El plan, que contará con una inversión de 8.000 millones de pesos, incluirá el mejoramiento de hospitales públicos y la ampliación en los servicios sanitarios para la infancia. El Presidente aseguró que la iniciativa saldará una “deuda histórica” de $ 2.704 millones que el estado mantiene con las obras sociales sindicales, por tratamientos de alto costo que debe solventar el sector público y que ya fueron brindados.
La Cobertura Universal proveerá a cada paciente del sistema público una credencial, ficha médica, historia clínica, descuento en los medicamentos y el “acceso a los servicios de calidad que necesitan”.
El ministro de Salud, Jorge Lemus, amplió que “la Cobertura Universal forma parte de las 12 estrategias en salud que tenemos en el Plan Nacional y va a permitir una relación de vasos comunicantes entre los subsectores de la salud argentina que, como dijo el Presidente, están muy fracturados”.
“Este sistema tratará de dar cobertura a aquellos que no tiene cobertura en salud y que sea integral, no ir a una hospital y atenderse, sino poder estar nominalizado, tener una tarjeta, una historia clínica única. Y todo eso va a permitir la medicina preventiva y la promoción y protección de la salud, que no estaba prevista para esta población vulnerable”, sintetizó el ministro.
El anuncio fue realizado esta tarde en el Salón Blanco de Casa de Gobierno, con la presencia del gabinete de ministros y representantes de gremios industriales y de servicios como Gerónimo Venegas (UATRE), Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingieri (Obras Sanitarias) y Andrés Rodríguez (Estatales), entre otros.
Respecto al pago de la deuda con las obras sociales, el proyecto prevé repartir un “fondo de casi 30.000 millones de pesos acumulado desde hace años en el Banco Nación, sin repartirse entre las obras sociales que debían recibirlo”, precisó un explicativo difundido por la Secretaría de Comunicación Pública.
Esos 30.000 millones serán destinados de la siguiente forma: 8.000 para los hospitales públicos; 2.704 para el pago de la deuda a las obras sociales sindicales; 4.500 para el Fondo de Emergencia y Asistencia a las obras sociales para circunstancias extraordinarias como epidemias, campañas y la construcción de centro de salud.
Los 14.000 millones restantes serán colocados en bonos del Tesoro Nacional, cuyos intereses serán integrados al Fondo Solidario de Redistribución, que recibe el 15 por ciento de los aportes a las obras sociales para la atención de empleados con bajos ingresos o tratamientos de alta complejidad, entre otras responsabilidades.
“El tema es central -definió el Presidente al efectuar el anuncio- porque es fundamental en la vida de las personas, sean argentinos o habitantes de otras partes del mundo, pero acá estamos para resolver el tema de los argentinos, y para eso estamos comprometidos definitivamente para mejorar nuestro sistema de salud”.
“La Argentina no tiene un problema de carencia de recursos humanos en el sector de la salud, y tampoco en muchos casos de equipamiento, pero sí tenemos un severo problema de organización que podríamos llamar inequitativo, fracturado y que no dialoga entre los tres sectores principales: sistema público, obras sociales y prepagas”, agregó Macri.
Otra de las “decisiones centrales” que tomó el Gobierno en materia de salud, según evaluó el Presidente en la presentación, tiene que ver con los hospitales públicos, que atienden a beneficiarios de obras sociales sin cobrar por sus servicios.
“Para revertir esta situación -prometió- a partir de ahora las prestaciones que los hospitales públicos den a beneficiarios de obras sociales se van a pagar, después de un período de adaptación, en menos de 30 días”.
Todo este paquete de medidas se complementará en el proyecto de ley ya enviado al Congreso, que prevé la creación de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías, que estudiará los medicamentos, productos, técnicas y procedimientos del sector.