Luego de la derrota, la reflexión. Luis D’Elía analizó el resultado de las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, donde Cristina Kirchner quedó detrás de Cambiemos, y no dudó en plantear una serie de cuestionamientos a la ex Presidente. “Después de tres derrotas yo quiero abrir un espacio de discusión”, dijo en una entrevista con Infobae.
El líder piquetero criticó a la senadora electa por no haberle concedido una interna a Florencio Randazzo en las elecciones primarias. “Hoy yo creo que fue un error (…). Porque hoy todos los votos de Randazzo estarían acá adentro. Y precisamente por estar afuera perdimos”.
Excluido de Unidad Ciudadana y luego bajado del acto que encabezó la ex mandataria en Racing, D’Elía sostuvo: “Me gustaría que Cristina además de escuchar a La Cámpora escuche a los otros grupos, que sea capaz de organizar a todos los sectores del movimiento nacional, bancarse el debate con los compañeros”. En esta línea, advirtió:“Como vamos, vamos de nuevo en el 2019 a otra derrota”.
A continuación, la entrevista completa:
—El otro día hiciste declaraciones que yo quiero… Recuerdo algunas frases y quería reproducírtelas para ver qué significan. La más fuerte de todas es “El kirchnerismo a nosotros nos vomitó” o “nos vomita”. ¿Qué es eso?
— Bueno, yo ahí narro una disputa ideológica que hay hoy en el seno del kirchnerismo y que tiene que ver con su identidad más profunda. Yo suscribo, por ahí es demodé pero bueno, yo suscribo al nacionalismo popular revolucionario de Jauretche, de Scalabrini, Hernández Arregui, del colorado Ramos, de Cooke. Digo, mi base teórica siguen siendo ellos. Y así los conocí a Néstor y a Cristina. Hoy Cristina está más corrida, a instancias de algunos compañeros, para el lado de la socialdemocracia, muy cercana a la socialdemocracia europea, a Podemos, y ahí hay una tensión ideológica fuerte y que está todavía sin resolverse. Porque como el kirchnerismo no tiene ámbito de discusión, o sea, no es un partido organizado con secretarías de trabajo, con lugares de reproducción del debate político. No, es un grupo de gente que tiene el fuerte liderazgo de Cristina, liderazgo que yo reconozco, en esto no me ando con chiquitas, yo le doy debate a Cristina pero la reconozco como nuestra jefa política digamos. Ahora, después de tres derrotas consecutivas, 2013, 2015, 2017, es hora de que abramos, sin lesionar el legítimo liderazgo de ella, un debate sobre nuestra propia identidad. Ella hizo afirmaciones muy potentes, dijo que ella no era kirchnerista, y a todos los kirchneristas eso nos golpeó duro, y lo que es un velado ataque a la transversalidad, ¿no?
— Ahora, vos sos una especie de expulsado, excluido en este momento, porque…
— No.
—… vos querías apoyar con Miles y te dijeron no. Vos después querías ir o te dijeron ni siquiera vengas al acto de cierre. Hay una cosa que es ideológica pero también personal. ¿O no?
— Mira, yo no registro ningún episodio para recoger enconos personales, por lo tanto no me hago cargo. Sí hubo un debate interno en el cual yo tuve que ver con la resolución, si querés te lo cuento.
— A ver…
— 20 o 25 días antes de los cierres Cristina no quería ir a la interna con Randazzo. Cosa que hoy yo creo que fue un error no haberle dado la interna a Randazzo. Porque hoy todos los votos de Randazzo estarían acá adentro. Y precisamente por estar afuera perdimos, ¿no? Pero nos cita Máximo Kirchner a todos los presidentes de los partidos transversales. El partido FORJA, el partido de Sabatella, el Frente Grande, el partido para la Victoria del Gaucho San Pedro, el Partido Comunista y el Partido Miles, mi partido, y Kolina de Carlos Castagneto. Estaba el presidente del PJ, Fernando Espinoza, estaba Máximo Kirchner, Larroque, Wado de Pedro, y después de conversar dos horas, que no le encontrábamos la vuelta al tema, Luis D´Elía plantea que tenemos que aplicar aunque no nos guste el criterio que Rodríguez Larreta le aplicó a Martín Lousteau.
