La tradicional marcha congregó a los vecinos bandeño en conmemoración del cierre de ingenios en la pasada dictadura militar.
El 22 de agosto es el Día del Desagravio al pueblo tucumano por el cierre masivo de ingenios azucareros pergeñado por la dictadura de 1966, suceso que provocó profundas heridas en la vida social, económica y simbólica de Tucumán, y cuyas consecuencias aún subsisten. El 22 de agosto de 1966, por decreto, se cerraron 11 de los 27 ingenios que funcionaban en la provincia; 50 mil obreros fueron despedidos y la desocupación trepó a 15 puntos, tres veces más que la media nacional. Como consecuencia, 300 mil tucumanos y tucumanas (un cuarto de la población) se vieron obligados a emigrar, la mayoría de ellos, a Buenos Aires.
Fue uno de los saldos de la autoproclamada Revolución Argentina, que se extendió hasta 1973. Los trabajadores resistieron fuertemente, y durante meses, la medida de muchas maneras: marchas, ollas populares, paros, cortes de ruta, entre otras. En uno de esos intentos de defender el trabajo, en enero de 1967, durante una de las tantas jornadas convocadas por la FOTIA (Federación Obrera Tucumana de la Industria Azucarera) en la localidad de Bella Vista cayó asesinada por la represión policial Hilda Guerrero de Molina, esposa de uno de los obreros de fábrica despedidos.
Por tal motivo y organizada por las autoridades municipales de Banda del Río Salí, con su intendente Darío Monteros y el legislador e intendente electo Gonzalo Monteros.
“Con gran emoción se vivió una nueva Marcha de las Antorchas en nuestra ciudad. Junto a la comunidad y autoridades municipales, recordaron y conmemoraron el Día del Desagravio al pueblo tucumano por el cierre masivo de ingenios azucareros, para mantener vivo en la memoria este acontecimiento que marcó profundamente la vida de miles de Tucumanos” aseguró Gonzalo Monteros.