Mauricio Macri con su esposa, la primera dama, Juliana Awada, en la cumbre del G20. AFP PHOTO / Patrik STOLLARZ

El Presidente habló de las elecciones y realizó un análisis sobre la cumbre de Hamburgo y el desafío de organizar el próximo G20 en Buenos Aires. Sus charlas con Trump, Macron y Merkel.

 Mauricio Macri está contento. Así lo dice. Acaba de terminar su participación en la Cumbre del G20, en Hamburgo, Alemania, y le espera una gran prueba: organizar el próximo encuentro de los países más poderosos del mundo en Buenos Aires.

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“Estoy contento, claro. Empieza ahora un año de mucha responsabilidad para la Argentina, ¿no? Les agradecí a todos la elección. Claramente tiene que ver con el cambio que se produjo en la Argentina. Esto es un apoyo a la transformación que hemos emprendido y así lo tomamos”, afirma en una entrevista con Clarín y otros medios que cubrieron la gira.

Intercalando bromas sobre su relación con Trump y su rol en el recital del Global Citizen donde no lo dejaron bailar, el jefe de Estado habla de sus charlas con todos los presidentes, el rol de la Argentina en el mapa mundial, y también de las próximas elecciones legislativas.

No queremos volver a un INDEC que nos diga que somos los mejores del mundo y es mentira”, sentencia. “Estamos convencidos de lo que estamos haciendo. Vivir con la verdad, de ser parte del mundo, de tener un Estado que trabaje para la gente, que tenga foco en la educación, en la infraestructura, en el desarrollo de empleo futuro”, dice.

Mauricio Macri: "No queremos volver a un Indec que nos diga que somos los mejores del mundo y es mentira"

Merkel, anfitriona de la cumbre, se ríe con Macri, que albergará en Buenos Aires el próximo G20 / AFP PHOTO / Odd ANDERSEN

─¿Cómo va a ser la agenda del G-20? ¿Cuáles son los desafíos para Argentina después que China instaló lo suyo, Alemania lo suyo; qué es lo que usted quiere imponer?

─El eje de la educación. La educación del siglo XXI. Cómo modernizar, cómo innovar y cómo lograr además sistemas de capacitación permanente para esta revolución tecnológica que estamos viviendo en tiempo real. A una velocidad que nos sorprende a todos, el avance de la inteligencia artificial y la robótica obliga a que todos sigamos adquiriendo capacidades nuevas y educar a los chicos desde otro lugar. Este es el principal eje, después complementado con infraestructura y nuevos empleos, que tienen que ver con el tema educación. Y después vamos a seguir con el capítulo de salud que empezó este año con Alemania.

─Después de esta cumbre en Hamburgo, donde la seguridad fue un tema tan pero tan complejo. ¿A usted lo inquieta el problema de la seguridad para la cumbre en Argentina? ¿Cómo lo van a manejar? ¿A quién van a pedir ayuda?

─Lo vamos a hacer solos, como corresponde en ese aspecto. En los otros aspectos sí, nos están ayudando a organizar en la troika que integramos antes con China y Alemania, ahora la integraremos con Alemania y Japón, que es el que nos sucede. Pero yo también espero que todos los argentinos sepamos que es una oportunidad para mostrar lo maravilloso de nuestro país. No podemos recibir a mandatarios de los principales países del mundo y tener episodios como los que se vivieron acá, no? Tenemos que aprovechar eso, dado que no estamos en el centro del mundo. Somos un país en desarrollo, un país que necesita de apoyo, de nuevos socios. Tenemos que aprovechar para recibirlos bien, para demostrar que somos gente inteligente, creativa, afectuosa y que además de tener la mejor carne, los mejores vinos y enseñarles a bailar tango, como les prometí a todos, que les iba a enseñar a bailar tango.

