hambre
Más del 55% de los niños argentinos está por debajo de la línea de la pobreza. Muchos pasan hambre.

Por Fabián Seidán – Diario Cuarto Poder / La aprobación en la Cámara Baja de la ley de etiquetado frontal en alimentos traerá pésimas consecuencias a la industria azucarera y por ende a Tucumán. Tal vez la nueva normativa haya sido pensada en pos de lograr una alimentación saludable; sin embargo, los diputados antes deberían asegurarse de que la gente cuente con recursos para poder comer. El etiquetado es lo de menos; hoy la inflación es más peligrosa que el nivel de contenido graso o de azúcares en los alimentos.

Prueba irrefutable

Decía un compañero de Redacción en el desaparecido diario El Siglo de Tucumán: “No hay nada más al vicio (con otra palabra) que un concejal; ¡Qué dinero pagado al cohete” (también con otra palabra). Y uno asentía, frente a la prueba irrefutable de lo hecho, dicho o pergeñado por el edil de turno, cuyo proyecto, a la postre, resultaba inútil para la gente.

Y hablando de “postre”; en esta oportunidad podría asociar el caso a los inútiles y al vicio que están los diputados nacionales; alejados de la realidad del pueblo y pensando simplemente en cuidar su “quintita” (su lugar en la política) para seguir cobrando suculentos sueldos mientras discuten y aprueban leyes que nada tienen que ver con lo que la gente pide o necesita.

diputados
Los diputados nacionales tienen una agenda muy distinta a la del pueblo, que pide otra cosa.

Etiquetando todo

En la última sesión, y luego de varias horas de debate, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó por 200 votos a favor la Ley de Etiquetado Frontal, un normativa que tiene por objeto advertir en sus envoltorios, con un octógono negro, si los alimentos son dañinos para la salud al contener exceso de azúcares, sodio (sal) y grasas saturadas, entre otros.

Tal vez en un país serio y del primer mundo (Suecia, Suiza o Dinamarca) donde tienen altos estándares de vida esta ley pudiera tener algún sentido; pero aquí, en Argentina, donde la inflación está haciendo estragos con la gente, donde hay familias que no tienen para comer y la pobreza abraza a casi la mitad de la población, poner una etiqueta demonizante a un paquete de galletitas por su contenido de azúcar, poco importa al que no tiene algo para comer.

¿A caso la inflación no es el mayor problema que tiene hoy el país como para andar buscando la quinta pata al gato? ¿O hay algún lobby económico que busca sacar rédito en el mercado perjudicando al sector azucarero que tiene su base productora en Tucumán y el NOA?

El azúcar no es dañino y su consumo tampoco; el problema está en los excesos. Y se hablamos de exceso, todo producto alimenticio hace mal cuando hay abuso de consumo: huevos, carne rojas, pastas; bebidas dulces y alcohólicas; etc. ¿Habrá que etiquetar también al vino? ya que su consumo en exceso no sólo puede causar enfermedades severas al que lo toma, sino perjudicar a terceros al generar accidentes, crímenes y otros tipos de descontrol.

hambre
Hay hambre en las calles; hoy la gente busca poder comer; llevar algo a su boca y la de sus hijos.

En el país de la carne la polenta es reina

Si alguno de los diputados que aprobaron la iniciativa llevada a la cámara por sus pares de Mendoza (provincia productora de vino y mosto de uva, competidora de la producción azucarera) cree que “comer sano” es más importante que “poder comer”, que levante la mano. Hoy no es prioridad el etiquetado frontal ni la puja de sectores económicos por quedarse con el mercado de los jugos y endulzantes; sino terminar con la inflación o al menos morigerar su daño.

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informó en septiembre que 40,6% de la población era pobre, lo que representaría casi 12 millones de personas. Mientras que la indigencia –hogares con ingresos que no alcanzan a cubrir la canasta básica alimentaria– llega al 10,7% –poco más de 3 millones de argentinos–. En este caso, se trata del segmento de personas sin trabajo que no reciben ayuda social o la que reciben no es suficiente para cubrir sus necesidades.

La inflación: ¡INFLACIÓN!!

Justamente, porque la inflación está disparada y sin control, el dólar sube y también suben la pobreza y la indigencia, y comer una de las cuatro comidas diarias recomendables para el organismo humano es cada vez más difícil para millones de argentinos que deben escarbar en la basura para llevar algo a la boca. ¿Allí se fijarán en el etiquetado?

La nueva ley dice que el consumo de azúcar es lo mismo que la nicotina y que las grasas saturas. Eso podría traerle a Tucumán y a la región NOA problemas, al demonizar a su industria azucarera.

El diputado Pablo Yedlin votó en contra de su provincia y de su industria madre. Consideró que la ley de etiquetado “es un proyecto muy importante” pese a reconocer que “la industria del azúcar siempre sufrió el impacto del centralismo porteño”. “El proyecto en general es virtuoso, pero podría haber sido mejorado”, dijo a modo de tonto consuelo.

La iniciativa apunta a brindarle a la población información necesaria sobre los alimentos que va a consumir y alerta sobre los productos que tienen altos contenidos de sustancias que pueden resultar nocivas. A la par –pienso- deberían haber buscado la manera de que se pudiera acceder a los alimentos “más sanos”, bajándoles el IVA, por ejemplo. Pero eso no está en carpeta.

etiquetado
El etiquetado frontal obliga a las alimenticias a informar el contenido de azúcares, grasas o sodio en sus productos.

Principales puntos del etiquetado frontal

  • Advertir a consumidores sobre los excesos de componentes como azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías, a partir de información clara.
  • Los alimentos y bebidas analcohólicas envasados y comercializados en la Argentina deben colocar leyendas como “Exceso en azúcares”, “Exceso en sodio”, “Exceso en grasas saturadas”, “Exceso en grasas totales”, y “Exceso en calorías”.
  • Se prohíbe resaltar declaraciones nutricionales complementarias que destaquen cualidades positivas o nutritivas de los productos.
  • Se prohíbe incluir personajes infantiles, dibujos animados, celebridades, deportistas o mascotas, la entrega o promesa de entrega de obsequios, premios, regalos, juegos, como así también la participación en concursos, juegos, eventos deportivos, musicales, teatrales o culturales.
hambre
¿Los bares de comida rápida seguirán en la agenda de los político, en su afán para que la gente coma sano?.

¿Mañana irán también por los bares?

Hoy, estos legisladores, “preocupados” en que la gente coma sano, fueron por las alimenticias y tal vez mañana irán también por los bares y casas de comidas rápidas: Los “Chacho”, “Don Pepe”, “Conejo Loco”, “Mac Donalds”, y tantos otros locales que con sus milanesas, pizzas, porciones de papa, hamburguesas y “Cajita Feliz”, estarían enfermando a tantos chicos y grandes con grasas y calorías. ¿Los obligarán a atender con las persianas bajas? O etiquetaran al sánguche, con un logo de octógonos negro, hostil y estigmatizante.

comida
En el país hay serios problemas económicos y sociales, pero los políticos se dedican a aprobar -por ejemplo-, el “Día del Kimchi”. ¿Para eso los votamos?

Mientras los diputados discuten, pelean y aprueban leyes inservibles y atemporales, como esta de etiquetado frontal o la creación del “Día Nacional del Kimchi” (un plato típico coreano); o que prohíben la entrega de bolsas plásticas en el supermercado (y ahora en vez de entregarlas las venden, haciendo un negocio millonario para el súper); uno piensa: ¡Qué tan al pedo está esta gente (Diputados)! Como decía el querido Luis Pascual.

Comments

Comentarios