El premio que ganó este argentino de 13 años está en una zona gris de la legislación. Qué podría evaluar la AFIP.
Los expertos en temas tributarios ven todo con el prisma del antes y el después, puntualmente, el “antes y el después de los descuentos”. Porque, se sabe, nada es igual –a nivel sueldo o rentas- tras el zarpazo fiscal. Como esta semana un nene de 13 años, Thiago “King Lapp”, ganó 900.000 dólares por haber quedado quinto en el primer Mundial de Fortnite, el popular videojuego que es furor en todo el mundo, cabe preguntarse si a él también le tocará la guillotina de la AFIP, en qué porcentaje y, además, a cuánto ascenderá la poda sumando el pesado “tax” que de por sí recortará su premio en territorio estadounidense.
“En Estados Unidos, de entrada, le van a dar el premio con un recorte impositivo del 30%”, explicó José Luis Ceteri, contador especialista en temas tributarios. O sea que el monto inicial del premio bajará a 630.000 dólares. “El tema es qué decisión tomará la AFIP acá, considerando que es una zona gris, un caso sin precedentes”.
Thiago Lapp durante una sesión de entrenamiento con Fortnite. Foto: Guillermo Rodríguez Adami
Según el experto, hay una suerte de vacío legal porque “este premio no es una renta, por un lado, y tampoco encaja en la definición de ‘premio’ o ‘juego’ que está en la legislación local, como serían los juegos de azar”.
Consultados por este tema, desde la AFIP aclararon que “por ahora, hasta no tener la documentación aportada por la familia cuando llegue del exterior, no se puede decir nada. La AFIP recién empezó el lunes a analizar el caso para adoptar un criterio”.
Pero las posiciones hacia las que se podría inclinar el organismo fiscal argentino son más o menos claras: considerar ese monto de dinero como el producto de una actividad de entretenimiento llevada a cabo por un nene de 13 años, esto es, una situación “esporádica o eventual”, apuntó Ceteri, o, en cambio, tomarla como una “ganancia”, es decir, el fruto de una actividad que podría repetirse. “Si es permanente o periódica, ya es distinto, porque el impuesto a las ganancias tiene que ver con un fin de lucro que podría tener periodicidad, y ya no es un beneficio eventual”, aclaró.
Visto así, ¿cuánto más se recortaría el premio de Thiago? Según explicó el contador, “la ley dice que los residentes en el país pagan por las rentas de fuente argentina y las que obtienen en el exterior. Pero en general los países establecen convenios para evitar que se pague dos veces sobre una misma actividad. En este caso, por el monto que ganó Thiago, pagaría la mayor alícuota, que es un 35%, pero como ya habría pagado 30% en Estados Unidos, acá se le descontaría el 5%”. Entonces le quedarían 585.000 dólares.
Esto, aclaremos, siempre y cuando Thiago y su familia traigan el dinero al país. “No están obligados… podrían gastarlo en Estados Unidos en el lapso de un año, cosa de no tener ese dinero cuando se tenga que informar la ‘foto’ de tenencias al 31 de diciembre… o podrían adquirir un inmueble ahí, o poner el dinero en una cuenta estadounidense”, matizó Ceteri.
Sin embargo, como Thiago juega para un equipo, circula el rumor de que existiría un contrato de por medio, y que, de hecho, así como Thiago posiblemente cobre un sueldo por la actividad que desempeña, también este premio deberá ser repartido con el equipo. En ese caso, confirmó Ceteri, “se entendería que hay habitualidad, permanencia, fin de lucro. Y ya no sería un ‘entretenimiento’ o algo no frecuente. Sería igual que un tenista o un cantante. O sea que se le descontaría, en total, el 35%”.
Ceteri apuntó que “es importante empezar a hablar de estos temas, producto de las nuevas actividades digitales. Hace poco, en la reunión del G20, en Francia, los ministros de finanzas acordaron cómo gravar o tributar la economía digital, las actividades lucrativas que se desarrollan en el mundo, cuando están involucradas empresas tecnológicas como Google, Facebook, Amazon”.
Lo particular de esta economía -concluyó Ceteri- es que de algún modo no hay ubicación… son actividades que exceden las fronteras. Lo que se decidió es gravar las utilidades en el lugar donde se originaron, independientemente de que las empresas no tengan ubicación en esas jurisdicciones. Claramente, el mundo se está transformando”.