Mauricio Macri: "No queremos volver a un Indec que nos diga que somos los mejores del mundo y es mentira"

Theresa May, Donald Trump, Xi Jinping, Angela Merkel y Mauricio Macri en el G20 de Hamburg. REUTERS/Kay Nietfeld, Pool

─Y con respecto a la charla que tuvo con el Primer Ministro francés ¿Hubo avances en el acuerdo UE – Mercosur?

─Este no es el ámbito. El ámbito son reuniones específicas (habrá una serie de encuentros en los próximos meses para llegar a la reunión de Buenos Aires con posibilidad de hacer anuncios). Esa es la idea, la ratifiqué con Macron, que lo conocí acá. Había hablado por teléfono nada más con Emmanuel y acá tuvimos casi 48 horas en forma permanente. Todo el tiempo conversaciones. Eso es lo más importante que tiene el G-20, que es un ámbito de contacto permanente entonces hay todo el tiempo conversaciones de todo tipo. Y bueno, con él, dado el desastre que hubo con la agenda con todo el tema este de la seguridad, teníamos bilateral ayer 10:30 pero la fuimos teniendo durante la comida, que terminó 12:30 y seguimos hablando hoy. Y él ratificó que también cree que Mercosur – UE es una gran oportunidad, así que hay que avanzar. Quedó comprometido, ratificó lo que dice Juncker, lo que dice Donald Tusk, acerca de que hay vocación de avanzar.

─¿Lo que usted escuchó respecto a Rajoy, Mattarella y Merkel sobre el acuerdo UE – Mercosur está en el mismo tono que la posición de Macron?

─Todos reconocen que el problema es el sector agrícola. El centro del nudo que tenemos está en Francia. Por eso lo abordé a Macron y él entendió que hay que encontrar una solución porque es de mutuo beneficio avanzar en este acuerdo UE – Mercosur.

─O sea, él reconoce la importancia del acuerdo, pero hasta ahí llegó.

─No, no, todavía no firmó un papel que dice “acepto que entre la carne y la leche y los granos argentinos, brasileños, paraguayos, uruguayos…” [risas] todavía no sucedió eso. Pero bueno, todo conduce a que se vea la cosa con un optimismo que antes no había.

─¿Vos notás que con Macron hay más optimismo que con tus charlas con Hollande?

─Sí, claro. El en estos dos días defendió el libre comercio, el rol de la OMC, el multilateralismo. O sea, defendió todas las cosas en las cuales está todo el G-20 comprometido. El tuvo un contrapunto con Trump acerca de eso, así que la coherencia de eso es que haya UE – Mercosur.

─Mauricio, esas charlas que comentabas que tuviste en esas charlas del G-20. Ayer se vio en el sistema televisado interno que tenemos en el Media Center, que después de la foto esa de familia, antes de entrar a la filarmónica, en el “durante” charlaste ─lo vimos en pantalla gigante─ con Theresa May. Un minuto o dos fueron, mientras Trump saludaba a Juliana. ¿Esa charla qué fue, que vos sonreíste sobre el final?

─No me acuerdo específicamente, porque hablamos dos o tres veces con Theresa May a lo largo de estos dos días. En este caso no me acuerdo qué hablé en ese momento, pero lo que quedamos es (de vuelta, también con la agenda que nos había quedado “patas para arriba”) que lo dejábamos para la próxima. Por suerte pude adelantar la reunión con Tusk y Juncker para antes. Y así fuimos reacomodando todo como pudimos, porque la verdad que fue una complicación el movilizarse, y eso retrasó todo.

Mauricio Macri: "No queremos volver a un Indec que nos diga que somos los mejores del mundo y es mentira"

Mauricio Macri estrecha la mano del presidente de EE.UU., Donald Trump / AFP PHOTO / John MACDOUGALL

─El Canciller dijo que hay una serie de reuniones técnicas para llegar a noviembre. Por lo que hablaste con Macron hoy ¿Vos creés que al margen de los resultados de esas discusiones técnicas, Argentina puede anunciar a mediados de diciembre que hay un acuerdo político entre la UE y el Mercosur?

