La víctima tenía 41 años. Lo atropellaron cuando iba en moto, lo arrastraron y le pegaron siete tiros.
La escena parece tomada de una serie de narcos: lo siguieron con un auto, chocaron su moto de atrás y lo arrastraron 20 metros. Luego se bajaron del coche, con los rostros cubiertos con máscaras de payaso, y lo acribillaron de siete tiros en el piso.
La víctima fue Omar Roque Ibáñez (41), quien habría trabajado para el Sindicato de Panaderos. Lo atacaron dos sicarios cerca de las 21.30 del jueves cuando iba con su Honda Tornado por Güemes y Habana, en Villa Martelli (Vicente López). Se cree que el motivo está íntimamente ligado con el narcotráfico.
“Escuchamos cuatro tiros, una pausa y otros tres. Vimos un Fiat Palio rojo que salió a toda velocidad para Constituyentes”, le contó a Clarín Lorenzo, un testigo que estaba en la vereda de Güemes cuando ocurrió el ataque. Otro vecino confirmó que los autores tenían “máscaras de payaso”.
“Es ‘El Negro’”, lo reconoció uno de los que se acercaron a ayudar a la víctima. Vio que tenía su mochila, un celular y la moto, que dejó una marca de unos 20 metros sobre el asfalto añ ser arrastrada. No era un robo.
Cuando ocurrió el ataque había varias personas en la calle, incluso chicos que esperaban su turno en una canchita de fútbol. “Primero sentimos el choque y cuando empezaron los tiros metimos a todos los pibes y a los clientes para adentro”, explicó Leticia, quien atiende la despensa y el merendero “Todo Pulmón”.
Al lugar se acercaron vecinos de las villas Melo y Loyola, situadas a pocos metros de allí. Entre todos lo cargaron en una ambulancia para llevarlo al hospital Belgrano, adonde llegó muerto. Enseguida comenzaron los rumores: “Lo mataron los narcos”.
“Llama poderosamente la atención la forma en la que sucedió el hecho y la gran cantidad de disparos que le efectuaron a la víctima, tres de ellos directamente en la cabeza”, le dijo a Télam la fiscal Marcela Semería, de Vicente López Oeste. En el lugar, los peritos de la Policía Científica recolectaron vainas calibre 9 milímetros.
Para la Policía, el crimen fue por “conflictos ligados a la comercialización de estupefacientes”. Y los mismos voceros aseguraron que Ibáñez ya había estado detenido en San Martín por una pelea. La versión más fuerte es que se opuso a que entraran a su barrio punteros narco que responden al capo Miguel Ángel “Mameluco” Villalba (hoy preso), de la vecina villa 18 de San Martín.
Omar tenía tres hijos y estaba separado. Vivía en Villa Zagala, en San Andrés, partido de San Martín. Al lado está la villa Loyola, en avenida de los Constituyentes y Las Heras.
En esa zona todos recuerdan a Omar como una “muy buena persona”. Un amigo de la infancia dijo que era “muy solidario”, que “ayudaba a los que necesitaban algo”, incluso con los gastos de sepelio de algún vecino.
“Estaba muy vinculado a la política, a veces lo veías que iba en los micros a algún acto”, afirmó un vecino, que prefirió no ser identificado. “Luchaba mucho por el barrio y le quería poner un freno a los que vinieron a vender droga, para que se fueran”.
Según testimonios recolectados por Clarín en la misma villa Loyola, a sólo 15 cuadras de la General Paz, desde hace un poco más de un año la situación en la zona se puso violenta, con enfrentamientos entre bandas narco y heridos de bala. Incluso aseguran que hace poco hubo otro crimen en el playón de unl complejo de viviendas cercano.
Además, fuentes policiales afirmaron que la noche anterior al asesinato de Omar, en el barrio hubo una pela que terminó con al menos un herido de bala. “Vinieron soldaditos narco de la villa 18 y empezaron a meter la droga. Él los quería sacar y directamente iba y los encaraba”, comentó otro conocido del hombre.
En los ojos de la gente se ve un miedo infrecuente. Muchos prefieren callar. Otros, por lo bajo, se animan a deslizar: “Son los de ‘Mameluco’”, en referencia a Miguel Ángel Villalba.
En las redes sociales Omar aparecía vinculado a la “Agrupación El Plumerillo”, una organización política, que en su página de Facebook lo recordó ayer como “un ser excepcional, alguien verdaderamente distinto”. Allí señalaron: “Te hicieron caer por cuidar a los pibes de tu barrio”.
Fuente: Clarín