Francisco brindó una conferencia de prensa durante el vuelo de regreso a Roma

En la tradicional conferencia de prensa en el vuelo de regreso a Roma, el Papa prefirió hablar en términos generales, sin ninguna mención de la Argentina, ante una pregunta sobre la legalización del aborto, luego del reciente referéndum en Irlanda y el debate que hubo en los últimos meses en su país.

“Sobre el aborto ustedes saben qué pensamos. El problema del aborto no es un problema religioso. Nosotros no estamos en contra del aborto por religión, no. Es un problema humano”, dijo, tajante. “Y debe estudiarse desde la antropología. Analizar el aborto partiendo desde el hecho religioso es pasar por encima el pensamiento. Yo nunca permito que se comience a discutir donde está el problema del aborto y se comience desde el hecho religioso. Es un problema antropológico, es un problema humano”, insistió.

Pese al cansancio acumulado en un viaje difícil e intenso a Irlanda, en el que no paró ni un minuto, saludó cariñosamente a cientos de personas y enfrentó lluvias y vientos, Francisco se quedó en lo que suele llamar “la fosa de los leones”, un total de 45 minutos. Antes, a través de su vocero hizo saber que quería que las preguntas tuvieran que ver con el viaje.

En el Airbus de Air Lingus que volaba a 10.000 metros, pese a que el tema de los abusos dominó una visita en la que fue muy cuestionado, Francisco apareció distendido y contento por cómo finalmente se dieron las cosas. En este sentido, confirmó que fue gracias a una sugerencia del grupo de supervivientes con el que se reunió ayer que decidió hacer en la misa final un inédito acto penitencial. “Sufrí mucho, creo que hacía falta escuchar y de esa reunión (con víctimas) salió la propuesta de pedir perdón hoy en la misa, pero sobre cosas concretas”, dijo.

Preguntado qué le diría a un padre a quien su hijo le anunció que quiere ir a convivir con una persona del mismo sexo, Francisco contestó con apertura.

“Primero le diría que rece. No condenar, dialogar, entender, hacer espacio al hijo y a la hija. Hacer espacio para que se exprese. Nunca diré que el silencio es un remedio. Ignorar el hijo y la hija con tendencia homosexual es una falta de paternidad y maternidad. ‘Tú éres mi hijo, tú eres mi hija, como sos, hablemos’. Y si el padre o la madre no pueden, pidan ayuda, pero siempre en el diálogo, porque ese hijo y esa hija tienen derecho a una familia”.

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