Lo confirmó el Presidente en sus redes sociales: “Saber que este señor no va a fallar más nos debe dar una gran tranquilidad a todos”, indicó
El presidente Mauricio Macri confirmó mediante sus redes sociales que aceptó la renuncia del juez Norberto Oyarbide. Subrayó que fue una decisión “especialmente difícil porque sufrí en carne propia su discrecionalidad y arbitrariedad”.
Macri compartió el miércoles por la noche en Facebook y Twitter los argumentos de su decisión: “Tengo un alivio porque damos un paso para mejorar la Justicia de nuestro país. Saber que este señor no va a fallar más nos debe dar una gran tranquilidad a todos”.
De todos modos, el Presidente no evitó mencionar que “comparto la sensación de muchos” respecto a “las ganas de que pase por el proceso de juicio político que venimos reclamando hace tiempo. El problema es que sabemos que ese es un proceso largo y de resultado incierto, mientras conserva sus fueros impidiendo que lo investiguen judicialmente, y además sigue siendo juez. Por eso decidí dar este paso”.
Cabe recordar que la diputada Elisa Carrió, aliada del Gobierno, le había advertido al jefe de Estado que aceptarle la renuncia a Oyarbide implicaría favorecer la “impunidad” del magistrado de cara a las acusaciones que existen en su contra.
Macri señaló que él fue blanco de la “discrecionalidad y arbitrariedad” del juez. De esa manera, el Presidente hacía alusión a la denuncia que presentó en 2010 el entonces jefe de Gobierno porteño por un supuesto plan negociado con el kirchnerismo para avanzar en su contra en el caso que lo investigaba por escuchas telefónicas ilegales.
El mandatario concluyó su mensaje asegurando que “estamos dando un paso más en la dirección correcta. Un paso más hacia un país con una justicia verdaderamente independiente”.
Oyarbide había presentado la semana pasada su dimisión al juzgado federal N°5 ante el ministro de Justicia, Germán Garavano. Su decisión ocurrió en momentos en que el Consejo de la Magistratura analizaba si le iniciaba un juicio político por mal desempeño y avanzaba en su remoción del cargo.
Estaba acusado de haber suspendido en 2013 un allanamiento a una financiera luego de haber recibido un llamado telefónico de Carlos Liuzzi, entonces segundo de Carlos Zannini en la Secretaría de Legal y Técnica de Presidencia de la Nación.