La pileta olímpica climatizada para la Facultad de Educación Física de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) fue anunciada una y otra vez, como muchas de las obras que jamás se realizaron en el fallido Plan Belgrano. El denominador común es el actual diputado nacional José Cano, quien realizó de mediador para que se concretara ese anuncio con bombos y platillos, incluso en la sede del Rectorado de la “Casa de Juan B. Terán”.
Lo cierto es que hasta el momento la pileta no aparece, el dinero supuestamente se encuentra depositado en las cuentas que posee la UNT, con la duda de un posible plazo fijo señalado por la decana de la mencionada unidad académica Beatriz Silva en una carta documento enviada al presidente de la Asociación Tucumana de Natación, Lucas Cerúsico, quien fue el primero en poner de relieve una serie de irregularidades en torno a esa iniciativa.
La historia se remonta a febrero de 2016, cuando Cerúsico le planteó a Cano, entonces titular del Plan Belgrano, la posibilidad de gestionar la climatización de por lo menos seis piletas, en las localidades de Bella Vista, Lules, Concepción, Monteros, Tafí Viejo y Yerba Buena, ésta última había que construirla. Para ello, Cerúsico ya mantenía contactos con el secretario de Deportes, Carlos Mac Allister.
“El costo estimativo de esas inversiones rondaba los 15 millones de pesos, pero sería una gran inversión para formar nuevos valores y un semillero interesante en natación por parte de nuestra provincia”, sostuvo Cerúsico.
“Le dije a Cano que se debía aprovechar que Carlos Mac Allister impulsaba el desarrollo de deportes no tradicionales, como la natación, el vóley y el atletismo, entre otras disciplinas, además de contar con programas para despertar en las escuelas la práctica de estos deportes”.
A Cano le interesó la iniciativa, pero Cerúsico perdió contacto, lo que hizo que un mes y medio después averiguara en Buenos Aires qué pasaba con la cuestión. Le informaron de la existencia de un proyecto para Tucumán por un total de 18 millones de pesos, de los cuales ya se habían enviado a la provincia cerca de 4 millones de pesos. Ese proyecto contemplaba la construcción de una pileta climatizada en la Facultad de Educación Física de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). El tiempo fue transcurriendo y la iniciativa no se materializaba, aunque los anuncios, de los que era parte Cano y funcionarios de la UNT, como la actual rectora Alicia Bardón, eran algo recurrente en el año electoral de 2017. La idea del presidente Mauricio Macri era inaugurar la pileta olímpica en agosto, antes de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), lo que no ocurrió.
Una vez surgido el escándalo que implicó el alejamiento de Orlando Moccagatta como subsecretario de Deportes, por el tráfico de influencias en favor de la firma Myrtha Pools, las expresiones de la decana de Educación Física, trataron de despegar a Cano de las gestiones realizadas, sin embargo, las fotografías, tanto en el despacho de Mac Allister como en las oficinas del Plan Belgrano en Buenos Aires eran contundentes.
En una publicación de La Gaceta del mes de mayo del año pasado, la decana Beatriz Silva destacaba las gestiones realizadas por Cano, mientras que recientemente en una nota para un canal nacional, negó que haya tenido algo que ver.
Lo cierto es que la presencia de Mac Allister en Tucumán también fue parte de la escenificación pre electoral que todos los tucumanos se “comieron”. La pileta sigue sin aparecer y está al caer una presentación judicial para saber si esos recursos nacionales fueron puestos en plazo fijo, como señaló Avila en la mencionada carta documento a Cerúsico. El escándalo podría parecerse a otros protagonizados por Cano, en cuanto a la repercusión en todo el país.