— Que vaya el otro por afuera.
— Claro. ¿Pero Larreta qué le dijo a Lousteau? Mirá, no te podemos dar interna porque la Unión Cívica Radical de la Capital Federal no forma parte de Cambiemos. Entonces basado en eso, que más allá de lo que uno pueda opinar de Larreta o no era el criterio político correcto, le digo a Espinoza, mirá, me parece que en la construcción de este frente el Partido Justicialista tiene que quedar afuera, es la única manera de que Randazzo no nos pueda exigir ante la Justicia con éxito internas.
— O sea que la idea esa de excluirlo a Randazzo fue tuya.
— Fue mía. Pero no de excluirlos sino de excluir al PJ.
— Encontrar la manera legal de no estar obligado a la interna.
— Claro. Tomando el episodio Rodríguez Larreta-Lousteau, ¿no? Bueno, Máximo Kirchner como el Chavo dijo eso, eso, eso (Risas), y bueno, fue así.
— O sea que el que la chocaste fuiste vos, no ella.
— No, bueno, ellos querían hacer eso, Cristina estuvo dos meses diciendo yo no voy a internas y no había otra solución. La decisión de no ir a internas con Randazzo es de ella. Ahora, el cómo se hacía para no pagar consecuencias legales un poco lo aporté yo. Ahora, qué hace el PJ, se para, nos vamos todos y le dicen a Cristina con posterioridad que nosotros nos fuimos, el PJ no firma pero el PC y el Partido Miles de D´Elía tampoco firma.
— Ahora, a mí me parece que en este diálogo hay algo que está implícito y que vos por ahí por una forma de no tratar de transferir a lo personal una discusión política, pero me parece que por alguna razón hay un ensañamiento de ellos con vos. Es decir, hay una cosa que sea porque dicen D´Elía es piantavotos por, no sé, por algunas imágenes que hay en la historia o por… A mí lo que me llama la atención es que en otra época cuando vos eras el mismo que ahora, vos subías a los palcos, vos estabas dentro del escenario kirchnerista.
— Mirá, yo nunca hago política desde Luis D´Elía, Luis D´Elía acá no importa.
— Pero es como no ser humano.
— No, no, no importa, a ver, en doce años no fui en ninguna lista. Yo Ernesto, vos te acordarás, cuando empezó el kirchnerismo yo era diputado por las mías. ¿Estamos? Empezó el kirchnerismo y no pude ir en doce años en ninguna lista, desde que empezó hasta que terminó el último año de Cristina. Ahora, a vos te parecerá una frase hecha, para mí es un principio de vida, Perón decía yo trabajo por la felicidad del pueblo y la grandeza de la nación. Como yo vi que al pueblo y a la nación le iba bien, bueno, yo banqué, ayudé y metí mucho esfuerzo ahí. Y me rompí el alma y fui una figura importante. Vos preguntale a cualquier kirchnerista qué piensa de D´Elía dentro del kirchnerismo, medio un héroe nacional, junto con otros compañeros. Ahora, yo nunca hago política desde ahí ni desde los cargos. Soy un poco un transgresor en ese sentido.
— Te lo pregunto de otra manera, hay una cosa cuando vos decís yo reivindico el liderazgo de Cristina.
— Sí.
