Noemí Cristina Laspiur se encontraba gravemente internada por lo que el grupo debió suspender sus compromisos artísticos.
Durante este jueves se conoció la triste noticia de la muerte de Noemí Cristina Laspiur, conocida popularmente como La Moro. La esposa de Mario Teruel, de Los Nocheros y madre de Álvaro, también integrante del grupo, Augusto, Jimena y Lautaro, condenado en 2021 a doce años de prisión por abuso sexual, tenía 58 años y había sido internada de urgencia a fines de enero luego de sufrir dos aneurismas y en los últimos días había entrado en coma farmacológico. Teleshow se comunicó con la familia Teruel, quienes confirmaron su fallecimiento ocurrido durante horas de la tarde.
Por la gravedad en su estado de salud, el grupo que integraban su esposo y su hijo Álvaro, además de su cuñado Kike Teruel y Rubén Ehizaguirre debió suspender sus compromisos pautados para lo que resta del verano. Con Los Nocheros, se constituyó en una de las grandes exponentes del folklore salteño de los últimos treinta años y puso su sello en algunas de las letras más significativas del grupo, como “Me enamoré de una zamba”, “Viento del algarrobal” y “La yapa”.
Por fuera del conjunto, expuso todo su talento y personalidad en el álbum No clásico y sus canciones fueron interpretadas por artistas como Paloma San Basilio, Facundo Toro, El Chaqueño Palavecino y Vale 4. Su temprana partida causó un gran dolor en la comunidad artística, sobre todo en la del folklore y fundamentalmente en la provincia de Salta, donde se formó entre peñas y guitarreadas y llegó a atravesar fronteras gracias a sus canciones.
Según contaba La Moro, a quien nadie llamaba Noemí ni mucho menos Cristina, su amor por la música llegó de manera epistolar. O al menos eso le decía su marido, que en esas cartas románticas, escritas de puño y letra y depositadas en buzones en tiempos de giras, había un atisbo de poesía.
Ella por entonces solo pensaba en la música, que fue el respaldo con el que se animó a ponerle melodías a esas palabras que brotaban de lo más profundo de su corazón. “Creo que a una letra no le puede faltar la melodía, aun cuando la poesía tiene vida propia, para mi van siempre de la mano, yo armo la poesía con una melodía”, reconoció en una entrevista con el sitio salteño El influencer, donde reveló sus influencias escuchando a referentes del folklore como Jaime Dávalos y Daniel Toro, con quien se dio el gusto de trabajar a seis manos en “Sueño de Amor”
“Fue fascinante, poder estar al lado del Maestro Daniel, una persona que admiro en todo”, resumió y contó que todo nació del propio Toro que le propuso a su marido hacer algo juntos. Se llamaron por teléfono, Daniel tarareó la música y Mario la completó. Recién entonces le puso letra y se la cantaron, otra vez vía telefónica, esperando su devolución. En ese momento sentía que estaba rindiendo mi gran examen, una vez que dio su consentimiento para mi fue algo soñado e inolvidable”, admitió.