Por Manuel Ernesto Rivas (Director). Si hay un momento propicio para el sinceramiento de los políticos es, sin duda alguna el que marcan las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Sin embargo, también son tiempos propicios para echar mano a una serie de máscaras que oculten oscuras intenciones, que rayan el engaño.
La clase política ha tratado de presentar siempre situaciones ante el electorado, que no siempre son las reales. En lo que hace a la participación en las próximas PASO, los distintos espacios las muestran desde sus diferentes perspectivas, pero más que nada desde las apetencias y conveniencias de quienes tienen el poder de decisión.
En el oficialismo provincial, se habla demasiado de la lista que se armará con la participación de los referentes más importantes del Justicialismo, entre ellos la dupla gobernante conformada por Juan Manzur y Osvaldo Jaldo, y el senador nacional José Alperovich. Mucho se dice sobre las intenciones del ex gobernador de conformar una lista en donde esté presente su sello e incluso su apellido. Sin embargo, desde otros sectores se alzaron voces que sostienen la necesidad de terminar con las candidaturas a dedo. Una de ellas es la de Carlos Ale, referente de la Capital, quien inició ya sus pintadas en las que deja en claro su intención de ser candidato a diputado nacional. Aunque otros sectores descreen de esa decisión, aún está entre los potenciales participantes de esta suerte de interna.
Otro espacio tuvo su cita en la FOTIA el viernes pasado. Allí los dirigentes también expresaron la necesidad de un cambio en las filas del justicialismo, echando mano a los valores tradicionales y dejando atrás la dádiva de estos doce años de alperovichismo. Si bien hay varios referentes, en especial del interior, se espera que se determine quiénes podrían ser los integrantes de esta lista que competirá con la oficial para determinar quiénes serán los que disputen los comicios de octubre con destino al Congreso de la Nación.
Uno de los que despierta mayores expectativas en el PJ, es el titular del Movimiento de Unidad Popular (MUP), Luis Romano, quien tiene en su haber el hecho de haber enfrentado a José Alperovich en las PASO de 2013. Ese galardón es más que prueba suficiente de que se presentará en la contienda. Tiene a su favor este hito, la militancia y fidelidad de sus colaboradores en el territorio, y a ello le suma la identificación de organizaciones kirchneristas que se encuentran sin rumbo y que quieren aportar su caudal, por poco que fuera, a una alternativa que represente la renovación.
Alperovich sabe que será difícil que Romano desista de presentarse, no sólo por su conocida tenacidad, sino también porque el ex concejal alberdiano considera que es su momento de demostrar el crecimiento que ha venido alimentando en los últimos años. Le comunicó la decisión al gobernador Juan Manzur, aclarando que se encolumnará con quien resulte ganador sin “sacar los pies del plato”, como hicieron otros referentes del peronismo que se fueron al espacio de “Cambiemos”.
Democráticos sin PASO
Mientras que por el lado del Acuerdo para el Bicentenario (ApB), el camino está allanado para que se confeccione una lista a dedo. José Cano se encargó de propiciar que la Convención del Radicalismo le diera carta blanca para avanzar en la definición de las candidaturas. Esa maniobra dejó pedaleando en el aire a más de uno, como el secretario de Vivienda y Hábitat de la Nación, Domingo Amaya, o el diputado nacional Federico Masso, quien ya inició hace tiempo una campaña de afiches en distintos puntos de la provincia. Al mismo tiempo Cano buscó la bendición de su protector Marcos Peña y del presidente Mauricio Macri, quien ya lo designó como candidato. Algunos creen que es un modo elegante de despegarse del escandaloso Plan CoreANO. Su salida del gabinete está cantada, pero sus pasos en los tiempos electorales estarán íntimamente ligados a la evolución de la causa en la que fue denunciado. Las máscaras podrían seguir cayendo.