“Me duermo y me levanto pensando en un cuento”

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Javier Alejandro Aguilar es un apasionado escritor tucumano que descubrió su vocación en plena adolescencia. Tiene una prolífica actividad en la participación de concursos literarios, la publicación de libros y la difusión de su obra. Hace algunos años superó un problema de salud que lo tuvo inmóvil por mucho tiempo. Su tenacidad es un ejemplo que ofrecemos en este diálogo con Diario Cuarto Poder.

-¿Cuándo descubrió que le gustaba la Literatura?
-Comencé a escribir a los 16 ó 17 años. Descubrí que tenía una facilidad que no entendía, pero no me dediqué de inmediato a la producción como ahora.
¿Cuánto tiempo tuvo que pasar?
-Pasó mucho tiempo. Estudié la Tecnicatura en Comunicación en el Instituto Almafuerte. Quedé con dos materias. No terminé, pero hice algunas experiencias en medios de comunicación, en televisión y radio. No era lo que pensaba y decidí bajarle un telón a la cuestión periodística. Ahí retomé con fuerza en la Literatura.
-¿Cuál fue su primer libro?
-Se llamó “Lo que sí recuerdo”. Es una especie de autoficciones que están preparadas para dar un remate. Son muy cómicas y hay muchas cosas de la realidad, que le fuí incorporando y que le dan un toque especial.
-¿Qué géneros prefieres?
-Son variados. Incursioné en el género negro y policial. Tengo cuentos y una novela inédita, que cuenta la verdadera historia del escritor Félix Gallardo. Una ficción en la que trabajé mucho y que tiene muchas posibilidades de éxito.
-¿De qué se trata?
-Se trata de un profesor de literatura que se transforma en un jefe narco. Tuve que trabajar mucho el perfil psicológico y desnudar las frustraciones que lo llevan a ser un delincuente.
-¿Cuál es el hilo conductor?
Un delincuente al que llamaremos “El Brujo”, se entera de un concurso literario por el Bicentenario de la Independencia, el que tiene como premio 100 mil pesos. Entonces busca a un joven estudiante de letras a quien exige que consiga un cuento en tres días. Una vez conseguida la narración, la presentan con un pseudónimo.
-¿Con ello alcanza para ganar el concurso literario?
-No, en paralelo investigan a uno de los jurados, que es el gerente de un banco que auspicia el concurso. Lo amenazan con hacerle daño a su hija luego de meterlo en un Fiat 147 de vidrios polarizados. El gerente convence a los otros dos jurados y es el propio “Brujo” disfrazado quien recibe el premio y le dice al joven que consiguió el cuento que se reunirían en el Parque 9 de Julio.
-¿Comparte el dinero con él?
-No, le da cinco mil pesos. Pero en ese momento aparece un encapuchado que le exige el dinero. Forcejean y en un momento dado el joven saca un cuchillo y le asesta una puñalada mortal al “Brujo”. El encapuchado resulta ser su profesor, el verdadero autor de la obra premiada. Luego dividen el dinero en partes iguales.
-¿Cómo se llama esta obra?
-Se llama “El Concurso”. Lo presenté en un certamen literario de España y obtuvo un sexto premio de una Fundación en Santiago del Estero. Muy pronto lo estaré publicando en formato de libro.
-¿Termina con la división del dinero del premio?
-No. De ahí surge una segunda parte en la que Félix Gallardo, en primera persona, nos cuenta su presente como convicto buscado por la Policía de Tucumán, y cómo llegó a hablar con “El Gordo” Reyna, un personaje real de la corrupción de Tucumán. También están los detalles de cómo hace para entrar en el barrio “La Bombilla”, con un recorte en el que está la información sobre el asesinato de “El Brujo”.
-¿Cómo es su camino para llegar a la literatura infantil?
-Los dos últimos libros, “El dragón de cartón y otros cuentos” y “Lucio y el cerro San Javier”, son netamente infantiles pero hay un libro anterior, “El gato y el cuervo y otros cuentos cortos”, en donde se presentan relatos de ciencia ficción, de terror, junto a otros destinados al público infantil. Es por eso que después decido hacer algo sólo para los niños. En ese libro hay un cuento para adultos llamado “El infierno”, en el que muestro una idea sobre lo que es la vida después de la muerte.
-¿De qué trata ese cuento?
-Comienza con un accidente que ocurre en la avenida Belgrano. La víctima fatal narra, en primera persona, lo que le sucede después de morir. Es un sacerdote quien comienza a cuestionar todo lo que en realidad debería creer. Pasa al lado de los vivos sin poder comunicarse. No puede traspasar las cosas como haría un fantasma y siente el mismo calor de los mortales. Su infierno es deambular entre los vivos sin poder ser escuchado.
-¿Por qué el Ente Cultural reconoce su labor?
-Reconoce la importancia del libro “Luciano y el cerro San Javier”, por medio del cual los escritores nos acercamos a nuestros lectores. En las actividades que realizo en las escuelas y colegios, voy a buscar a mis lectores para que sepan que hay gente profesional que trabaja muy seriamente.
-¿Cómo hace?
-Hablo con los directivos y con la maestra. Hago que conozca el libro, que es fantástico, en donde aparecen animales que en su mayoría están extintos. Un chico llamado Lucio se mete en la selva y dialoga con los animales y con los árboles, con un mensaje que tiene que ver con el cuidado ambiental y la intención de incentivar la lectura.
-¿Interesa el tema ambiental?
-Sí, los chicos están en esa sintonía. Me fui a Horco Molle para estudiar a los animales como el carpincho, el yaguareté, el gato onza y el tapir, entre otros. También con los árboles representativos, porque Lucio habla con un árbol que tiene los ojos de su madre, que simboliza la naturaleza.
-¿Sólo se apunta a incentivar la lectura en los chicos?
-No, también los niños comienzan a realizar sus propias producciones. Hemos realizado talleres y actividades con alumnos de diversos colegios, con quienes publicamos antologías con sus producciones. No sólo es el acercamiento de los escritores a los lectores, también se pueden descubrir nuevos creadores literarios. Ha sido muy buena la repercusión en las escuelas.
-¿Cómo es su encuentro con lo que se llama inspiración?
-Es como una especie de brújula. Escribo a medida que me va saliendo y cuando se me presenta una idea nueva, la incorporo. Me duermo y me levanto pensando en un cuento, hasta que en definitiva logro darle forma. Tengo un lugar, un escritorio, en el que trabajo con la notebook. Llevo a mi hija a la escuela, preparo el mate y estoy dos o tres horas delante de la computadora. No siempre estoy trabajando en un nuevo cuento. A veces veo en qué concursos literarios puedo participar o leo algunas cosas de interés. Mis dos hijos son una fuente de inspiración.

Datos del autor

Javier Alejandro Aguilar nació en Tucumán en 1977. Es autor de “Lo que sí recuerdo” (2008); “Estallido de emociones” (2011); “El gato y el cuervo y otros cuentos” (2016) y “El dragón y el cartón y otros cuentos” (2017). Ha sido reconocido en el concurso literario internacional “Relatos Asombrosos”, por su cuento “Lucio y el cerro San Javier” (2015). Entre otros premios, obtuvo el segundo lugar en el concurso organizado por la SADE filial Tucumán en el año 2016.

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