María Teresa Montaldo tiene algo especial, una mirada y un espíritu inquieto, que es el que le da vida a su pasión por los títeres. Ella es docente y escritora y considera que los títeres son importantes para la educación de los niños.
Cuando nombramos a María Teresa Montaldo es imposible no relacionarla con el teatro de títeres en Tucumán. Durante más de medio siglo la artista generó el vínculo entre su arte y un público ávido de historias y titiriteros y marionetistas que querían contarlas.
Montaldo visitó la redacción de Diario Cuarto Poder en una entrevista que nos permite conocer a la pionera del género titiritero y emocionarnos con sus relatos y su gran pasión por esa actividad que incentiva la imaginación y nos llena el alma.
El sorprendente descubrimiento en la niñez
-¿Cuál fue su primer contacto con los títeres?
-Cuando era niña, mi padre me llevó junto a mis hermanos a ver el espectáculo de Vittorio Podrecca (1883-1959), el afamado artista se presentó en el teatro Alberdi. Fue maravilloso y quedé impactada para toda la vida.
-¿Cómo empezó su formación en la titiritería?
-Después de graduarme como docente, a la edad de 24 años, empecé haciendo un estudio de los títeres con gente de Córdoba, como Eduardo Di Mauro y Roberto Espina. Luego, durante la presidencia de Lázaro Barbieri se fundó la Escuela de Títeres de Tucumán, destinada a niños y docentes que funcionó durante muchos años en la Escuela Padre Roque Correa.
Los caminos de los títeres
-¿Usted siguió allí?
-Después de un tiempo me independicé y cree el Taller de Títeres Pierrot donde dictaba clases para niños y maestros. En base a todas esas experiencias fui pensando en escribir un libro en el 80: “El Títere aplicado a la educación”, que tuvo mucho éxito entre los docente.
-¿A que destinos la llevó su arte?
-Con el teatro de títeres fui invitada a Cuba en el 1999, 2002 y 2010. En ese país el trabajo con títeres aplicado a la educación es admirable, cada escuela tiene clases de violín, guitarra, y aplican al títere en toda la parte educativa.
-¿Le llamó la atención algún otro aspecto?
-No les faltaba alimentación a los niños con escuelas comedores, los docentes trabajaban con total libertad toda clase de técnicas novedosas. Los hospitales estaban brillando y eran manejados por monjas.
Los títeres y la educación de los niños
-¿Cómo posiciona a los títeres dentro de la educación?
-Mi idea es que el trabajo con títeres es de gran ayuda para la educación los niños. Tengo la experiencia de haber trabajado en Barrio Calpini, ubicado en Tafí Viejo, donde los niños perdían las inhibiciones y también se corregía el habla. El títere es una ayuda educativa, la Unesco tiene un plan para niños discapacitados para ayudar en la recuperación donde el títere terapéutico avanza junto al niño, ayudándolo de esta forma a superar el difícil trance.
-¿Lo incorporaría al sistema educativo?
-Seria excelente que lo incorporaran aquí en nuestra provincia, así la estadía del niño sería mucho más llevadera. Yo me enojo cuando comparan a un político con un títere, porque es difícil que tengan esa frescura e inocencia. Jamás quise tener ningún vínculo con la política.
Un libro en espera y la actividad no se detiene
-¿Planea publicar nuevos libros?
-Ya tengo uno terminado, se llama “La importancia del juego en la educación”. Por falta de recursos quizás salga a la luz, a fines de este año o el próximo. Mi nuevo libro habla sobre la importancia del juego. Los niños de ahora no juegan.
-¿Cuál es su presente?
-Dedico mi tiempo libre en la confección de títeres reciclados utilizando aros viejos, botones antiguos, restos de telas. Es un proyecto por el cual me gustaría transmitirle a los docentes que los niños pueden trabajar con materiales reutilizables y no es necesario hacer grandes gastos, más que el pegamento.
El aprendizaje lúdico con los títeres
-¿Se aprende desde el juego?
-Los títeres tienen un gran potencial desde la educativo, ya que una de las mejores maneras de aprender que tienen los niños es conjugando los conocimiento con lo lúdico.
María Teresa Montaldo acertó el camino y nos lo muestra. Nos despedimos con la promesa de volver a vernos para el lanzamiento de su libro “La importancia del juego en la educación” y con la agradable sensación de haber compartido algunos momentos con una pionera en la utilización de los títeres en la educación, una apasionada de la vida.