─¿Vos pensás? En este mundo en que las relaciones internacionales siempre son tan complejas, cuando tengamos el papelito firmado lo anunciamos. Mientras seguimos conversando, seguimos dialogando. Vemos que es toda gente muy ocupada, entonces yo calculo que no estarían reuniéndose y moviendo sus equipos por nada. O sea, hay una vocación. Yo creo realmente que la UE cree que el Mercosur es una oportunidad, como nosotros creemos que ellos son una oportunidad para nosotros.

─¿Argentina va a tener un rol de conciliador cuando hay un mundo tan fragmentado, con posiciones tan opuestas con respecto al proteccionismo y a la globalización? Es una presidencia difícil la que le va a tocar a usted.

─Sí, ya la OMC que viene va a ser difícil. Pero bueno, es un gran desafío y la verdad que también, saber liderar, saber conducir la centralidad que nos han dado es un desafío. Pensemos que de una Argentina fuera del mundo, la centralidad de tener la responsabilidad de organizar el Foro de Gobernancia Económica Mundial tal vez más importante que hay en este momento, es un desafío en sí mismo. Por eso hay que aprovechar para ver que el mundo vea todas nuestras posibilidades en vivo y en directo. Claramente, de las cosas más difíciles que hay en la vida es lograr que te presten atención. Eso le pasa a cualquiera en cualquier orden de la vida. La Argentina hoy tiene toda la atención del mundo. Lo que tenemos que hacer es transformar esa atención en oportunidades concretas para la gente. En mi caso mi obsesión es generar trabajo, porque es la forma de reducir la pobreza. Y cada vez que nosotros generamos atención sobre los foros de Gobernancia Mundial sobre Argentina, en las grandes instituciones, es como un mensaje positivo hacia toda su comunidad de negocios, de que Argentina es el país en el cual hay que apostar. Además nosotros estamos convencidos que es el país que más va a crecer en los próximos veinte años, así que vamos predicando eso por el mundo, tratando de que cada vez más gente llegue a interesarse por qué podemos hacer los argentinos y qué pueden hacer ellos con nosotros.

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Macri sentado junto a Merkel y Melania Trump en la cena de gala del G20. / AFP PHOTO / Tobias SCHWARZ

─Usted tiene una relación, no diría que personal, pero lo conoce más que los demás a Donald Trump. ¿Cree que en estas posiciones tan antagónicas que hay, con respecto a su proteccionismo, con respecto a los refugiados; en la cumbre del G-20 usted puede actuar como un efecto persuasivo sobre las posiciones de Trump?

─El presidente de la Cumbre tiene la obligación de coordinar y generar acuerdos, no? Su sherpa es el que conduce a los otros sherpa, que tienen que trabajar en la redacción. A Angela le costó un montón pero logró una redacción común, que la verdad que es moderada, y eso demuestra que firmaron todos en la redacción común. También firmó el presidente de Estados Unidos, así que yo soy optimista.

─¿Está el cambio climático en el documento?

─Hay un anexo que dice que se toma nota del informe de la OCDE. Está en lo que se pudo. Forma parte de todo los resultados. En lo que se pudo, en lo que se pudo…

─¿Tuvieron algún contacto con Trump?

─Sí, sí, varios. En la comida yo estaba al lado de la mujer, estaba enfrente al lado de mi mujer así que charlamos cruzados. Charlé con Melania, no me envidien.

─¿Cómo interpretás vos, que ponés tanto hincapié en la situación de Venezuela, el anuncio hace pocas horas de la liberación de López, por parte del régimen de Maduro?

─Muy bien, muy bien por López y su familia, pero no me distraigo del objetivo final, que es que liberen todos los presos políticos y que fijen una fecha para las elecciones y que se respete la independencia de poderes. Es un paso adelante. Uno de los pequeños pasos adelante que damos todos los días los argentinos. Ahí veo un pequeño paso adelante.

