Un hombre murió este viernes en San Juan tras ser apuñalado en el corazón por su propia esposa. La víctima fatal había denunciado a su mujer por las reiteradas golpizas pero en la comisaría le contestaron que “no fuera maricón”.
A pesar de las agresiones constantes, Alfredo Tucumán no se separaba de Claudia Moya por temor a dejar de ver a su hija.
El hermano de la víctima relató a Diario de Cuyo que “la mujer tenía unos celos muy enfermizos contra la hija de él”. Según su testimonio, Alfredo incluso había intentado hacer una denuncia pero en la comisaría le contestaron que “no fuera maricón”.
El hombre de 28 años agonizó durante ocho días en la Unidad Coronaria del Hospital Rawson antes de morir. Había sido llevado al hospital por su propia esposa, quien además intentó convencer a los policías que él mismo se había clavado el cuchillo por accidente mientras arreglaba un picaporte.
Por su parte, la madre de Tucumán también insistió en que los episodios de violencia eran reiterados y calificó a su nuera como una “especialista en cabezazos”. Incluso recordó que en una oportunidad llegó a quebrarle el tabique.
No obstante, aclaró -en una entrevista con Radio Sarmiento- que Moya “no está loca” sino que “es una persona centrada que tenía pensado y planeado matar” a su marido.
La mujer se encuentra detenida por orden del juez de Instrucción Benedicto Correa. Se la acusa de homicidio agravado por el vínculo.