Por Fabián Seidán de Diario Cuarto Poder. La inflación y lo sueldos bajos que no alcanzan para nada hicieron que este año los “Reyes Magos” caminaran más de la cuenta y buscaran ofertas en lugares donde las compras se pudiesen pagar en efectivo con descuentos o con tarjetas en muchas cuotas. La venta callejera y de artículos apócrifos y contrabando ganó terreno. El gasto promedio por niño rondó los $5.000.
La inflación no es cosa de niños
Reyes Magos es un día muy especial para todos los niños y por eso todos los 5 de enero a la noche, con mucha emoción y cuidado antes de irse a dormir, dejan los zapatitos, pasto y agua fresca al pie del arbolito de Navidad, para que Melchor, Gaspar y Baltasar -con sus camellos sedientos- no se olviden de pasar a dejar los regalitos del 6 de enero.
Se trata de una tradición muy arraigada en nuestro país, al punto tal de que Reyes, junto al Día de la Madre y el Día del Niño, son las fechas del año de mayor venta para el sector comercial en general, pese a las crisis económicas.
Pero no todo lo que brilla es oro. Últimamente, debido a la inflación que vive el país, al dólar alto que no para de subir, a los salarios que cada día se desvalorizan más y a los precios actualizados, el sector comercial vendió menos. Un 5% menos que en 2022.
Los precios suben y suben
Por ejemplo, este año, los juguetes mostraron subas superiores al 120 por ciento respeto a igual fecha del año pasado. Por ejemplo: un muñeco Poni se conseguía a $2.990, lo que implica un aumento del 63% ya que en enero de 2022 el mismo producto costaba $1.839.
Una pelota de fútbol (no original) que hoy cuesta $5.000 en igual fecha del año pasado valía 2.000. Un juego de mesa que ahora se pagó $720, hace un año valía $322 (subió 124%) mientras que un juego de memoria, que el año pasado costaba $3.663, hoy se ofrecía en las juguetería a $5.990, lo que equivale a un aumento del 64 por ciento.
Por menos de $2000, se podía conseguir un par de muñecas de sirena, cuyo valor ronda los $1.679 tras una suba de 70%, ya que el año pasado, esas mismas muñecas estaban en $987. Por menos de $3.000, en cambio se ofrecían pack de 5 autitos de plástico que el año pasado costaba $1.481 (aumento del 102%).
Desde el sector reconocieron que, a pesar de los aumentos la mayor parte de los regalos se concentraron en las jugueterías, aunque muchos optaron por regalar ropa, calzado, electrónica o indumentarias deportivas.
Un caso muy particular es la demanda de camisetas de la Selección Argentina, cuyo precio oficial ronda los $15.000 (una original), mientras que en las calles se puede conseguir una imitación a $3.000 o $4.000, dependiendo de la cara del cliente; eso sí, ya con las tres estrellas bordadas.
Juguetes, ropa y electrónica
Desde la cámara comercial señalaron que el 38% de las ventas para Reyes fueron juguetes, mientras que un 19% de los regalos fueron indumentarias, 10% artículos deportivos, un 7% calzado, 6% video juegos, igual que libros didácticos. También se vendieron celulares, notebook y libros, aunque en menor medida.
Ahora bien, se estima que el gasto promedio por regalo este año fue de $5.390, valor muy superior al de $1.250 que se gastó por niño en 2021; o el de 2022, cuando el gasto fue de $2.150; o el de enero de 2018 cuando el ticket promedio de 350 pesos por artículo (Ámbito).
A la feria y mercados pulgas
Por la pérdida del poder adquisitivo, mucha gente se volcó a comprar en la calle y plataformas de comercio electrónico que venden productos ilegales a menor valor. Los feriantes de mercados pulgas con sus marcas falsas trabajaron muy bien, sobre todo con artículos deportivos, de playa y calzado.
Según una consultora, el 33% de las compras de “los Reyes” se realizaron en centros comerciales y ferias, otro 25% en shoppings, un 23% a través del comercio electrónico y el resto en supermercados. En este último lugar, Melchor, Gaspar y Baltasar se encontraron con promociones bancarias y descuentos de hasta 25% por usar para las compras con tarjetas y pudieron financiar las mismas hasta 24 cuotas sin interés. En tanto, en los comercios de barrios y ferias, el pago en efectivo fue el que mejor “garpó”, ya que muchos ofrecieron descuentos importantes sobre el precio de lista y otros no entregaron el ticket correspondiente por la compra.