El actor Javier Belgeri, quien se hizo conocido por su pasado actoral, fue captado por las cámaras de seguridad del local. Ya tenía antecedentes en sucesos delictivos.
Pasadas las 11 de la mañana de este viernes 5 de enero, las cámaras de seguridad de un supermercado lograron captar el momento en que el actor Javier Belgeri, quien se hiciera famoso en los ‘90 interpretando al personaje de Nico en la serie Brigada Cola, se retiró del local con una actitud sospechosa, mientras que otro hombre lo persiguió corriendo.
Ya en el año 2005 había sido detenido acusado de intentar asaltar un quiosco, en la localidad bonaerense de San Martín, según informaron voceros judiciales y policiales. Incluso, meses antes también fue detenido por un presunto intento de robo a un gimnasio, ubicado también en la zona de San Martín, en el Gran Buenos Aires.
Hace apenas unos meses, en el ciclo de Seres Libres (Crónica TV), Belgeri se confesó con el conductor Gastón Pauls respecto de las adicciones: “Arranqué a los 13 años. Mi primera adicción fue al alcohol. Ahí fue donde me agarré mi primer pedo y le daba duro. Esa fue una puerta que se abrió, física o espiritualmente, a que yo pase directamente sin escalas a la cocaína”.
Tras ello, reconocería: “El mambo era sentir esa adrenalina de creerme el león y hablar, me sentía más lúcido. Tenía 14. Y a los 15 ya estaba hundido en un mar de cocaína que no me terminó matando porque creo que estuvo la mano de Dios”. Sobre ese momento admitió: “Tenía alucinaciones. En una habitación tapado y acostado veía ratas que me miraban con los ojos iluminados y se iban y, hasta he visto en un refleja la parca. Esas cosas me hicieron asustar, pero igual seguía porque el cuerpo me lo pedía. Me encerraba solo a tomar”.
Respecto de esa época, reconocería que lo mejor que le podía pasar era tener trabajo: “Mis viejos se enteran que consumía alcohol, me castigan, no me dejan salir por tres meses. Hasta que me seguían llamando para hacer trabajos y me tuvieron que dejar ir a trabajar. No consumía cuando trabajaba, sino cuando me iba a un boliche o nos íbamos a una quinta a pasarla bien…”.
Luego llegaría el momento más oscuro que debió atravesar. “Una depresión terrible a raíz de las otras cosas que consumía. Había empezado a consumir paco. Es muy adictivo, es algo que te seduce, que es rico, que le gusta a tu cuerpo y que te quedás pegado. No se como hizo Dios pero me sacó al toque. Estuve 9 meses, terminé en la calle, hasta que fui al Hospital Borda y le pedí ayuda a los médicos”, reveló sobre aquellos tiempos.
Javier trabajó desde los 11 años al mismo ritmo que un adulto: estuvo en Brigada Cola, Extermineitors 3 y 4 y además grabó dos discos siendo cantante de cumbia. “Mi familia me mandó al matadero y después me dejaron solo. Mi padre me amaba cuando me aplaudían en el teatro y hoy en día no aparece. Y mi vieja me discrimina por la vida que llevé. Yo me arrepentí y pedí perdón, más no puedo hacer”, aseguraba en una charla con Jorge Rial en 2012.
“Amo la televisión, es algo mágico. Tengo muchas ganas de acercarme a mi compañero Guillermo (Francella), y si hay algún bolito para ganar un mango, mejor. Además escribo guiones, tengo mis canciones, mi banda formada. También lo quiero ir a ver a Hernán Caire para presentar mi tema en su programa”, revelaba en tiempos en que Caire comandaba Pasión de sábado, al dejar en claro que, como detallaría también en la charla con Gastón Pauls, su cable a tierra es el trabajo, ese que le cuesta tanto conseguir desde hace un largo tiempo.