Por Manuel Rivas* Director Diario Cuarto Poder / Una unidad que cuesta. Los sueños rotos de Gobernación de algunos dirigentes políticos, ponen obstáculos para la necesaria unión que debe predominar de cara a las elecciones del domingo 14 de noviembre.
Unidad, divino tesoro
Cuando se repite, a cada rato, que las internas se terminaron, el manual de procedimientos políticos avisa que esa es una meta que aún no se alcanza. Tal circunstancia se puede aplicar, tanto al oficialismo como a la oposición en nuestra provincia.
Es por ello que la unidad, es un divino tesoro que se debe encontrar antes de las próximas elecciones legislativas del domingo 14 de noviembre. En el oficialismo aspiran a mejorar los resultados de la sumatoria de los dos espacios que fueron a internas.
Mientras que en la oposición, tratan de acortar la distancia que implicó que el peronismo se llevara casi la mitad del electorado que concurrió a las urnas en las pasadas Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Una advertencia del Gobernador
El propio gobernador, Osvaldo Jaldo, advirtió que nadie saque los pies del plato en la contienda electoral que se aproxima, porque el objetivo es sacar la mayor parte de representantes peronistas en el Congreso Nacional.
Pero no se trata solamente de una cuestión cuantitativa, sino también cualitativa, porque implica continuar con el fortalecimiento del apoyo a la gestión nacional, en la que los máximos referentes son Alberto Fernández y Cristina Fernández.
Y si agregamos el pequeño detalle de que el tucumano Juan Manzur es el Jefe de Gabinete, completamos las razones por las que el triunfo del oficialismo tucumano debe ser contundente y mayor a los números de las PASO.
Versiones de “jugar para atrás”
Sin embargo, no a toda la dirigencia tucumana le interesa el destino de quienes conducen el país. Son aquellos que están enfocados en el 2023 y que no ven con buenos ojos que sea justamente Jaldo el que conduzca estas elecciones.
Es por ello que el Gobernador lanzó aquella advertencia de los “pies en el plato”. Y lo hizo de manera oportuna. Los que saquen los pies, no tendrán cabida en la gestión a la que le faltan dos largos años. No conviene adelantar los tiempos.
Jaldo tiene por delante la gestión provincial, garantizar la gobernabilidad y demostrar las razones por las que quiere ser candidato a la Gobernación en 2023, mientras que Manzur alimenta sueños presidenciales en el escenario nacional.
Los muchachos de “Juntos” no tan juntos
Mientras tanto, en las filas de la oposición, los muchachos de Juntos por el Cambio, no terminan de convencer a su propio electorado de la unidad que dicen pregonar para ponerse en contra del “kirchnerismo”.
Allí también entran a jugar las apetencias electorales del 2023, por sobre las necesidades actuales de las elecciones legislativas nacionales del 14 de noviembre. Germán Alfaro sabe que comparte lista con su adversario directo, Roberto Sánchez.
Es por ello que la travesura en torno a la conducción del Concejo Deliberante de Concepción, no llamó la atención ni a propios ni a extraños. La interna dejó heridos y persiste detrás de los afiches y los spots televisivos.
Heridas que no cierran y sangran todavía
La letra del tango es tan elocuente en Juntos por el Cambio, que deja ver las heridas que dejaron las últimas PASO entre los intendentes de ese espacio. Por un lado, Germán Alfaro y Sebastián Salazar, por el otro, Roberto Sánchez y Mariano Campero.
Los demás saben que Alfaro está con ellos porque no pudo cerrar su regreso al Justicialismo. Y también tienen en cuenta que ante ello, hay que generar un contrapeso que impida que el capitalino tome todas las decisiones.
Las elecciones legislativas nacionales que se aproximan también demostrarán si alguno “saca los pies del plato” o pone menos músculo. En definitiva, las urnas serán las que hablen y los políticos tendrán que tomar nota.
*Periodista, profesor de Letras e Historia y escritor.