El Diez le pegó con todo al técnico de la Selección por lo que hizo el equipo ante Islandia.
Apenas Halldorsson le atajó el penal a Lionel Messi, Diego Maradona fue uno de los primeros en pararse y empezar a arengar a la gente. Desde el palco, el Diez le dio una muestra de apoyo rotundo hacia los jugadores. Sin embargo, con el correr de las horas, se encargó de dejar claro que lo suyo no es para todos. A Jorge Sampaoli, desde siempre, lo tiene entre ceja y ceja. O peor: no lo puede ni ver. Y lo dejó en claro en De la Mano del Diez, el programa que tiene en TeleSur. “Jugando así, Sampaoli no puede volver a la Argentina. Es una vergüenza no tener una jugada preparada. Sabiendo que los islandeses medían 1.90 tiramos todos los córners a cabecear. No hicimos una jugada corta”, aseguró.
El Diez defendió a Messi. Pero no tuvo contemplaciones con Sampaoli (EFE).
Con la historia sobre los hombros y su experiencia como DT en un Mundial, Diego no le dio tregua al entrenador. Pero, eso sí, se encargó de dejar a un costado a los futbolistas. “No les echo la culpa a los jugadores, sí le puedo echar la culpa al no trabajo. Creo que no lo hay, eso se vio. Se terminó el verso. Podés traer 25 entrenadores con vos, pero trabajá porque vimos que Islandia tenía más trabajo que la Argentina y eso me da mucha pena”.
Como hizo siempre, Diego le pidió a la gente que apoye al equipo. Más allá de todo, sí. Y en especial a Messi. “Era impresionante ver al público argentino sin respuestas, cabizbajo, jugadores que no podían dar un pase fino o tirar una pared. Era todo El Nene (por Messi), que tenía que sacarse a dos de encima, y cuando lo hacía no tenía descarga. Esto hace que nosotros estemos en graves problemas para lo que viene porque los nigerianos sí tienen experiencia, sí saben contragolpear y sí saben marcar”, dijo.
Y agregó: “Me parece que hay un enojo general dentro del equipo porque uno seguramente escucha a uno y otro a otro. La verdad, viéndolo a Messi adentro de la cancha, estaba bastante caliente tal como lo estaría yo”.
Diego llegó al estadio a pura sonrisa, pero le duraría poco (EFE).
El futuro, para el Diez, no es muy alentador. Aunque no pierde las esperanzas. “Cuando se gana, se pierde o se empata, somos 11. Pero hay que ver cómo se gana, cómo se empata y cómo se pierde. Nosotros estamos más cerca de perder los partidos que vienen. Estamos en graves problemas, pero seguimos creyendo en Dios y en que podemos mejorar. Ojalá que lo mejoren los muchachos”.