─¿Cómo interpretás que en realidad, de los 19 jefes de estado, más la UE, sólo 4 jefes de estado respaldaron explícitamente tu posición? Rajoy, Temer, Peña Nieto…

─Bueno, son los más involucrados en el mundo latinoamericano. Ponelo por ahí, pero igualmente en la conversación, Angela siempre estuvo preocupada. Cuando vino a Buenos Aires me habló del tema. Trump estuvo preocupado cuando fui a Washington, Troudeau también…

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Mauricio Macri le da una palmada en la espalda a Donald Trump en medio de una foto en el G20. EFE/Felipe Trueba

─Pero esos jefes de estado en este G-20 no hablaron de Venezuela…

─No, porque no estaba en la agenda, ¿no? Como también, Trump habló de la peligrosidad de Corea del Norte y el único que levantó el tema de Corea fuí yo para ligarlo con el tema de Venezuela. Nadie habló de Corea, pero no es que a nadie le preocupe. El tema es que tenés 3 minutos y todo el mundo se suscribe al tema puntual que estás tratando, no?

─¿Lo que hubo acá, es que hay una relación directa entre lo que se planteó en el G-20, del apoyo de estos tres jefes de estado, con la decisión de liberar a López. ¿Hubo una presión? ¿No lo ve como una señal?

─No tengo idea como piensa Maduro, qué querés que te diga. No hablo con el mismo pajarito… (risas)

─¿Y el intercambio con el Presidente Donald Trump cómo fue? ¿Hubo temas personales o hubo temas de la relación bilateral?

─Siempre hay temas personales. También le planteé que hay un poquito de demora con el tema de las exportaciones que no estaban habilitando. Llámese el “beef y “el lemon”, así que tomó nota y se la envió al Secretario Wilbur Ross… Y el “pork” al revés, que nosotros tenemos que habilitarles el pork y tienen que aceptar recorrer unas normas que demanda el SENASA.

─¿Eso fue en un contacto informal que tuviste en una de las reuniones?

─Sí, él estaba del otro lado de Xi Xin Ping, con lo cual estábamos a cinco metros. Todo el tiempo hablábamos.

─Y vos le dijiste…

─…”che, gordito, vení…” (risas), es mía, es mía….

─¿y entonces?

─Bueno, le dije, “Donald, te acordás lo que hablamos en Washington, todavía no se terminó”, “cómo puede ser” dijo, llamó a uno y le dijo “tomá nota, me voy a ocupar”.

─Y le mandaron una comunicación a Ross…

─Se la entregué ahí y él se la mandó inmediatamente al Secretario de Comercio y se comprometieron que van a verlo.

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El presidente de EEUU, Donald Trump, y Juliana Awada. Alex Schmidt/Reuters

─¿El secretario de Comercio viene ahora en agosto?

─Todavía no está confirmado eso. Pence está confirmado.

─Y con respecto a Theresa May en ese pequeño intercambio, en ese “brush impasse” como dicen los ingleses que intentaron hacer ¿en que quedó, quedó en “half brush impasse”, de qué hablaron?

─Nada, estábamos hablando de hecho que no teníamos lugar con el cambio horario fue un tema. Pero después de generalidades: del lugar, el puerto, el concierto, que bueno… esas cosas que hablás así. No es una de las personas con la que más profundicé conversación. Tengo mucha más familiaridad con Trudeau, con Gentiloni de Italia, con Angela, con Trump, que es un tipo con el que tengo un diálogo más fluido. Con Peña Nieto… Son muchos, uno va entrando en confianza con muchos.

─Igual coincidieron en el hotel con…

─No, pero nunca la encontré en el hotel.

─Quiere decir que desde el punto de vista de las relaciones exteriores los dos o tres contactos que tuviste con Theresa May fue un chit-chat digamos.

─Neutros.

─¿O sea, neutro es porque hablaron del puerto digamos?

