Por Nicasio Rodríguez* para Diario Cuarto Poder / ¿Peor que la pandemia? El escenario internacional se complicó ayer con el ataque de tropas rusas a Ucrania. Algo que se veía venir en un juego de presiones entre Rusia y los Estados Unidos.
EMPUTINADO
Fue el propio presidente ruso, Vladimir Putin, quien justificó el ataque al señalar que no tuvo otra opción que realizar una “operación militar especial” para defender Donbass un enclave estratégico en la zona minera del este ucraniano.
La intervención de Rusia se justificó en la defensa de los derechos y la decisión de los llamados separatistas, de mayor población rusa, y que detonó con el reconocimiento de las repúblicas populares de Donbass, Donetsk y Lugansk.
“Para ello, nos esforzaremos por desmilitarizar y desnazificar Ucrania. Y también para llevar ante la justicia a quienes han cometido numerosos y sangrientos crímenes contra la población civil, incluidos los ciudadanos de la Federación de Rusia”, afirmó Putin.
Sin interferencias
En relación a las presiones de las potencias occidentales encabezadas por los EE.UU, el presidente ruso envió un mensaje a los ucranianos, a quienes solicitó cooperación para pasar está trágica página y avanzar en una relación sin interferencias externas.
Esta escalada forma parte de las advertencias realizadas por los EE.UU sobre el despliegue de tropas rusas en las fronteras en estas semanas anteriores. Desde Moscú aclararon que el objetivo no es ocupar Ucrania sino buscar justicia por víctimas rusas.
El apoyo a los separatistas ha sido fuerte de parte de Putin y, ante la presencia militar y los bombardeos, se espera que la cuestión se pueda complejizar, ante el repudio de muchos países aliados a Norteamérica.
El avance de la OTAN
Uno de los detonantes del conflicto entre Rusia y Ucrania, fue la invitación realizada en 2008 por la Organización del Atlántico Norte (OTAN) para que se sumaran Georgia y Ucrania, dos repúblicas que conformaban las ex URSS.
En 2014, la anexión de la península de Crimea, luego de la declaración de su independencia de Ucrania, fue acrecentando el nivel de conflictividad, porque los separatistas de otras regiones se sintieron con fuerza para imitar esa acción.
Desde Rusia alentaron la independencia y el gobierno ucraniano buscó apoyarse en los Estados Unidos y otras potencias mundiales que se mostraban antagónicas con el gobierno de Putin y trataban de recuperar influencia en esa zona estratégica.
Advertencias y aumento de la tensión
El presidente de EE.UU, Joe Biden, anticipó durísimas sanciones económicas a Rusia, lo que ya generó inquietud por el aumento del petróleo y en la actividad bursátil. Otros países acompañaron las advertencias y solicitaron el cese del fuego.
Alemania, Reino Unido, Australia y Canadá evacuaron sus embajadas. Mientras que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, sostuvo: “nos quedamos solos para defender al Estado”, y señaló que es uno de los objetivos rusos.
El mandatario reconoció la presencia de tropas de sabotaje rusas en Kiev, mientras que los bombardeos ya dañaron los aeropuertos, con lo que el poderío aéreo de Rusia no tendría inconvenientes en imponerse en su meta de desmilitarizar la zona de conflicto.
¿Se viene la tercera guerra mundial?
Es una de las preocupaciones que muchos especialistas internacionales hicieron. En ese sentido, se animaron a comparar la política de anexiones previas del nazismo, que dieron paso al estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, desde el lado de Rusia, Putin se apuró a aclarar que no es intención ocupar Ucrania. De todos modos, las naciones integrantes de la OTAN están en alerta y las tropas están dispuestas a intervenir si es necesario.
La advertencia del poder nuclear realizada por Putin no es un dato menor a una escalada de amenazas que pueden desatar un conflicto mundial. Se trata de una zona estratégica que desnuda el juego de posicionamientos que siempre existió.
Preocupación del Papa Francisco
El Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, se mostró preocupado por el ataque a Ucrania y pidió a las partes en conflicto que “hagan un examen de conciencia ante Dios” para que se abstengan de generar sufrimiento a la población.
“De nuevo la paz de todos es amenazada por los intereses de pocos”, sostuvo el Papa Francisco, quien abogó por el fin de los enfrentamientos subrayando que “Dios nos quiere hermanos y no enemigos”.
El pedido del Santo Padre se sumó a los realizados por presidentes de todo el mundo, como en el caso de Alberto Fernández, quien recientemente estuvo de gira por Rusia, pero que rechazó toda acción violenta.
Las próximas horas y días serán claves para la definición de este complicado escenario internacional.
*Columnista de Internacionales y Política.