— Me da la impresión que hay algo que ningún kirchnerista, de los que quedan, porque hay muchos que ya se atrevieron a decir, el Movimiento Evita, Randazzo, mucha gente que estuvo y dijo ya no es mi líder, pero quienes quedan adentro no se animan a decir algo que desde afuera es bastante obvio, es la mujer que los llevó a la derrota tres veces. Eso en el peronismo históricamente es imperdonable, con lo cual en el momento en que te llevó a la derrota tres veces deja de ser tu líder, porque no está o demostró que no está en condiciones de…
— Mirá, yo quiero ser, no le llego ni a los talones, pero quiero ser para Cristina lo que fue Cooke para Perón. Vos fijate, cuando Perón, muerta Evita, en el 53 y en el 54 tiene grandes dificultades económicas y plantea un acuerdo con la California y la Standard Oil, Cooke lo sale a cruzar y le vota en contra en la Cámara, y le vota en contra a Perón. Después cuando el peronismo es derrotado militarmente por la Libertadora y se sucede la desgracia ¿qué hace Perón?, nombra jefe a Cooke, no a los alcahuetes, a Cooke.
— ¿Vos creés que Cristina es Perón?
— No, no, Cristina es Cristina, Cristina es una mujer talentosa, una mujer con convicciones, con un carácter así muy potente, con una manera de hacer y de ser en política que a mí me gusta mucho, yo la sigo desde hace muchos años que estoy en el kirchnerismo, desde que no eran nada. ¿Estamos? Ahora, después de tres derrotas yo quiero abrir un espacio de discusión. No para romper el kirchnerismo, no para hacer lo de Randazzo, que hoy se va y es prácticamente el responsable de la derrota, ¿no? Por eso es hasta grotesco que…
— ¿Pero no es legítimo que un tipo como Randazzo diga que esta mujer la choca? No es mi líder porque nos lleva a la derrota.
— Pero quedate, decilo adentro. También es cierto que no le dejamos la posibilidad de hacer la interna.
— Decir a ver, esta mujer la choca y encima no me deja discutir. ¿Cómo no me voy a ir? Ahora, vos podés… Es como opinable.
— Lo que pasa es que hay un daño superior que es el daño al proyecto nacional, que en eso hay que tener cuidado. ¿Entendés? Lo que hace Randazzo de enojarse tanto y que sus cinco puntos hoy sean los causantes del triunfo del macrismo, no, Luis D´Elía no se anota en eso eh… Ahora, sí estoy dispuesto a dar todas las discusiones que haya que dar adentro. Si me dejan, porque, viste, en el medio hay toda una cosa así muy pesada de fanatismos y de cosas que son difíciles para debatir.
— Cuando vos decís “El camporismo corroe todo”…
— Y, la hegemonía camporista es…
— ¿Qué es el camporismo? Digamos, me doy cuenta, es un grupo de dirigentes jóvenes que rodean a Cristina y que tienen una visión muy, a ver, muy seguidista de ella, muy de entorno. Ahora, en términos ideológicos, en términos políticos, ¿cómo vos definís al camporismo?
— Bueno, el camporismo nace ahí a partir de la pelea con el campo, la noche del 25 de mayo del 2008 aparece Cabandié, aparece Larroque, Larroque con la cabeza abierta, ¿no? Y el kirchnerismo en vez de considerarlo, yo creo que es muy importante tener una pata juvenil, lo que no puede ser esa pata juvenil todo el cuerpo. Como hay que tener una pata sindical, una pata de los movimientos sociales, una pata de las mujeres. Digo, hay que tener lo que hacía Perón, dividir el movimiento por frentes y que todos tengamos cabida y que todos seamos escuchados. Acá no, ellos son la guardia pretoriana de Cristina y todos los demás, viste, realmente vivimos una situación complicada, oprobiosa. Es una hegemonía que no tiene mucho sentido porque termina haciéndole daño al movimiento nacional. O sea, ni tan calvo ni con siete pelucas. O sea, estoy en contra de que sean el grupo hegemónico y por otro lado entiendo que tienen que ser una parte importante del movimiento. Ahora, no pueden ser los únicos, que vengan pibitos que no tienen ninguna historia a nosotros que pasamos por todas las batallas. A mí la jineta me la pone el pueblo argentino, no me la ponen de arriba con un dedo. Por eso me gustaría que Cristina además de escuchar a La Cámpora escuche a los otros grupos, que sea capaz de organizar a todos los sectores del movimiento nacional, bancarse el debate con los compañeros. En eso los venezolanos, vos tendrás críticas para ellos, pero tienen un partido con cinco millones de tipos, y acaban de ganar una elección, y tienen una estructuración en todo el país, y socializado el poder interno, democratizado el debate. Lo mismo el PT brasilero. Yo vengo más… Vengo de la CTA y vengo de una cultura más cercana a la cultura petista de Lula.
