El arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, dio inicio a la serie de actividades programadas para celebrar los 100 años de la Parroquia de San Marón. Lo hizo, en su estilo particular, con una emotiva misa, que contó con un mensaje de unión ante estos “tiempos difíciles” y varias sorpresas preparadas por el padre Charbel Chahine y la comunidad maronita de Tucumán.
La comunidad de la Parroquia de San Marón comenzó con los actos conmemorativos de su primer centenario con la presencia del arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, quien ofició una misa en el que el mensaje de unidad y solidaridad con el prójimo estuvo presente, enfatizando los tiempos difíciles que le toca vivir a nuestro país.
“La creciente pobreza es un motivo importante para que ofrezcamos nuestra palabra y ayuda a quienes sufren, para unir a un país fragmentado”, señaló el prelado, quien llevó la Bendición Papal firmada por Francisco, en un cuadro que dejó como recuerdo del centenario para la posteridad.
Su anfitrión, el padre Charbel Chahine, preparó una serie de sorpresas al arzobispo, entre las que se destacaron una serie de regalos, a los que correspondió la máxima autoridad de la Iglesia Católica en Tucumán; una canción compuesta por él en honor a Sánchez y su labor pastoral, y la presentación de la Orquesta del Divino Niño.
Todas las actividades estuvieron cargadas de emotividad y se vivieron momentos de intensa fe y felicidad.