Tras batallar 14 meses contra un grave estado de salud, Sergio Denis murió a los 71 años. El cantante estaba internado en la clínica ALCLA desde hace unos meses, donde fue trasladado para continuar con el tratamiento al que debió someterse luego de una fuerte caída que sufrió durante un show.
En Coronel Suárez, Sergio Denis era un chico que aprendió a tocar la guitarra y a cantar con el folclore como referencia. Cerca de cumplir los 70 años (nació el 16 de marzo de 1949), se había convertido en uno los máximos exponentes de la balada y de la música melódica en la Argentina. Con altos y bajos, supo sostenerse en la industria, a pesar de tragedias económicas personales y graves problemas de salud.
“Yo siento que soy un artista. Hay muchas cosas que lo demuestran: si solo supiese cantar y no se me moviese un pelo, si no llorara con un tema, no hubiese durado”, dijo Sergio Denis en 2015. Los tiempos más oscuros ya habían pasado, era el momento de “volver a ser”.
Fue uno de los muchos músicos que se acercaron atraídos por las luces de la ciudad. En Buenos Aires se destacó en el conjunto Los Bambis, una breve escala hacia su extensa carrera solista. Ahí nació su nombre artístico, porque a los productores les parecía difícil que el verdadero (Héctor Omar Hoffmann) “se grabara en el oído de la gente”.
Descubierto por CBS, una de las principales discográficas de la época, lanzó su primer disco en solitario en 1970: Te llamo para despedirme. Según el recuento de la página web oficial, grabó 28 álbumes, algunos de ellos ubicados entre los más vendidos de inicios de la década de los ochenta y mediados de los noventa. En 1995, sin embargo, estallaron serios problemas personales. Y su vida se paseó por la cornisa.
Los inconvenientes surgieron tras la compra del Teatro Coliseo de Lomas de Zamora, una inversión que desató una seguidilla de cheques sin fondo, deudas para tapar otros huecos económicos y hasta un par de detenciones, acusado de “estafa”, en 1997 y 2003.
Quebró. Fueron 17 años de malaria. En su auge había hecho 130 actuaciones por año; debió afrontar su época más baja con apenas 9 shows anuales. Perdió el departamento, la oficina, el auto, los equipos de sonido. En el medio, sufrió problemas en las cuerdas vocales y durante tres lustros no tuvo voz. Había que salir igual: “Trabajaba como podía: le ponía la vida, pero la voz no estaba”.
Lo apoyaron su familia y su abogado. Lo ayudó Marcelo Tinelli que, como el propio Denis recordaba más adelante, le “pedía por favor que hiciera Te quiero tanto'”. Y los llamados a otras estrellas para que acudieran a su rescate.
“En el momento en que te lo estaba pidiendo [el dinero], ya te estaba pidiendo disculpas”, le recordó a Mirtha Legrand en un almuerzo reciente. “Démoslo por olvidado, la vida ha sido muy generosa conmigo”, le respondió la diva.
También estuvo cerca de la muerte. Pasó 17 minutos sin signos vitales, por un paro cardiorrespiratorio sufrido en Asunción (Paraguay), en mayo de 2007. “Supongo que estallé por acumulación de quilombos”, resumió las causas de aquel episodio y las preocupaciones de aquellos días.
Lejos de otras miradas románticas sobre el asunto, definió esa experiencia con la muerte como “un lugar de mierda”: “Vi un lugar de mucho miedo, oscuro, negro. La mitad de mi cuerpo estaba en un rectángulo, yo lo insultaba, para mí era el diablo. Había una ventana… Era un horror”.
Después de la estabilización afrontó un largo período de recuperación. Pánico, terapia y una internación de dos meses para someterse a tratamiento psiquiátrico. “Lo de Paraguay no me dio miedo. Me dio más miedo estar en el neuropsiquiátrico”. Una enfermera salió a decir que él tuvo dos intentos de suicidio. Sergio, en cambio, desmintió sus dichos, aunque reveló que sí sufrió angustia y una profunda depresión.
Y entonces llegaron las solicitudes de grandes marcas para que sus canciones musicalizaran comerciales. También las convocatorias a casamientos, cumpleaños y otros eventos privados. Su renacimiento incluyó un nuevo acercamiento al público joven, que llenó locales para verlo actuar en “fiestas bizarras” con otros cantantes, como Lía Crucet.
No le gustaba hablar sobre sus relaciones sentimentales. Divorciado, siempre lo rodearon rumores de amoríos con otras celebridades. Uno, al menos, fue confirmado: salió nueve meses con Susana Giménez.
Otro romance llegó a la luz pública sin que él lo quisiera: en 2007 (antes de sus problema de salud en Paraguay), su novia se presentó en Gran Hermano y, pocos días después de ingresar, lo engañó con otro participante. Su última pareja conocida fue una mujer 30 años menor que él, una periodista que había ido al colegio con su hija.
Sí se aferraba a sus hits, aunque algunos ya casi no le pertenecían. “Te quiero tanto, grabado en 1986, fue adaptado por la hinchada de San Lorenzo y hace dos décadas lidera las listas de las canciones más escuchadas en los estadios.”Prendo la televisión a la mañana y está el Mónaco cantándola, el Atlético Madrid, el Inter en la final de la Champions, el Manchester… ¡El Real Madrid la grabó como una de sus canciones esenciales!”, repasaba en los últimos tiempos.
“Todavía no tuve tiempo de pensar si me corresponden regalías por eso. Aún estoy en el limbo: agradezco a todas las hinchadas del mundo que hayan tomado mi canción: es un halago y un premio para el alma”, aseguraba.
Referente del pop melódico, hombre que se rehizo desde las ruinas. Un cantante que se metió en el corazón popular y que seguirá entonando en cada tribuna.