─Neutro te digo, te define todo neutro, ni frío, ni calor, dale, dale…

─El G20 es un tema como muy abstracto, que tal vez el votante cotidiano en Argentina se está desayunando ahora incluso de qué es. ¿Cómo le podés decir vos a tu gente, al electorado argentino, qué le va a cambiar, en qué le va a impactar la vida que Argentina realice el año que viene la cumbre y que sea presidente a partir el 1 de diciembre la Cumbre del G-20? Que es algo histórico…

─Es un muy buen punto, nosotros estamos volviendo al mundo. Lo que perseguimos con esa vuelta al mundo es volver a tener vínculos, asociaciones estratégicas con muchos países. ¿Para qué? Para que de eso surja más trabajo para los argentinos. Y lo que mueve todo eso es la confianza. Argentina tiene que desandar muchos años de no cumplir con la palabra. De incumplir contratos, de conflictos. Lo que yo transmito es que los argentinos aprendimos y que queremos, no más buscar un atajo, sino ir por el camino de las relaciones largas, duraderas, confiables, predecibles.

─Que duren.

─Sí, que duren. Entonces eso es lo que estamos buscando. Esa relación que existe entre tal vez los países anglosajones, en los escandinavos, que tienen años y años de relaciones y ya como que juegan de memoria. Es lo que queremos, porque eso va a traer trabajo. Yo lo que le digo a los argentinos es que, cada vez que me subo a un avión, con lo que cuesta andar saltando de avión y los cambios de horario, lo hago pensando en que eso va a traer trabajo a los argentinos.

─En esta cumbre la Canciller Angela Merkel tuvo muchas deferencias. Podemos hablar de deferencias protocolares. Pero todos sentimos que había una deferencia personal hacia vos. ¿Usted considera que ha construido una relación personal con Angela Merkel o no?

─La verdad que tenemos una muy buena relación. Primero la respeto muchísimo. Y habiéndola tratado ya muchas horas, lo que ha aumentado es mi admiración y respeto por ella. Porque no sólo es inteligente, humilde, focaliza, sintética. Todas cosas que a mí me parecen muy importantes en la vida. Sabe de qué habla, está preocupada siempre, no solo por la calidad de vida de los alemanes, sino de toda Europa y del mundo. O sea es una líder muy positiva, muy positiva.

Mauricio Macri: "No queremos volver a un Indec que nos diga que somos los mejores del mundo y es mentira"

Macri estuvo junto a Merkel gran parte de la cumbre del G20. EFE/EPA/MICHAEL UKAS / POOL

─Si vos analizás que fuiste a un recital el día previo al G20…

─Y no canté…

─Y no cantaste, si.

─No me dejaron cantar…

─Y ponés también en el mismo escenario la marcha de los jóvenes de acá, que sufrieron represión, que lo pasaron mal. ¿No creés que ahí hay una señal a la conducción mundial, con distinto formato? Van a un recital o se pelean con la policía en la calle. Una señal con respecto a los líderes del mundo de que algo debería cambiar con la globalización, de que quizás están cuestionando las asimetrías de distintas metodologías. Pero que hay un cuestionamiento a la conducción global del mundo?

─Yo creo que nada justifica la violencia.

─Pero te estoy hablando también del recital…

─Lo que hicieron esos jóvenes o no tan jóvenes que vinieron de distintos lugares de Europa a directamente violentar a los habitantes de Hamburgo, me parece que no tiene justificación alguna. Porque aparte, casi todos, me incluyo, hablamos de que más allá de que se haya incluido con la globalización a cientos de millones de personas, todavía hay gente excluida y el crecimiento no ha sido parejo. Así que hasta a los que les ha ido muy bien lo reconocen. No hace falta que vengan a enfrentarse violentamente con la policía, a tirar piedras para todos lados, para que uno se dé cuenta de que acá hay un desafío de construir un orden global que genere oportunidades equitativas. El tema ahora es poner la tecnología sobre la mesa, muchos pensamos que esas oportunidades de igualdad aumentan.

