El Círculo del Magisterio, institución surgida a principios del siglo XX, que fue rescatada por hombres y mujeres de la provincia que quisieron darle un nuevo impulso.
La Asociación Civil, Cultural y Mutual Círculo del Magisterio, que funciona en calle Las Heras primera cuadra de nuestra ciudad, es una institución surgida de la inquietud de los maestros de principios del siglo XX, que le habían dado una impronta gremial para asistir a los asociados y mejorar su formación cultural. Según le comenta a Diario Cuarto Poder, la actual presidente de la Comisión Directiva, Viviana González, la institución se fue adaptando al cambio de los tiempos, porque la sola existencia de la biblioteca, actualmente dirigida por el arquitecto Juan Logusso, no cubre todas las expectativas de la gente.
Es por ello que se sumaron talleres diversos, como canto, violín, oratoria, teatro, grafología, danzas (tango, folclore y danzas árabes), pintura, técnicas de estudio y ajedrez, entre otros. Justamente mientras recorremos las instalaciones podemos ver el accionar del profesor Rubén Eduardo Díaz Camacho, quien da clases de violín.
También cuentan con una hemeroteca y un aula infanto-juvenil, equipada gracias al aporte de las fundaciones del Banco Macro y Leer. González reconoce que hubo momentos muy críticos, por los que pasó la entidad, hasta el punto que llegó un momento en el que ni siquiera se podían pagar los servicios esenciales, como electricidad y agua potable. Ese período de crisis culminó en 2005, con la normalización de la Comisión Directiva del Círculo del Magisterio, a través del Instituto Provincial de Acción Cooperativa y Mutual (IPACyM); pero el decidido apoyo de Ramiro González Navarro durante su gestión como secretario general de la Gobernación, logró mejoras edilicias que posibilitaron que funcionara allí la Escuela Taller Teatro de Títeres de la Provincia.
El desafío actual es el incremento de la masa societaria, debido a que en el presente sólo alcanza a unos 300 integrantes, quienes aportan la módica suma de 10 pesos mensuales. Los ingresos adicionales provienen del alquiler de las instalaciones para eventos de tipo cultural, como representaciones teatrales, espectáculos artísticos y musicales, presentaciones de libros y recitales poéticos, entre otros.
Un gran recuerdo
Viviana González, vivió momentos críticos, pero también la recuperación de la entidad de la mano de Aída Frías de Zavaleta, quien estuvo al frente de la Comisión Directiva del Círculo del Magisterio hasta 2011, cuando falleció a la edad de 81 años. “Aprendí mucho de la mano de la señora Aída, quien quería muchísimo a esta entidad y me enseñó que lo principal pasaba por sentirse parte, identificado con la tarea”, expresa la mujer, quien sueña despierta con la concreción de los sueños que se siguen multiplicando en una institución que nació justamente del anhelo de hombres y mujeres que amaban la educación y la cultura.
Un testimonio histórico que puede ser un museo para la educación
Si uno traspone el edificio considerado como principal o ingresa por los dos accesos alternativos, en el fondo de donde funciona la biblioteca del Círculo del Magisterio, puede sorprenderse con el edificio original, que data de 1907, dos años después de la creación de la entidad, que funcionó desde 1905 en la llamada Casa Sarmiento, en donde en el presente funciona la Escuela Sarmiento.
La sólida estructura, levantada con el aporte de los maestros de aquella época y que contaron con la impronta de hombres de la cultura como Pablo Pizzurno, Máximo Victoria, Juan Petrascoui y José Fierro, entre otros, se mantiene en buenas condiciones, según los informes de un ingeniero que estudió el caso.
Es el testimonio de un tiempo de esplendor en donde el Círculo del Magisterio contaba con más de dos mil socios activos, a los que se le descontaba la cuota societaria por planilla y contaban con diversos beneficios, además de un panteón propio en el Cementerio del Oeste. Para rescatar este edificio hacen falta cinco millones de pesos. La idea es transformarlo en un museo de la educación provincial para hacer un aporte más a la vida cultural tucumana.