Por Manuel Rivas* de Diario Cuarto Poder / Un hilo de oro desde el infinito. Solo de ese modo puede explicarse que la escritora tucumana María Belén Aguirre, presente “La llave que abría se quebró”, su tercera obra del año, en el sótano del legendario Le Troquet de Henry.
Escribir en estado de gracia literaria
Como si los segundos se dilataran, como los relojes en los cuadros de Salvador Dalí, escribir una presentación de María Belén Aguirre puede ser lo más cambiante del mundo. ¿La razón? La escritora tucumana tiene conexión directa con la inspiración.
Mientras escribíamos la nota sobre la presentación de poemas publicados y nuevos, bajo el título de “Esoterismo y autoficción”, nos sorprendió una novedad: se cambió la actividad a la presentación del nuevo libro, “La llave que abría se quebró”.
¿Cuánto tiempo le llevó hacer este pase mágico de palabras? Apenas tres días, 72 horas, en las que originó, gestó y parió un nuevo poemario, el tercero al hilo en lo que va de 2022, luego de “Ubi sunt” y de “Pater dixit”.
“La incertidumbre llamada misterio”
Pasado el momento de sorpresa, que no lo es tanto tratándose de María Belén Aguirre, nos sumergimos en el prólogo de Andrés Kischner, en la presentación de un libro que presenta sus primeros latidos impregnado de incertidumbre y misterio.
“Todos buscamos amor entre los vivos, esos otros / cadáveres de eternidad perentoria”, así finaliza el poema que principia La llave que abría se quebró, el nuevo poemario de María Belén Aguirre”, sostiene Kischner en los primeros peldaños hacia arriba o abajo.
“Como emergida del fango, siempre lejos de la impoluta flor de loto, la poeta bautismal (una mil veces) nos ha nacido (otra vez) mancillada”, señala el escritor y realizador audiovisual sobre este novísimo poemario.
“Feliz se entrega al banquete de los cuervos”
Prosigue Andrés Kischner: “Este pequeño grimorio reúne todo el horror de que es capaz cuando, tras asumir su naturaleza de presa, feliz se entrega al banquete de los cuervos”.
“La llave que abría se quebró, eso está claro. Lo que nunca sabremos es de qué lado quedó prisionera -o libre- nuestra autora. Si en el claustro asfixiante del sí misma, o asolada por las inclemencias de una intemperie juanelesca”, expresa.
“¿Adentro o afuera? ¿Abajo o arriba del cogote del cisne de Fijman? ¿Bilocada, tal vez? ¿Ausente?”, se pregunta casi retóricamente. “No sabemos. Ni tan siquiera ella puede saberlo. En eso quizá consista esa suerte de incertidumbre llamada Misterio”.
María Belén Aguirre lo hizo de nuevo
Podemos escribir durante semanas o meses tratando de desentrañar cuáles son los poderes alquímicos a los que acude esta autora tucumana para generar poesía, pero sería una tarea secundaria porque lo importante es dónde impacta con sus versos.
El terror, la incertidumbre y el misterio son los elementos que dan cuerpo a este poemario, según lo que nos anticipa el prologuista. La llave que se quiebra nos niega el acceso a algo, que puede ser concreto o la propia nada.
La escritora tucumana se encuentra con su alma y sus manos encendidas en una escritura frenética; en un éxtasis que crepita como una llama que engulle con voracidad las palabras entrelazadas en cada verso. María Belén Aguirre lo hizo de nuevo.
Habrá “Esoterismo y Autoficción”
La novedad de la presentación de su novísimo libro “La llave que abría se quebró”, no deja de lado la actividad original titulada “Esoterismo y Autoficción”.
Participarán del evento los poetas: Javier Roldán, Andrés Kischner, Martín Di Benedetto, Jotaele Andrade, Gustavo Bernstein y Eugenio López Arriazu.
Se expondrá la obra fotográfica “Estalactitas”, de la artista chilena Daniela Garcías.
Música en vivo: Juan Rosasco.
Intervención escénica: Martín Aletta.
Le Troquet de Henry / Guardia Vieja 3460 / sábado 2 de abril, 19 hs / Entrada libre y gratuita. Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
*Profesor de Letras e Historia, periodista y escritor.