─Pero para que eso no sea solamente un slogan, el problema de cómo combatir a la pobreza con la educación, va a tener que haber cambios estructurales de los institutos, de las instituciones financieras. Del Fondo Monetario, de todos los organismos que dan crédito para que la educación sea prioridad. ¿Usted desde el G-20 está dispuesto a impulsarlo?

─Lo estamos impulsando. Pero también tiene que haber cambio en la actitud de las distintas comunidades ¿no? Es muy importante el rol del diálogo que incluya a los padres, a los gremios docentes, a los gobiernos. Sino los cambios no se pueden hacer. En Argentina tal vez los que más se oponen a los cambios -dado el fracaso y los resultados que hemos obtenido- son los gremios docentes, eso es inentendible. Porque cuando uno ve las pruebas y ve los desastres que nos han pasado en estos últimos años. De haber pasado a que solamente la mitad de los chicos terminen el colegio y de los que terminan solo tres de cada diez comprenden matemática. O sea que solo tres de cada diez van a conseguir un buen trabajo, eso debería desafiarnos a todo de ver cómo cambiamos y lo más rápido posible. Y te encontrás con gremios que te dicen “rechazo las pruebas, las descalifico y yo no tengo nada que cambiar”, eso es terrible.

Mauricio Macri: "No queremos volver a un Indec que nos diga que somos los mejores del mundo y es mentira"

Varios activistas congregados en un paso elevado ante una pancarta en la que se puede leer “Presidente Macri, nuestra Argentina no se vende”. EFE/Massimo Percossi

─Hay un contraste entre lo que uno percibe fuera del país, y como te reciben y cómo te analizan digamos tu gestión y lo que te va a pasar a partir del lunes. ¿Cómo vivís ese contraste y en el medio de un proceso electoral, no?

─Hay una diferencia. Un mundo, bueno todos ustedes se sorprenden porque ha habido una constante. Desde que nos visitó Obama para acá, todos los jefes de Estado que han llegado han dicho con sus palabras, que el cambio que habíamos hecho en la Argentina era impresionante. Y que estaban para apoyar en todo lo que pudiesen. Lo dijeron los italianos, los franceses, los alemanes, los americanos, los japoneses, los chinos, los australianos. Lo han dicho todos. El mundo entero felicita a Argentina por el cambio que hemos hecho. En Argentina, por suerte hay una mayoría de argentinos, que creemos que hemos tomado el buen camino y hay otros que creen que se construye un país en 18 meses. Y otros que creen que el modelo anterior, o los valores anteriores eran los correctos. Yo creo honestamente en lo que estamos haciendo y espero que los argentinos sigan impulsando lo que estamos haciendo. Porque yo estoy acá representando a la Argentina, por decisión de los argentinos, no por decisión mía.

─¿Cuán decisivo sería ganar las elecciones, sobre todo en la Provincia de Buenos Aires, contra la representante del modelo anterior para poder sostener este mensaje?

─Es muy importante, pero es muy importante que los argentinos ratifiquen que este es el rumbo que queremos. Esto es lo importante. Acá no es una elección contra alguien, es una elección con nosotros mismos. Si estamos convencidos de lo que estamos haciendo. Vivir con la verdad, de ser parte del mundo, de tener un estado que trabaje para la gente, que tenga foco en la educación, en la infraestructura, en el desarrollo de empleo futuro. Esas son las cosas que estamos discutiendo. No queremos volver a un INDEC que nos diga que somos los mejores del mundo y es mentira. Eso es lo que estamos discutiendo. No mi gobierno. No soy, ni yo ni mi gobierno, es qué es lo que queremos los argentinos.

─Presidente, pero si ese rumbo no se ratifica en las elecciones ¿usted cree que a los inversores le va a preocupar, que no van a llegar con la rapidez que usted espera?

─Soy muy optimista. Los argentinos vamos a seguir trabajando juntos en este camino. Así que no quiero prender ninguna alarma.

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