El campo, productos regionales y servicios son los más favorecidos por la apertura comercial. Autos y medicamentos, en zona de riesgo.
Aunque su aplicación no es inmediata, el acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea representa un desafío, especialmente para las industrias argentinas. “Una economía cerrada y con baja tasa de inversión necesita imperiosamente impulsar un salto exportador y atraer inversiones”, indica un informe de la consultora Abeceb elaborado en exclusiva para el Económico.
Sectores favorecidos
El estudio distingue cuáles son los sectores más favorecidos por el acuerdo (commodities, alimentos, productos regionales y servicios de valor agregado) y los que quedan más expuestos a la competencia, como medicamentos, automotrices y bienes de capital.
Un análisis más detallado incluso permite observar diferencias dentro de esas dos categorías. Por caso, hay sectores sensibles, como textiles, indumentaria y electrodomésticos, que rivalizan con las importaciones asiáticas y no las europeas.
Industria alimenticia y las economías regionales
“Los bienes industriales son los que mayor competencia podrían enfrentar por parte de la UE”, indica el documento de Abeceb. Como contrapartida, la industria alimenticia y las economías regionales aparecen, inicialmente, “son los mayores ganadores, ya que tendrán acceso -con fuertes rebajas arancelarias- a uno de los mercados más importantes del mundo”.
La Europa comunitaria es un universo de 500 millones de consumidores, con un ingreso per cápita de US$34.000. Estos atractivos contrastan con la potencia y eficacia de sus industrias, lo que supone un riesgo a sectores vitales de la economía local, entre ellos el sector automotor. De todos modos, un informe de la IERAL señala que “la integración comercial con la UE puede desplazar a algunas empresas y actividades manufactureras, pero hay que subrayar que la remoción de aranceles para sectores sensibles llevará entre 10 y 15 años”.
Automotrices
La industria automotriz tiene 205.000 empleados directos repartidos entre las 12 terminales, 500 empresas autopartistas, 681 concesionarios, talleres y los comercios de ventas de repuestos. Y es el 2° rubro exportador del país, con Brasil como el principal cliente. Tras difundirse el acuerdo Mercosur-UE, el presidente de Fiat, Cristiano Rattazzi más que preocupado se mostró eufórico: Dijo que hoy “tenemos una invasión de vehículos brasileños, por lo tanto es mejor tener europeos que probablemente son de mejor calidad y hasta más baratos”.
Sin embargo, Rattazzi subrayó como tarea pendiente la necesidad de reconvertir toda la cadena de valor. Algo parecido manifestó el titular de ADEFA (la cámara de los fabricantes de autos), Luis Fernando Peláez Gamboa: “Este acuerdo (Mercosur-UE) contempla el cronograma más largo (15 años) para el sector. Entendemos que es un tiempo necesario para que todos los actores hagamos las correcciones necesarias para competir con este y otros mercados”.
Pablo Besmedrisnik, director de la consultora Invenómica, señala que las industrias en general y no sólo la automotriz afrontan un gran desafío. “El acuerdo habla de una interacción comercial de dos bloques, con una brecha de competitividad enorme, que recorre todos los sectores”, resumió al ser consultado por este diario. El especialista, de todos modos, destaca que otros rubros, principalmente primarios, tienen espacio para crecer, pero “para las industrias (automotriz, autopartista y metalmecánica) aparecen interrogantes”.
Balanza comercial
“Los europeos están muy felices porque van a poder empezar a vendernos quesos. Si la industria láctea argentina no produce quesos de calidad y a menor costo que los europeos, sí, va a sufrir, pero también es un gran desafio para el sector mejorar la calidad.” La balanza comercial entre la Argentina y la UE arrojó el año pasado un saldo positivo de US$6.200 millones. Las ventas argentinas a la comunidad europea representan el 15% del total. Básicamente (el 70%) están concentradas en la producción primaria (derivados de soja, biodiésel, langostinos, carne, maníes y vinos). Las importaciones desde Europa están mucho más diversificadas: piezas de máquinas (7,1%), medicamentos (4,7%), autos (2,9%) y sueros (2,8%) son las principales.
fuente. clarín