Los alumnos, docentes e integrantes de la comunidad educativa de la Academia Belgrano, tuvieron la dicha de compartir un momento especial con el Suboficial Mayor de la Infantería de Marina (R), Daniel Benítez, quien relató su experiencia en el último combate del Monte Sapper Hill, en Malvinas.
Pasaron 34 años del último enfrentamiento entre británicos y argentinos en las islas Malvinas. Ya se había firmado la rendición, pero los protagonistas de este último capítulo no lo sabían. Estuvo para dar fe de ello, el entonces cabo 2°, Daniel Benítez, quien señaló que “le causamos una cantidad importante de bajas, mientras que nosotros sólo tuvimos 16 caídos y 68 heridos“. Por esa razón, los ingleses fallecidos en esa última acción bélica no fueron sumados oficialmente como bajas, según el argumento de Benítez. La presentación estuvo a cargo del director de la Academia Belgrano, Gustavo Villagra. Los alumnos escucharon, con atención y respeto, la narración del ex combatiente, quien además aportó conocimientos sobre las armas que utilizaba uno y otro bando. Se pusieron de pie en el ingreso de este héroe, de la bandera y en el momento de entonar el himno nacional. Luego fue todo atención y emoción. Las imágenes que se proyectaban en la pantalla gigante revivían momentos y lugares. El ruido ambiente de la guerra hizo que Benítez señalara el método para superar el miedo y no caer en pánico: “se respira profundamente dos veces, y luego se cumple con el rol que le compete a cada uno”.
Sobre el combate en sí, rememoró que “estábamos por iniciar un repliegue ordenado cuando por sobre la elevación del monte Sapper Hill, nos aparecieron dos helicópteros que sobrevolaban bajo para no ser detectados por los radares. En ese momento comenzamos a tirarle y los derribamos a los dos. Uno de ellos estalló y el otro logró aterrizar en llamas. El tableteo de nuestras armas se escuchaba por todas partes. Les hicimos mucho daño, con los pocos recursos que teníamos. No había tiempo para pensar. Creo que se sorprendieron porque quizás planeaban agarrarnos en pleno retroceso”.
Alejandro Koch, Carlos Robasio y Benítez, fueron los jefes argentinos del Batallón de Infantería de Marina N° 5 (BIM 5) bautizados por los británicos como “los tres locos de Sapper Hill“. Ellos cubrieron el repliegue de los demás y lograron retirarse cuando se aproximaban cinco helicópteros y una cantidad impresionante de marines. Ya habían dejado unos 300 británicos en el campo de batalla. Otro de los puntos emotivos fue la historia del soldado Adolfo Gustavo Cabral, quien se desmayó por la onda expansiva de una detonación. “Se despertó cuando todo había pasado y fue desarmado por los ingleses. La guerra ya había terminado y él estaba casi congelado por el frío. Entonces ellos lo tendieron sobre un poncho, al lado del fuego y dos de ellos se colocaron sobre él para darle calor y reanimarlo. Después lo llevaron al hospital militar”, relató para señalar la caballerosidad y solidaridad que se dio luego del armisticio.
Finalmente los alumnos se sacaron fotos con el héroe, a quien aplaudieron largamente en varios pasajes de su charla. Gustavo Villagra pidió honor y respeto eternos a quienes arriesgaron su vida por la patria.