— ¿Por qué Cristina los elige? ¿Porque es el hijo?
— A Cristina le cuesta mucho cuando vos le decís que no. A mí una de las últimas veces en un teatro me cruzó y me dijo qué opinas de Unidad Ciudadana como nombre. Y yo soy un bocón, viste. Fui y le dije: una cagada. ¿Por qué? Porque es un nombre de la cultura republicana, a ver, Unidad Ciudadana dejáselo a Carrió, dejáselo a López Murphy, no a nosotros, nosotros somos nacionales, populares, democráticos, revolucionarios. Nuestra identidad camina por otro lado. A mí Unidad Ciudadana me remite a los propietarios de la antigua Roma o la antigua Grecia.
— ¿Y ella qué te dijo?
— ¡Siempre lo mismo! (Risas). Y se enoja, viste. A mí no me importa que se enoje, yo la reconozco igual, es una tipa talentosa. A mí no me hace mella eso. En eso Néstor cuando a mí me preguntaba seguido Negro, ¿de tal tema qué opinas? Y yo se lo decía y él te escuchaba pero después me di cuenta que lo mismo le preguntaba a diez. Y él hacía su síntesis después. Bueno, es otra cosa. No, Cristina si le decís que no, te pega con un palo en la cabeza (Risas).
— Ahora, yo insisto sobre una idea, porque vos hay una cosa que a mí me parece razonable, lo que vos planteabas en tu editorial creo que del lunes donde decías bueno, ya sé que del otro lado hay un montón de poder, ahora, ¿nosotros no metimos la pata en nada?
— Ah no, claro.
— Ahora, cuando vos decís metimos la pata vos empezás a ver la cantidad… Yo pensaba, en 2007 cuando asume Cristina todos los que eran kirchneristas, desde Martín Lousteau hasta Graciela Ocaña pasando por, no sé, Pérsico, Randazzo, Moyano, Alberto Fernández, Martín Redrado, es una lista interminable de gente, algunos individuales y otros sectores de poder que estaban en el kirchnerismo en ese momento. Massa estaba en el kirchnerismo. Emilio Monzó estaba en el kirchnerismo en ese momento. Una cosa…
— A ver, cuando vos no organizás…
— Hasta el Grupo Clarín estaba dentro de la órbita de influencia del kirchnerismo. Desde ese momento hasta hoy es como si fuera un camino muy deliberado hacia la soledad que hace Cristina, se va sacando gente todo el tiempo y va quedando cada vez más chiquito rodeada de su hijo y del resto de los dirigentes camporistas. Cuando uno ve ese desarrollo yo me imagino que en un momento un dirigente social dice che, está bien, la derecha será muy poderosa pero por ahí el que le está haciendo el juego a la derecha somos nosotros con este apriete.
— Bueno, por eso yo vengo planteando que es necesario auto convocar al kirchnerismo. Que es necesario que el kirchnerismo se organice, hable, socialice roles, proponga un debate, una agenda. Porque si no lo que decís vos, es una máquina de expulsar gente, nunca se sabe bien por qué razones, y que siempre termina en un timón gregario ¿No? En una cosa así muy personalista que es compleja. Yo quiero que el proyecto nacional gane en el 2019. Ahora, si seguimos, si el proyecto nacional es Cristina y la hegemonía camporista eso no recrea el movimiento nacional, no nos hace bien. Nos va a terminar generando, bueno, la imposibilidad de volver ¿No?
