Era una sesión maratónica. Los diputados estaban por votar en general el proyecto de límite a los Superpoderes. En ese momento, el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, tomó la palabra y puso fin a la polémica que tuvo gran impacto en la opinión pública durante los últimos días, al anunciar que se había decidido reducir el aumento del 47% que iban a percibir los legisladores.
De esta manera, Cambiemos dio marcha atrás con el incremento de los gastos de representación –que se habían duplicado de 10 mil a 20 mil pesos– y decidió abrir el debate para determinar los costos reales de los pasajes aéreos.
Pasadas las tres y media de la madrugada, Monzó recordó en el recinto que la dieta de los diputados es “producto de las paritarias” y se fija por la Resolución 13/2011, firmada por su antecesor, Julián Domínguez, la cual estableció dichas dietas en más del 20% de la remuneración que percibe un director del Congreso Nacional.
“En pos de mantener el prestigio, ganado por los legisladores en el trascurso del año”, adelantó el referente de Cambiemos, se resolvió suspender la parte del incremento salarial correspondiente a los “gastos de representación”, por lo que la suba será finalmente del 31 por ciento.
En este orden, el titular de la Cámara destacó que la dieta de los diputados tuvo un incremento del 18% en marzo y del 13% en agosto. “Separemos los gastos –pidió–, que es lo que está confundiendo y tergiversado”.
“Esos gastos son responsabilidad y competencia del presidente de esta Cámara, y me hago responsable de su sinceramiento, de los tramos aéreos y del aumento del gasto de representación”, prosiguió.
Para concluir, Monzó manifestó. “He decidido suspender la medida de los gastos, y junto con los presidentes de bloque estimar cuál es el gasto en que incurre un diputado para viajar a la Ciudad de Buenos Aires”. El aplauso unánime del recinto convalidó la decisión.