Tienen diversas discapacidades, rindieron en 2017, pero esperan el sueño de los justos para ingresar al Poder Judicial. Hoy se encuentran en estado de alerta y movilización, porque al ritmo actual de ingresos, los últimos aprobados entrarán en 2026.
Los criterios que se manejan para el ingreso al Poder Judicial generaron malestar en personas con discapacidad que rindieron en febrero de 2017, y que aún no tienen ninguna perspectiva ni precisión respecto a su incorporación.
En ese sentido, la gran mayoría del grupo que rindió para la cobertura de 30 vacantes, cuyo examen se convocó por llamado a concurso de la Corte Suprema de Justicia de la provincia en 2016, se encuentran en estado de alerta y movilización.
Los afectados explicaron que los ingresos se realizaron con cierta normalidad hasta que se paralizaron cuando se le negó a una de las concursantes de Ayudantes Judiciales de personas con Discapacidad en el Centro Judicial Capital.
El problema puntual se solucionó y la mujer pudo ingresar, pero a partir de ese momento se paralizó. En total, sólo se llamaron a 12 de los postulantes, con un promedio de tres postulantes llamados por año.
“A ese ritmo, los últimos que ingresarán en esta convocatoria lo harán recién en 2026”, se quejaron los afectados, quienes indicaron que presentaron notas y reclamos para que se agilicen las incorporaciones.
“Además, otros concursos para cubrir vacantes siguen desarrollándose con normalidad mientras el nuestro está paralizado. Esperamos que la Corte tome cartas en el asunto y aplique la normativa vigente”, sostuvieron.
“Consideramos una gran injusticia tener que atravesar esta situación de incertidumbre, ya que no tenemos certeza sobre el momento en que vamos a acceder al trabajo que por derecho nos pertenece”, expresaron.
“Resulta paradójico que sea el mismo Poder Judicial quien desconozca los derechos de las personas con Discapacidad reconocidos por nuestra Constitución Nacional y los Tratados Internacionales de Derechos Humanos suscritos por nuestro país”, subrayaron.