Hay cosas, mira, nosotros nos quejamos de determinados temas pero por ejemplo el lenguaje de Cristina, la manera de hablar, esta especie de kirchnerismo cheto que hacemos a veces, digo ¿No nos aleja del mundo de los pobres? En mi barrio, en Laferrere, te aclaro que vivo en la misma casa, vos fuiste alguna vez, mucha gente votó a Cambiemos. Yo decía ¿Por qué estos locos votan a Cambiemos? Y la verdad nosotros tenemos un problema comunicacional ahí también, ese lenguaje extremadamente blanco de Cristina, esa cosa así muchas veces cheta, doctoral, alejada, es complicada, nos pone lejos del mundo de los pobres ¿Viste? Nos enojamos y le decimos Heidi a Vidal, ahora, vos la miras a la Vidal, más allá de las cien mil diferencias que tengo con ella, y tiene un lenguaje adecuado para acercarse a la gente ¿No? Suena a chica de barrio de clase media más o menos humilde que…
Bueno, evidentemente tenemos un montón de problemas. Ahora, si no queremos afrontar los problemas que tenemos, si vamos a seguir como si aquí nada hubiera pasado, y no lo digo desde una actitud rupturista, lo digo contribuyendo a la mejoría de los instrumentos en el movimiento nacional. Lo digo desde ahí. Y en un momento muy difícil para mí porque bueno, sufro una terrible persecución y qué sé yo. Pero digo, más fácil para mí era decir sí guana en este momento, callarme la boca, no abrir ningún debate. Pero como vamos vamos de nuevo en el 2019 a otra derrota. Hay que poner el kirchnerismo en estado de asamblea, hacer partícipe a la gente, no expulsar más a nadie ¿No? Soslayar algunos personajes. La verdad me parece que personajes como Oscar Parrilli hoy tendrían que dar un paso al costado.
— ¿Por qué?
— Y, porque un tipo muy cuestionado por mucha gente que siempre está haciendo como las tareas sucias que no sabemos nunca si son de él o si lo mandan a hacerlas.
— Ejemplo qué ¿Decirte vos que no vayas a un acto y eso?
— Sí, cosas así chocantes digo.
— ¿Pero sabes qué? Yo siento que vos estás llegando a un límite que es Cristina. Porque vos decís le cuestionas el lugar al hijo, le cuestionas el lugar a su secretario privado.
— Le estoy cuestionando un montón de cosas a ella. Le estoy diciendo Cristina, hay que revisar un montón de cosas porque si no no va a ganar nunca más el movimiento nacional. Venimos de tres derrotas. Yo no soy un rupturista, un alquilado por nadie, porque ella después confía en tipos, a lo largo de la historia confío en tipos que terminan siempre en la vereda de enfrente ¿No? Nosotros tomamos toda la estructura de los coroneles de los 90 y los transformamos en generales nuestros. Después los coroneles de los 90 que fueron generales nuestros son los que hoy se fueron a otras ofertas electorales y nos hicieron un daño tremendo al proyecto nacional.
— Luis, vos sos consciente que entre lo que dijiste el lunes, cuando yo escuchaba la editorial, que fue una editorial realmente muy honesta, muy desde las tripas, pero yo la escuchaba y en un momento vos decís “Lamento mucho si alguna gente se enoja con esto pero…” y decías algunas de las cosas que estás diciendo ahora de nuevo y yo decía estás a dos segundos de que un sector importante del kirchnerismo te empiece a decir traidor.
— Pero mira, yo el lunes tengo que escuchar la sentencia por haber parado un golpe contra Cristina, ella dice que hubo un golpe contra ella.
— Cuando fuiste al…
— La noche del 25 de marzo del 2008. Me pidieron 4 años y 8 meses de prisión en un juicio totalmente arbitrario…
— Por la piña esa.
