto Fernández en su jura como ministro. Se la mandaron de Presidencia con otras fotos y él la hizo enmarcar.
Cabandié visita por lo menos una provincia por semana. Ya estuvo en Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Chaco, varias ciudades de Buenos Aires y San Luis. Promete una gestión “federal”. Y aunque tiene fondos del BID y el Banco Mundial por unos 135 millones de dólares sabe que deberá optimizar recursos. Sus ejes serán dos: los residuos sólidos urbanos y la deforestación.
En cada visita a distintos municipios y en cada charla en su despacho el ministro releva la misma preocupación: qué hacer con la basura. Y da cifras: hay 5000 basureros a cielo abierto en 2500 municipios. “Tiene que haber saneamiento y un cambio cultural, un abordaje institucional en el que se involucre la sociedad y la política”, sostiene mientras aclara que si le piden un camión de basura analiza con el municipio si antes no deberían hacer alguna obra, reducir o tratar de otra manera los deshechos urbanos, erradicar los basurales a cielo abierto. E impulsa acuerdos entre municipios para avanzar en los problemas de fondo interjurisdiccionalmente. Su preocupación es anterior a la gestión, aunque su designación causó sorpresa.
Él mismo separa residuos en su casa desde hace una década y hasta hace poco fue vegetariano pero volvió a comer algo de carne hasta que consulte con un médico y equilibre su dieta. En su familia los residuos orgánicos van a una compostera y con ese compost enriquece una huerta sobre su terraza en La Paternal. Cosechó hasta melones y zapallitos sembrados en cajones de madera.
Con su mirada urbana el ex diputado que juntó para la reconciliación a Alberto Fernández y Máximo Kirchner en el quincho de su casa de La Paternal destaca el rol de los recicladores. “Son el principal eslabón y hay que fortalecerlos”, los defiende mientras insiste en que el primer paso es que cada ciudadano separe por lo menos los residuos secos de los orgánicos y de otra basura. También pide tomar conciencia de que “se tira plata” porque mucho de lo que se tira se puede transformar y especialmente de ayudar a quien abre una bolsa para que no meta la mano donde puede haber un cartón con un pañal.
En el equipo hay técnicos del Conicet, especialistas como Sergio Federovisky (un massista que sonaba para ministro), recicladores de la organización que lidera Juan Grabois y ex funcionarios de algunos municipios bonaerenses. El 48% de los cargos jerárquicos lo ocupan mujeres.
“Queremos solucionar los problemas y no hacer un ministerio que transfiera fondos”, responde a Infobae sobre sus prioridades. Para la primera, los residuos urbanos, propone juntar a varios municipios para optimizar recursos. Entre los lugares con necesidades más urgentes cita a Luján con basural a cielo abierto por más de 40 años.
Habla además de una economía circular, en la que la reutilización genere un cambio en la producción. “Hay que favorecer esa industria”, reitera sobre la madera o telas fabricados con deshechos plásticos.
Su desembarco en el ministerio -que funciona en las mismas oficinas que decoró María Julia Alsogaray en sus tiempos de secretaria del área- tuvo sus bemoles. Apenas asumió el Gobierno, el Frente de Todos prohibió por decreto el uso pirotecnia sonora en actos oficiales con la recomendación de que las provincias imitaran la medida. “Si el Estado no los usa muchos los van a imitar”, rechazaron la decisión los fabricantes argentinos que vienen quejándose de las iniciativas de pirotecnia cero en distintos municipios. Cabandié tuvo que conversar con los afectados por la ingrata noticia y aconsejó fabricar juegos de luces para proyectar en eventos. “Antes se fumaba en los colectivos”, comentó sobre los cambios de época en la reunión donde defendió los derechos de autistas y personas que sufren otros transtornos y que se ven afectados con los estruendos además de lo que sufren los animales.
También en diciembre expresó su opinión sobre la polémica en Mendoza donde hubo movilización e incidentes tras la aprobación de una nueva ley de minería que permitía el uso de químicos. El gobernador Rodolfo Suárez tuvo que dar marcha atrás con la norma. “Mendoza fue un antes y un después”, destaca Cabandié mientras pone especial énfasis en los cambios sociales que empujan a los dirigentes políticos. Como ocurrió con el Ni una menos, la ampliación de derechos que incluyó el matrimonio igualitario, o la despenalización del aborto y también las cuestiones de género.
La deforestación es el segundo gran eje que tendrá la gestión lo que le generará conversaciones con el sector agropecuario y con las empresas por las emisiones y contaminación. “A mayor deforestación, mayor efecto invernadero”, remarca justo en una semana donde en la Antártida la temperatura superó el récord de 1961. En la base Esperanza hicieron 18 grados y en Marambio,16.
Proyectos de ley para el ambiente
Para la deforestación Cabandié piensa un paquete normativo. Sólo da una pista: que el delito de deforestación esté en el ámbito penal. También le preocupa el incumplimiento de una ley impulsada en el 2014 y votada por consenso en el 2016 para el tratamiento de los envases de agroquímicos. Propone además el uso de la tecnología para auditar la contaminación y deforestación e intercambiar información con el sistema científico y universitario. Sobre esos problemas y cómo unificar la información existente habló con el ministro de Ciencia y Tecnología, Roberto Salvarezza.
Por primera vez en el mes de marzo se reunirá el gabinete de cambio climático. La ley se votó en noviembre y la oficializó en diciembre el nuevo gobierno. Obliga al Presidente y a sus ministros a armar una agenda ambiental y a trabajar en forma coordinada entre ellos. En estos días se avanza en la instrumentación de la ley.
Otro ministro con el que Cabandié tiene proyectos es Nicolás Trotta, de Educación. Elaboran un proyecto de ley nacional de educación ambiental. La viceministra Adriana Puiggrós fue la primera en presentar una iniciativa en este sentido cuando ocupó una banca en el Congreso. La idea es consensuar contenidos para que sea una materia de la currícula para los nuevos educandos.
Con Mario Meoni, de Transporte, hubo sintonía. Coincidieron en la necesidad de bajar las emisiones de gases y beneficiar el cambio de medios de transporte por vehículos híbridos y no contaminantes. También en la necesidad de favorecer la logística de los productos reciclados. “El gran problema de los puntos verdes es la logística”, grafica sobre los costos que implica el traslado de plásticos desde donde se los separa hasta donde se los compacta y reutiliza.
De los temas a los que dará continuidad, menciona el crecimiento de áreas protegidas. En Misiones acordó con el gobernador Oscar Herrera Ahuad la creación de un Parque Federal en Campo San Juan. Será de cogestión. “Estaba trabado por la anterior gestión, no tenían ni siquiera la escritura”, describe en una de las tres respuestas en las que menciona al pasado ministro del área.
El ministerio incluye los Parques Nacionales y la escuela de guardaparques. Sobre quienes se forman en la materia, revela que están revisando algunos convenios educativos. Respecto a áreas sensibles como los parques en Río Negro donde ha habido hechos de violencia protagonizados por mapuches responde con el cambio ideológico: “Ya restituimos las mesas de diálogo”.
fuente: infobae