El tira y afloja entre los gremios del transporte en Tucumán tiene artos a todos y a pesar que muchos consideran genuino el reclamo, nadie avala la manera en la que se esta llevando a cabo.
Por Julio Denis para DIARIO CUARTO PODER
La pelea entre AETAT y UTA parece no tener fin y hoy somos rehenes de un nuevo capítulo. Colectivos en medio de la vía pública obstaculizando el tránsito, impidiendo el paso de cualquier vehículo a la zona del centro tucumano, incluso las ambulancias deben esquivar los cortes.
Esta medida ya superó todo lo permitido. Uno de los sectores más perjudicados es el de los comerciantes, quienes con la cercanía del Día de la Madre esperan remontar una situación critica ocasionada por la pandemia de coroavirus.
Varios comerciantes han anunciado que debido al corte debieron cerrar sus negocios hasta que se levante la medida de fuerza.
“Esto es una violación de los derechos constitucionales lo que se está produciendo a toda la sociedad -afirmó Griselda Godoy, una comerciante; si una persona se enferma no puede entrar una ambulancia -remarcó-, yo no puedo caminar y llegar al negocio porque ellos me lo impiden”, dijo.
El bloqueo del tránsito con los ómnibus comenzó anoche como un modo de protesta por las deudas salariales. Los choferes de colectivos dijeron que la medida será por tiempo indeterminado.
La posición de los empresarios del transporte tucumano parece más que cómoda, esperando que los fondos para pagar los sueldos sigan saliendo de las arcas del Estado, o sea del bolsillo de todos.
Loa derechos de los ciudadanos, ya sea a manifestarse o cualquier otro, sólo son válidos cuando no interfieren con los derechos de los demás y este es un claro ejemplo de avasallamiento hacia todos los que necesitan transitar y trabajar.