— No, por la piña ya fui condenado. Me volvieron a juzgar por los mismos hechos. Y por la toma de la comisaría en La Boca hace casi 14 años, el día que asesinaron a Martín Cisneros. Entonces el que quiera hablar tiene que haber puesto el cuero primero. Y yo tengo la autoridad moral de haberme jugado la ropa por Cristina. Y probablemente vaya a la cárcel por Cristina, que es cosa que no me importa a mí ¿Está claro? Pero ella tiene que hacerse cargo, en un momento me tiene que escuchar. A mí a los 60 años me gustaría estar con mis nietitas, con mis nietitas, con mis hijos, mi familia. Soy un hombre operado del corazón, diabético, en una cárcel probablemente me muera. Entonces Cristina, yo no tengo nada que perder pero tendría que cambiar, tendría que cambiar algunas cosas, tenes que darle organicidad, tenes que crear la fuerza política. El kirchnerismo es un nuevo sujeto histórico del cual vos te tenes que hacer cargo. Ella tomaba una frase para descalificarnos que era la frase de Néstor cuando decía nos llaman kirchneristas para bajarnos el precio. Sí, pero eso se lo decían hace 15 años, no ahora. Vos fijate, el PJ fue solo, cinco puntos sacó, fue con Randazzo el PJ. Cinco puntos, el PJ no existe más, lo que existe es el kirchnerismo que es el peronismo del siglo XXI. Y ella le tiene que dar un formato organizativo. Y no puede ser que millones dependamos del capricho de una persona, nos tiene que escuchar. Yo desde la cárcel Cristina voy a seguir diciendo las mismas cosas.
— Luis, si yo fuera ponele un publicista catalán que estoy asesorando a Cristina en una discusión así te diría macho, hacete cargo de que sos un quilombo. Porque hay al menos dos episodios, estos dos que mencionas, el episodio del 25 de mayo y el episodio de la comisaría que te expusieron ante un sector del electorado, justa o injustamente, con razón o sin la razón, y te transformaste en un símbolo de lo que un sector del electorado no quiere y nosotros queremos que nos vote ese tipo, esos tipos. Con lo cual acepta que nuestras decisiones son en función de los intereses del movimiento nacional y pone primero el movimiento nacional antes que el problema que, a ver, insisto, justa o injustamente vos te generaste a vos mismo militando para el kirchnerismo. Así son los soldados, en las guerras a veces mueren y entonces aceptalo.
— Bueno, esa es una definición que no comparto. El kirchnerismo enamora, se hace atractivo, seduce, cuando se enfrenta al poder oligárquico, cuando se enfrenta al imperio, cuando le dice que no a Bush en la cara. Cuando se pelea con los factores concentrados de la economía. Ahí enamora el kirchnerismo. No cuando quiere parecerse al macrismo. Acá hay un sector de la inteligencia en la Argentina que quiere que volvamos…
— A ser prolijos.
— A los 90, donde todo el PJ menem-duhaldista y toda la Alianza eran todos neoliberales conservadores. No, muchachos, a mí no me van a enganchar para eso. Los publicistas catalanes que se vuelvan a Cataluña que buen quilombo tienen. Yo creo que el kirchnerismo se debilita cuando no confronta. El kirchnerismo se licúa cuando… A mí me hubiese gustado que veinticuatro horas después el kirchnerismo saludara la victoria aplastante de Nicolás Maduro en Venezuela, 75 por ciento de las gobernaciones ¿Por qué? Porque tiene que ver con nuestra identidad, no a la socialdemocracia europea española, porque ni siquiera a toda la socialdemocracia europea porque Mélenchon y el compañero que ahora…
— Bueno, pero puede ser que el kirchnerismo entienda o Cristina entienda que algunos rasgos del modelo venezolano son muy resistidos por la mayoría de Argentina y que quedar pegado a eso la aísla aún más de lo aislada que está.
