Argentina y Gran Bretaña retomaron las negociaciones sobre vuelos y petróleo en torno a las Malvinas, en medio de un creciente acercamiento de los dos países que, como lo establecieron Mauricio Macri y David Cameron en enero pasado, buscará que el conflicto de soberanía por las islas no afecte un vínculo bilateral que en los últimos doce años había sufrido enormes picos de tensión. Estos dos aspectos los retomó la nueva premier británica Theresa May en una carta que le envió al presidente Macri, a la que tuvo acceso Clarín, y en la que lo invita a que las relaciones entren en “una fase más productiva”.
Como parte de las conversaciones diplomáticas para que ambos líderes se encuentren a solas a principios del mes próximo en la cumbre del G20 en China, Macri recibió la misiva de May con fecha 2 de agosto. En el último tramo del texto, después de enumerarle una serie de planos en los que su gobierno busca entenderse con la Argentina, la premier tory le dijo: “Es mi sincero deseo que, donde tengamos diferencias, estas puedan ser superadas en una atmósfera de mutuo respeto y con la intención de actuar en una forma que beneficie a todos los involucrados. Esto incluye progresar hacia nuevas conexiones aéreas entre las Islas Falkland y terceros países en la región y la remoción de las medidas de restricción de los hidrocarburos. Yo espero tener la oportunidad de encontrarme con usted pronto, en el futuro”.
Buenos Aires y Londres renovaron todo su equipo diplomático tras los cambios de gobierno en los dos países. Los británicos acaban de enviar a Mark Kent como embajador en Buenos Aires, un moderno diplomático que ya activó la comunicación a través de las redes sociales, y quien recientemente recibió al jefe del cuerpo diplomático del Foreign Office, Simon McDonald. Este último llegó hace una semana al país, fue recibido por el vicecanciller, Carlos Foradori. Pasó desapercibido, pero McDonald también dio una histórica disertación en el ISEN, donde se forma el cuerpo diplomático de la Nación.
En su carta a Macri, May aborda algunos de los temas más complejos de la relación bilateral. Por un lado, desde hace años la Argentina viene pidiendo que haya un vuelo directo y con buena frecuencia desde alguna ciudad del país hacia las Malvinas, tal como la conexión que existió hasta la guerra de 1982. Ahora, ese espacio, lo ocupó la empresa Lan, que hace un vuelo cada sábado desde Santiago de Chile a Mount Pleasant (Malvinas), pasando por Punta Arenas. Una vez por mes, ese mismo vuelo hace escala en Río Gallegos de ida y de vuelta. En castigo porque los kelpers lo rechazaron, Néstor Kirchner les prohibió a los isleños que organizaran charters que pasaran por el espacio áereo argentino: los kelpers querían usarlos en el verano para el traslado de turistas y alimentos. Cristina llegó a amenazar también con afectar los vuelos del sábado desde Chile.
Dar cuenta del pedido de Londres para que cambien las leyes que impulsaron los Kirchner para penalizar a las petroleras que exploren en Malvinas generará dificultades porque Cambiemos no tiene mayoría en el Congreso. Pero, a decir verdad, esas medidas se probaron poco efectivas en el mundo. De acercarse las partes, los británicos también podrían ofrecer un levantamiento del embargo de ventas de equipamientos militares que impuso el parlamento en 2012.
En ese punto, May le avisó a Macri que toma la “oportunidad” de la carta para expresarle su deseo de que el Reino Unido y la Argentina puedan continuar “trabajando juntos” hacia una “fase más productiva” de la relación. Y en sintonía con lo ya expresado por David Cameron, el predecesor de la Primera Ministra en su cargo, May señaló: “Le doy la bienvenida a nuestra creciente cooperación en áreas como el comercio y la inversión, el combate a las drogas, el crimen y la corrupción y hacia el hecho de que Argentina se mueva hacia la OECD (se está en proceso de entrada)”. La premier se manifestó “asombrada” por el “éxito” de la visita de la Fragata Libertad a Liverpool, lo que consideró “una señal clara de que estamos estrechando los lazos”.
Fuente: Clarín