Cómo Marina Rufino llegó a Paraguay sigue siendo materia de investigación. Pero hoy se sabe que durante su desaparición estuvo tres días en Acheral. Recién el día miércoles habría viajado al Litoral argentino y de ahí a Paraguay. No se sabe si sola o acompañada.
Verónica Figueroa, funcionaria del Observatorio de la Mujer, relató cómo fue el viaje que permitió encontrarse con Marina y traerla de regreso a casa.
El caso de Marina Rufino, la joven de Banderita, ciudad de Famaillá, que había desaparecido el lunes 13 de enero y buscada de forma desesperada durante la semana pasada. Finalmente fue encontrada en Paraguay.
Se organizó una red de búsqueda que estuvo coordinada por Verónica Figueroa, el tío de Marina Julio Gerez, Jefatura de Policía de la Regional Oeste, Comisaria de Famailla, Fundación María de los Ángeles Verón. A partir de allí se comenzó a hacer contacto con Migraciones, con Policía Federal, Gendarmería, con otras instituciones vinculadas a la lucha contra la Trata de Personas como “Volviendo a Casa”, de la provincia de Salta, con organismo internacionales por medio de Gendarmería. Se gestiono con otras entidades en forma particular un pedido de búsqueda internacional con sospecha de Trata.
Agilizamos el accionar de la Fiscalía de Turno de Monteros. “Hubo que articular muy mucho para que las medidas salieran” dijo Figueroa. Por ejemplo no se había pedido el cierre de fronteras, no se había contactado con Migraciones para que se pueda informar si había salido o ingresado del país una joven con las características de Marina, tampoco se hizo una comunicación para los medios de transporte ya sea terrestres, aéreo o por agua, para saber si había rastros, no se había establecido contacto con los consulados. “Nada estaba hecho hasta el viernes” enfatizó.
La viralización de la imagen de Marina por las redes sociales fue clave para dar con su paradero. La joven se comunicó con un familiar informado que se encontraba desorientada en Paraguay, daba referencia de donde podía estar, mencionaba una playa. Manifestaba la voluntad de regresar a su país y expresaba que no tenía dinero.
Marina estuvo en la Policía de Encarnación de Paraguay, de allí paso a la Comisaria de Misiones por un traspaso de frontera, allí fue asistida por la Secretaria de Derechos Humanos y la Secretaria de la Mujer de la provincia de Misiones. Luego un familiar de Corriente fue a buscarla donde finalmente se reencontró con su familia.
Actualmente la joven se encuentra en estado de crisis, pero ubicada en espacio y tiempo. Está estable, compensada y lúcida, consiente de todo lo que a pasado.
El proceso de contención psicológico le está brindando sus tiempos, respetando sus derechos a decidir, se está privilegiando que esté bien, que esté cómoda, ya que tiene una personalidad muy retraída y tímida, habla poco, pero hasta el momento no señaló a nadie como culpable de su desaparición.
Fuente: FM La Tempranera