El presidente Mauricio Macri encabezó este martes un nuevo acto del “Sí, se puede” en Pergamino, provincia de Buenos Aires, e intentó aclarar los dichos sobre las mujeres que desataron polémica esta mañana.
Acompañado por la gobernadora María Eugenia Vidal y su vice Daniel Salvador, la diputada Elisa Carrió y el ministro de Seguridad bonaerense Cristian Ritondo, Macri comenzó el acto deseándole feliz día a las mujeres rurales y reconoció que usó un “mal ejemplo” para explicar los problemas económicos del país.
“Es como que le cedas la administración de tu casa a tu mujer y tu mujer, en vez de haber pagado las cuentas, usó la tarjeta, usó la tarjeta y un día te vienen a hipotecar la casa, a llevarse la casa”, dijo en una radio local.
Horas más tarde, tras recibir la críticas de Cristina Kirchner -que lo llamó machirulo-, el mandatario dijo que debería haber dicho lo contrario: “Todos sabemos que las mujeres administran mejor que nosotros”.
Luego, apuntó sin nombrarlo contra Alberto Fernández. “Nos une no querer tener un dedito disciplinador que nos diga cómo pensar, cómo vivir. Basta de eso. No queremos más prepotencia”, dijo en referencia al gesto que el candidato del Frente de Todos repitió durante el debate.
Al igual que hizo en los actos de los últimos días, le pidió a sus simpatizantes que salgan a convencer a amigos y familiares. También resaltó la importancia de fiscalizar los votos y militar en las redes sociales “sin agresión”.
En medio de su discurso, el líder de Juntos por el Cambio le preguntó a un chico de unos diez años qué iba a contestar cuando dentro de muchos años sus hijos le preguntaran dónde estaba en octubre. La respuesta esperada era: “Estaba haciendo historia o Patria”.
Sin embargo, el niño contestó sin pudor: “Estaba en el baño”. Tanto la multitud como los funcionarios que estaban en el escenario largaron una carcajada por la inesperada respuesta. Macri, divertido y algo desconcertado, se dio vuelta a mirar a Vidal que también se reía.
“Acá no veo ningún baño. Ha sido las respuesta que más me ha sorprendido en mi vida. No voy a seguir indagando, lo vamos a dejar acá por las dudas”, dijo el Presidente. A los pocos minutos repitió la secuencia con otro chico que sí contestó lo que todos esperaban.
Antes de que hablara Macri la que tomó la palabra fue María Eugenia Vidal. El público la recibió al grito de “No estás sola, no estás sola”.
La gobernadora enumeró los logros de su gestión con un fuerte énfasis en la lucha contra la corrupción.
“Pudimos enfrentarnos a los que nadie había enfrentado. ¿Qué pasaba que no se daban algunas peleas? 7 mil narcos presos ,140 bunker derribados.Bingos cerrados, casinos cerrados. ¿Qué pasaba? ¿Nadie los veía?”, exclamó.
Pergamino es una pujante ciudad ubicada en la zona agrícola núcleo y una fidelidad especial a los partidos políticos que mejor representan a la clase media. De hecho, aunque en la segunda sección electoral ganó Alberto Fernández y Axel Kicillof, en esta localidad de 100 mil habitantes no solo ganaron el intendente Javier Martínez (PRO), sino también la gobernadora María Eugenia Vidal y el Presidente.
Por una diferencia promedio de 6 puntos (43% sacó Juntos por el Cambio contra 37% que logró Frente de Todos), en medio de una ola electoral de protesta por la crítica situación económica, Pergamino se mantuvo dentro del oficialismo y todo indicaría que ampliará la diferencia, ya que se cree que los votantes que obtuvo Roberto Lavagna, el candidato de Consenso Federal a la gobernación, Eduardo “Bali” Bucca, y el ex intendente Horacio “Cachi” Gutiérrez, junto a mayor cantidad de votantes y una épica que no existió en la campaña de las primarias, facilitará una mejor perfomance.
“Nosotros hicimos siempre campaña a favor de la boleta completa”, dijo el referente radical Juan Manuel Batallanes, secretario de Tierra, Vivienda y Obras Públicas Sociales. En Pergamino, oficialmente la UCR está en manos del ex intendente Gutiérrez, que acompañó a Lavagna, lo que obligó a las huestes del centenario partido a maximizar sus esfuerzos proselitistas, buscando posicionar a Daniel Salvador, el vicegobernador que busca la reelección junto a la gobernadora Vidal.
Macri comenzó su visita en la planta de Seeds Energy, una compañía fundada hace tres años por productores locales que obtuvieron financiamiento externo para producir energía en base al marlo y la chala del maíz, que antes era un desperdicio de la cosecha, y ahora se transforma en energía que se incorpora directamente a la red eléctrica.
Se trata de un viejo proyecto nacido en lo que se llama el “cluster de las semillas” que imagina soluciones de competitividad en la región agrícola desde hace varios años, pero solo pudo ponerse en marcha en los últimos tiempos. Sin embargo, la administración nacional no parece especialmente conmovida con el esfuerzo y, según trascendió, la AFIP tiene una deuda de dos millones de dólares en devolución de IVA con la joven empresa.