El presidente Mauricio Macri brindará una conferencia de prensa durante la tarde hoy luego de la derrota en las PASO en la que, entre otros puntos, convocará a los candidatos presidenciales que superaron las primarias. Así lo afirmó Miguel Ángel Pichetto durante un contacto con periodistas en Casa Rosada, donde ratificó que estará presente en la reunión de Gabinete que se realizará a las 15.30 y también acompañará al Presidente frente a la prensa.
Derrota electoral
“Esto no terminó, esto es solo una elección primaria donde indudablemente el Frente de Todos tuvo un resultado importante“, afirmó el candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio. En sintonía con el discurso que brindó ayer el propio Macri, Pichetto insistió en que el resultado de ayer “no es definitivo, hay que dar la pelea, aunque hubo un mensaje de la ciudadanía que tiene que ser analizado”.
Actitud conciliadora
Además, adelantó que el Jefe de Estado hablará en las próximas horas con todos los candidatos a presidente que participarán en las elecciones de octubre y aseguró que el diálogo será de contenido formal. “No hay proceso de transición, los resultados definitivos se verán recién el 27 de octubre”, enfatizó, y agregó: “Es un gesto democrático, que ya tuvo anoche cuando reconoció el resultado y actuó con la máxima prudencia, incluso después cuando se sometió a una conferencia de prensa”.
Mercados inestables
Con relación a la reacción de los mercados y la suba del dólar luego de los comicios, el senador dijo que “lo que preocupa es la pérdida de credibilidad de los argentinos en términos de lo que ha definido la sociedad argentina, lo que preocupa es el proceso que se está viviendo en términos económicos. El día viernes los valores de las empresas tenían un valor determinado y después del resultado del domingo bajaron un 40%”. “Son datos muy complejos en términos de lo que decidió la sociedad”, señaló.
Además, expresó que “los datos del mercados también tienen que ser analizados”, porque “implica un proceso de responsabilidad por parte del Gobierno y también de los actores políticos”.
Castigo de la clase media
Más allá de estas variables, Pichetto afirmó que tiene confianza de que habrá “un voto de revisión en octubre, hubo un voto castigo pero también habrá un voto de revisión y tenemos que tener la fortaleza y entereza de prepararnos”. Y explicó que “incluso desde el punto de vista de la integración del Congreso la fecha (que hay que tomar en cuenta) es el 27 de octubre”, agregó.
Responsabilidades compartidas
El dirigente peronista adelantó que el Presidente les transmitirá su responsabilidad y mesura a los candidatos y, ante una consulta, consideró: “No creo en cosas irreversibles, creo que hay que hacer un gran esfuerzo en trabajar con convicción y también hay que analizar el contenido del voto de los argentinos, hay sectores del trabajo y de clase media que han reclamado claramente. Hemos perdido en la localidad de Añelo, en Neuquén, donde el empleo ha crecido en forma impresionante, en fin, me parece que hay datos que requieren de una evaluación muy finita”.
Gobernabilidad en riesgo
Tal como dijo Pichetto, el desafío que tiene ahora el Gobierno es sostener la gobernabilidad mientras continúa con la campaña, lo que implica una alta dosis de responsabilidad y generosidad frente a la oposición, sin bajar la guardia.
Distintos funcionarios y candidatos que hablaron hoy con Macri no ocultaron su consternación por el hecho de que “el tipo que ganó, no es presidente, y el que tiene que tomar las decisiones, fue derrotado ampliamente”. Además, “no hay ningún dato que justifique el optimismo en relación a octubre, a pesar de que hay condiciones objetivas de ampliar nuestro resultado electoral y tener una amplia representación parlamentaria, incluso mayor que la se tiene actualmente”.
En efecto, el sistema electoral le jugó una muy mala pasada al Gobierno, aunque tampoco hizo ningún esfuerzo por modificarlo cuando hubiera tenido el respaldo para hacerlo, quizás confiado en que un futuro más promisorio que nunca llegó.
A la espera de la llegada a Buenos Aires de los líderes radicales que ayer perdieron en sus provincias y estarían arribando el miércoles, y deseando que los mercados se acomoden lo más rápido posible al nuevo escenario político, Macri intenta atajar un tsunami que no imaginó ni en sus peores pesadillas acompañado por su Gabinete y el candidato a vicepresidente, crucial por estas horas turbulentas.
Por lo que se supe, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, buscarán provincializar sus desafíos. Probablemente el Jefe de Gobierno porteño tenga tiempo. Para la Gobernadora, en cambio, parece demasiado tarde.