— No, mira, nosotros tenemos que hacernos cargo de nuestros contenidos. El kirchnerismo será nacional, popular, democrático y revolucionario o no será nada, vamos a terminar en una fuerza neoliberal conservadora. A ver, el kirchnerismo empieza a parecerse al FREPASO, y eso me re preocupa a mí ¿Por qué? Porque pierden nuestras esencialidades. Por eso… ¿Y sabes qué me preocupa? El futuro de lo que viene como país ¿No? Yo no quisiera Plan Cóndor II, que vuelva a morir gente, la Argentina de los presos políticos y de la muerte está ahí a un paso eh. Quiero creer… A mí en el último tiempo me hace pensar mucho la experiencia FARC, cómo después de 50 años de guerra civil las FARC fueron capaces de apostar a la paz y de sentarse con la derecha y ver de qué manera pueden construir un proyecto de país. Que sería bueno, a mí me gustaría hablar con Macri.
— A vos te gustaría hablar con Macri.
— Y decirle Macri, a ver, entre ustedes, los trabajadores, el pueblo y todo cómo puede ser que construyamos un proyecto de país que entremos todos, que no termine con presos políticos, que no termine con muertos, que el gobierno de ustedes no termine siendo un aprovechamiento circunstancial del poder.
— ¿Vos crees que Cristina y Macri tendrían que hablar entre ellos?
— Y, sería una cosa buena para el país. Yo banco un diálogo para ver de qué manera, porque entre ser socialdemócrata y jugar a lo electoral y tratar de construir un proyecto de país juntos bueno, apuesto a eso, de verdad. Acá murieron 30 mil, yo no quiero que vuelva a haber un genocidio. Tenemos una grieta, no es profunda.
— O sea vos apostas al diálogo con Macri.
— Apuesto no al diálogo con Macri, a ver si es posible construir un modelo de país. A ver, Estados Unidos cómo resolvió el modelo de país, con una guerra, la Guerra de Secesión, donde el Norte le ganó al Sur y fue una democracia industrialista, pero las aspiraciones de los ruralistas del Sur tampoco quedaron… Acá qué vamos a hacer Macri ¿Te vas a seguir endeudando así? ¿El endeudamiento? Bueno, discutamos deuda. A ver ¿No podemos llegar a un acuerdo?
— La última pregunta. De todo lo que se habla de corrupción del kirchnerismo, yo sé que el kirchnerismo tiene una visión de que es una política continental del imperio denunciar la corrupción de los gobiernos populares, pero vos te acordas perfectamente que el periodismo en la Argentina denunció la corrupción del menemismo también, era uno de los grandes ejes. Con lo cual en eso hay continuidad. Tal vez esté un poquito lento el periodismo argentino en mirar la corrupción del macrismo pero ya va a empezar, vas a ver que va a empezar. Ahora…
— En el 76 empezó la…
— Lo que te quiero preguntar es la corrupción kirchnerista ¿Es solamente un invento de los medios o la corrupción kirchnerista es algo que evidentemente existió?
— Hay mucha hojarasca, hay mucha mentira. A ver, es cierto que López tiró ocho bolsos, ahora, la plata ¿Quién se la dio a López? ¿Quién se la dio? El primo del presidente, quién se la dio. Porque digo, yo veo a quién le adjudicaba López obras y Calcaterra está número tres en la lista de los veinticinco tipos que más obra recibían, número tres. Y la corrupción, corrupto es López y corrupto es el que le dio los bolsos a López. Entonces está todo mezclado acá Ernesto ¿Me entendes lo que te digo? Y después está el tema de las condenas periodísticas. Cuando las condenas periodísticas están antes que las condenas judiciales y, es una cosa muy seria para la democracia. Digo, a mí me han dicho cosas terribles por causas que después vas a ver y eran humo eh, eran una mentira ridícula ¿Viste? Por eso hay que ver si entre todos, yo desde mi responsabilidad de dirigente social, de base, creo que la Argentina o dialoga o va a un nuevo genocidio. De verdad lo digo, eh.